sábado, 20 de diciembre de 2014

Aire fresco



Os muestro un abanico que más parece un pericón, como muestra vale un botón; en todo caso se trata de un objeto muy español como la peineta, por poner un ejemplo; coleccionado por reinas como Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V, allá por el siglo XVIII; no la única desde luego.
 
Se convirtió en un verdadero lenguaje para la seducción, era el accesorio imprescindible para las damas en sus paseos, en las tardes de toros y en otras lides, en un mundo sin prisas, ni agobios, visto desde las perspectiva actual, por supuesto.
 
De variados materiales, fue testigo de los cambios en el gusto estético a través del tiempo y como tal evolucionó sobre todo en cuanto a los temas, más que en los materiales utilizados.
 
Formó parte de esa imagen pintoresca de España en el romanticismo, tan difundida durante el siglo XIX por toda Europa.
 
Además también servía y sirve para aliviarse de los calores y sofocones y que curiosamente habiendo incluso temperaturas más elevadas en otras latitudes, salvo en China o Japón no ha tenido mucho predicamento ni entre las señoras ni entre los caballeros, pues hay abanicos para ellos también.
 
Abandonado mayoritariamente el uso para el que fue creado quedó relegado para decorar a veces estancias o dar un cachete a alguien si es preciso; de cualquier manera siempre está bien cambiar de aire y si es fresco mucho mejor, en la variedad está el gusto y como muestra sirve este pericón.
 
GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Pericón con pájaros y mariposas"
Tinta y acrílico sobre tela
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 30  x 59 cm




En Aranjuez a 20 de diciembre de 2014

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La noche callada



Fijaos, por un momento en la inmensidad del firmamento, cuajado de millones de puntos luminosos, que son mundos lejanos a nosotros.
 
Sabed que hay otros tantos existentes aunque estén apagados.
 
Pensad que somos una cabeza de alfiler en el inmenso universo.
 
Sentid el reflejo de la vida,  recogida en el ojo de un niño, eso es magia de la buena, paraos un segundo,  no perdéis nada.
 
Mientras, él se sumergía, perdiéndose en sus ojos bajo el manto de la noche.
 


"Escenario de un sueño"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 89 x 130 cm


Aranjuez a 10 de diciembre de 2014

domingo, 9 de noviembre de 2014

Te buscaré




Donde quiera que estés, te seguiré, no importa empeñarse en ello toda la vida, lo realmente importante, sobrepasa con creces a ésta.
Surcando mares, recorriendo de abajo a arriba toda la tierra y el universo entero si fuera preciso. Y si hace falta llegaré hasta el cielo, donde capearemos los vendavales y truenos que nos encontremos.
Porque una vida no basta para lo nuestro, así que les despistaremos, no creo que sea imposible; allí rodeados de ángeles que miran consternados a los pobres mortales, continuaremos construyendo nuestros mundos, codo con codo, mano con mano, pasito a pasito; desbrozando las tinieblas, hasta tumbarnos a descansar sobre el prado verde bajo la luz cegadora desparramándose hasta el último rincón más ignorado.
Qué paséis un feliz día.
 
 
 
"Vuelta a la normalidad"
Aranjuez a 9 de noviembre de 2014
Foto tomada desde el estudio por Pilar Cuns








´Muchas gracias a Dios, a mis buenos amigos  y a los médicos,  puedo continuar.........
 

sábado, 25 de octubre de 2014

La operación


Le mandaron despojarse de sus ropas, obediente se puso el camisón que le indicó la enfermera y se tumbó a esperar en su nuevo lecho; tanto habían  madrugado que a los dos les invadió una dulce somnolencia; pronto el silencio lo rompió una voz joven y casi inmediatamente se vio yaciendo en una cama de ruedas y de ruidos, atravesando pasillos grises y metálicos.
 
Ahora percibía el mundo al revés, de abajo a arriba, tenía tiempo para dar la vuelta a la tortilla, él que siempre disfrutaba viendo todo desde su "azotea"; resulta que ahora se sentía como un niño desvalido a la merced de los cuidados de los médicos que por cierto no escatimaron nada para su recuperación, ni en medios ni en atenciones cariñosas y así veía desde abajo las caras de los facultativos y los potentes focos dispuestos a volver a dar la luz que había perdido uno de sus ojos.
 
Como si la vida fuese una película, se vio como  un bebé que gritaba sin consuelo y agitaba sus manitas  y una voz amable intentaba acallar su llanto, pasaron a toda velocidad fotos de la época estudiantil,  enseguida aquellos viajes al sur tan agradables, algún encargo importante, por eso se fotografiaron delante de él, el nacimiento de sus dos hijos ampliaron dicha película que suavemente fue perdiendo brillo y color hasta transformarse en silencio, silencio oscuro y sereno, muy sereno; es curioso resumir la existencia de alguien plásticamente, tuvo la impresión de haber transcurrido un minuto, sin embargo más tarde cuando le reanimaron se enteró que habían transcurrido cuatro horas desde el inicio de la operación.
 
GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La reunión"
Técnica mixta sobre cartón
Firmado y fechado en 1996
Medidas: 70 x 103 cm


En Aranjuez a 25 de octubre de 2014
 
 

viernes, 17 de octubre de 2014

La ratita otra vez


Dejamos a Tata, satisfecha después de llevar a cabo aquella faena qué ni pintada, sé que estuvo relamiéndose un tiempo, digiriéndolo con calma, después siguió dedicándose a disfrutar con las exposiciones itinerantes que se llevaban a cabo en el museo, así continuaba nutriéndose con las obras maestras llegadas de otras pinacotecas. Cuando se cerraban las puertas al público, ella comenzaba a ver la luz, se pasaba toda la noche deambulando mientras el resto del mundo dormía, o eso creía ella.

Y es que el tiempo no pasa en balde y a fuerza de ver, de comparar unas obras con otras, fue descubriendo los diferentes estilos, creciendo dentro de ella ese aire, ese barniz peculiar que tienen unos seres y no otros.

Aunque era el secreto mejor guardado, de vez en cuando hacia apreciaciones al respecto al resto de la familia, pero en el aspecto que nos toca era muy reservada, no quería compartir ese tesoro con nadie, sin embargo la única que noto algo fue Tita; su hermana algo más pequeña que Tata pero igual de avispada, entre las dos conseguían los mejores bocados que llegaban a la guarida familiar. Su hermana notaba que todas las noches Tata se escapaba cuando el resto de la familia dormía aunque sospechaba algo, nunca se lo quiso preguntar.

Nuestra ratita visitaba de tarde en tarde el taller de restauración pero no encontraba nada que le apeteciera, pues la mayoría de las telas eran enormes y eso era para el animalillo un inmenso problema.

Un día de tantos subió al desván, era un verdadero hospital de cuadros apilados durante años, esperaban de pie la mano experta que les devolviera el esplendor arrebatado por el tiempo, pero de un tiempo a esta parte no había mucho movimiento; el país había entrado en una crisis profunda  y el arte no era para la mayoría su preocupación, por lo que el dinero antes destinado a estos menesteres, ahora lo precisaban asuntos más prosaicos.

Una noche lluviosa de primavera, Tata llegó al peculiar hospital y pasito a pasito repasó todo lo almacenado, se lo sabia de memoria pero al doblar una esquina, justo antes de entrar en la sala donde había una pila enorme rodeada de botes de pintura, barnices, marcos desconchados... , un relámpago quiso la casualidad que iluminara por un segundo una carita pensativa de niño; nuestra ratita quedó prendada por el hallazgo, le dio un vuelco su corazoncito,  además observó que no estaba sola, los ojos verdes, fosforescentes de un enorme gato se habían clavado en los de ella, ¡patitas, para qué os quiero!, menos mal que un agujero providencial apareció justo enfrente.

Repuesta del susto, regresó sin poder conciliar el sueño, pero volvió pronto a aventurarse para ver aquella telita. Una noche sorprendió al gato lamiendo sin parar la imagen de aquel niño lánguido, con un gorrito en la cabeza y  una escopeta, sin duda preparado para cazar; le vino a la memoria otro cuadro, grande colgado en una sala del mismo museo.

Se percató que el felino tenía los mismos gustos y que por descontado, no compartiría con ella el mismo pastel.

El tiempo también fue pasando por ella, se acometieron obras de remodelación  y limpieza de aquel lugar, con lo cual todo se puso dificilísimo para ella, teniendo que conformarse con las migajas del restaurante, eran muchos hermanos para alimentar, aunque Tata siempre se repetía, que  no sólo de pan viven los ratones, sobre todo cuando se come todos los días.
 
GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La granja"
Acrílico sobre papel
Firmado y fechado en 2001
Medidas: 40 x 30 cm


En Aranjuez a 17 de octubre de 2014
 

domingo, 12 de octubre de 2014

Can I fly with you?


Acomodada en el sillón frente al espejo, mirándolo fijamente, le devolvió una cara desconocida, de una edad madura, cuando las arrugas de la frente se han fijado quizá, por falta de sorpresas, los párpados van cayendo de aburrimiento, la boca con su comisura bien dibujada después de contar tantas sandeces; continuando con el pelo que después de tantos cambios de color, ahora le tocaba el turno a un tono entre rojizo y panocha, todo quedaba empequeñecido por los ojos, eran grandes, seguían conservando la viveza en la mirada, sin duda el rescoldo de un ser apasionado.
 
¿Quién te ha visto y quién te ve?
 
Toda la jornada de un lado para otro, trabajando como señora de la limpieza, sin parar de dar vueltas como una peonza, siempre sola, ocupándose de todo menos de ella.
 
Comenzó por aplicarse unos mejunjes por todo el rostro para devolverle el brillo que tuvo en otro tiempo aquella piel marchita; esos labios carnosos tan caribeños siendo ella oriunda de un pueblo de la meseta castellana, había que resaltarlos con un carmín reventón; de los ojos qué decir, ¡la sombra comprada por la mañana daría los resultados esperados!, más tarde le tocaría el turno al pelo, prefería llevar media melena porque le rejuvenecía. A medida que se iba maqueando, la imagen de vuelta, era más sugerente, sensual; ahora había que elegir unos pendientes; éstos de aros grandes, contribuirían a dar una pinta más cálida, de mundos bañados por mares color turquesa.
 
Lejos quedaba aquella muchacha ilusionada, llena de proyectos; sus mellizas eran ahora su mayor desvelo tras haberse separado, menos mal que cuando tenía que salir, una buena amiga se hacía cargo de ellas. Elegir el atuendo era fácil, siempre ligero, resaltando su despampanante anatomía, el resto era pan comido. Se oyó en su interior, "cinco minutos y a escena", de cuando trabajó en el teatro.
 
Agarró el bolso y se fue a moverlo a una esquina de esas que tienen las calles oscuras del centro de la ciudad.
 

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Can I fly with you?
Oil on canvas
Signed and dated in 2008
Dimensions: 64 x 81 cm




Aranjuez a 12 de octubre de 2014
 

miércoles, 1 de octubre de 2014

La espera


Cayó como un saco de patatas en el sillón, había viajado tanto hasta llegar allí que estaba hecho un trapo; recorrió un montón de pasillos interminables, subió cientos de escaleras angostas y empinadas, desvanes desangelados y oscuros y un sinfín de habitaciones hediondas sin moverse de su cama.
 
Sintió el vértigo del cansancio pero pudo resistirse a la debilidad; a su lado estaba él, como un guiñapo, dormía gracias a los tranquilizantes a buen seguro que le habían suministrado la noche anterior. Y volvió a verle como tantas veces, aquel niño regordete y risueño que un día fue; siempre sonreía jugando con su padre, compartiendo mil y un cuentos a lo largo de la pequeña sala de estar del apartamento. Con frecuencia pensó para él, en un horizonte lejano, plagado de logros, sembrado de sueños; pero la vida quizás le tenía reservadas algunas sorpresas,  que enturbiarían aquel supuesto y brillante porvenir. Demasiadas veces lo que alguien desea, es justo lo contrario de lo esperado, entre tanto su  hijo seguía tan telendo, ajeno a las cuitas del padre, sin perderle ripio;  oía su respiración pausada,  rememorando tranquilamente el tiempo transcurrido en la vida, corta vida de aquel. Ahora, indefenso continuaba su marcha indefinida a ninguna parte, esa era la impresión recibida.
 
Un golpe seco en el hombro le hizo abrir los ojos, una voz también seca y distante le dijo: "Ya están aquí los de la ambulancia".
 
"Pues  vamos", le respondió.
 
Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"Tal como eras"
Acrílico y tinta sobre lienzo
Firmado y fechado en 2014
40 X 40 cm




En Aranjuez a 1 de octubre de 2014
 
 
 

sábado, 6 de septiembre de 2014

La mar de bien


El sol no tiene prisa por marcharse mientras nos regala sus reflejos en las aguas de la laguna; el agua se ha convertido por obra y gracia de la luz del atardecer en un inmenso lugar de color oro, rasgado interminablemente por las olitas que dejan ver el rastro dejado por los ánades; las mariposas ya se han marchado a dormir, pronto todo el campo se llenará con los zumbidos de los grillos. Los juncos rodean el espacio, salpicado de trecho en trecho por los cañaverales, por encima de éstos, se extienden las encinas y cultivos ahora abandonados.
 
Sentados en la orilla, sienten que los atardeceres del mar están tan lejos como ellos lo deseen; al fin y al cabo se encuentran en el mar de Ontígola, obra hidráulica, llevada a cabo en el siglo XVI debido al capricho del rey Felipe II, quien quería recoger las aguas que venían del arroyo situado más arriba para regar las huertas y jardines reales más abajo; así mandó construir dicha obra, quiso que estuviese enteramente solada con piedra de Colmenar, para mejor aprovechamiento de todos los acuíferos del terreno.
 
Mucho ha llovido desde entonces y la presa sigue estando ahí, cumpliendo el objetivo para la que fue  creada por el mismísimo Herrera, arquitecto del rey, venido de Roma cuando éste y otros menesteres le requerían.
 
Es interesante saber los datos, pero la verdad es que no se disfruta más de las cosas por mucho que se conozcan, pero si de otra manera.
 
Ellos recordaban a aquella princesita que vivía en su palacio. ¿Y dónde está tu palacio? - le preguntó el príncipe, pues donde yo esté -le respondió ella.
 
Por eso aquella tarde, ellos se sentían la mar de bien, como si fueran príncipes.
 
Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"Tan ricamente"
Tinta y acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 24 x 33 cm




En Aranjuez a 6 de septiembre de 2014
 
 
 
 

lunes, 25 de agosto de 2014

My opinion


 
In my opinion, "to create" is a strange and exciting phenomenon by which you give in some way to others; if they get excited, you've accomplished something. Because painting, like any creative activity, is about you, to express how you perceive the world around you as a gift for others. For you there are no Sundays, nor are there any Mondays, as a passion cannot be halted like other work done at the weekend. Celebrate the arrival of each day as a blessing, because there is no other day like the previous one; in doing so you take charge of your life and you insist on filling this blank page she gives you and you indulge and you fight by taking the leading role. Because you don’t give anything, you keep everything in your head, that house where there are endless corridors, despicable people who you want to forget, dim rooms that you almost never visit - but above all, the most visited part of the house is the garden - your garden.


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La siesta"
Ink and acrylic on paper
Signed and dated in 2014
Dimensions: 15 x 40 cm



Aranjuez, 25 agosto 2014




jueves, 21 de agosto de 2014

Linda- Segunda parte



Se acercó a la barra y pidió un trago, mirando distraídamente la ristra de marcas de bebidas, para intentar olvidar; alguien le dio un golpecito, se volvió y era ella, que sin querer se le había caído un guante, parte del atrezzo, sus miradas recíprocamente se clavaron, la sed de él se derramaba en las cicatrices de los ojos de ella.
 
¡Qué bien cantas!, estoy verdaderamente asombrado, que fuerza contenida, que cadencia tan sutil, mezcla entre lo latino y lo caribeño..., para, para, no hay que exagerar -dijo Linda- cualquiera diría que eres un representante artístico; bueno a fin de cuentas ninguno sabe de la vida del otro, terció él, repuesto del contratiempo del hombre de color; me ha gustado mucho la actuación, de verdad; gracias le dijo ella. ¿Quieres beber algo?, agua, mucho agua, por favor, lo necesita mi garganta; y así comenzaron a charlar sin parar. Ella le contó entre otras cosas que en su país había dejado a sus dos hijas al cuidado de sus padres, que se había marchado para intentar triunfar como modelo y que a la vista estaba como se ganaba la vida, en un bar de alterne; cuando libraba allí, venia aquí a cantar, pues había estudiado entre otras cosas canto e interpretación, de esa forma podía sostener a su familia.
 
Diego, por su parte le contó que era un jubilado, su trabajo había sido jefe de iluminación y efectos especiales para eventos de todo tipo, incluso conciertos y representaciones de teatro, por lo cual tenía un profundo conocimiento de ese mundillo.
 
Como dos exilados de mundos distintos, solitarios y desarraigados bajaron la calle, sorteando a las mangueras de riego que ponían la nota fresca a aquella noche tan calurosa. Me recuerda esto a los juegos en el barrio donde nací en Sao Paulo cuando era niña, mientras navegaba en las ciénagas de su pasado; pues a mi, decía él, me recuerda al rio grande de la ciudad que dejé. Bajo sus pies las baldosas relucían mojadas por el agua, así fueron caminando por las callejuelas añejas del barrio hasta llegar a una boca de metro.
 
Se despidieron con un beso apresurado, cuando el día comenzaba a clarear y la ciudad empezaba a desperezarse; sobre las aceras la gente iba y venia, unos esperando el autobús, otros para tomar un taxi...,
 
To be continued......
 
GREGORIO GIGORRO
"El salto"
Acrylic and ink on board
Signed and dated in 2014
Dimensions: 37 x 23 cm


Aranjuez a 21 de agosto de 2014
 

lunes, 28 de julio de 2014

A tu vera



No, no se preocupen, no voy a cantar la canción del mismo nombre, interpretada con el desgarro propio de la inolvidable Lola Flores, no por falta de ganas, desde luego.

Sentado sobre la enorme pila de la fuente de Narciso, que enamorado de su imagen como sabrán, se lanzó al agua pretendiendo capturarla; se mató en el intento, renaciendo en la flor del mismo nombre, espectacular donde las haya, aunque no es menos que el tupido boscaje que la abraza. Como les iba diciendo, me viene a la cabeza una cantidad  considerable de  fuentes y esculturas diseminadas por Aranjuez, que nos hablan de un continuo canto al amor y a la fertilidad; sin ir más lejos la  cercana fuente de Apolo, Dios del amor y la belleza sentada en su trono preside majestuoso el final de una avenida apretada del  bosque. Las copas decorativas  circundando el rio juguetón en sus muchos meandros, con sus asas formadas por dos tritones, nos hablan del agua y su  papel benefactor, la sucesión interminable de este elemento decorativo compone una suave melodía de color que salpica incansable  al padre Tajo, quien por supuesto tiene  una dedicada.

La misma entrada del Jardín del Príncipe, está rematada por amorcillos  que sostienen cestos de flores y frutas, por citar un ejemplo. Si nos dirigimos hacia el Jardín del Parterre, a nuestra izquierda encontraremos la Popular Mari Blanca, es decir Venus, Diosa del amor y la belleza, nacida de  la espuma del mar de Chipre, por ello está rodeada  de caracolas, delfines, ranas..., una representación de animales acuáticos; nada más poner el pie en el  jardín, de sopetón la fuente, ahora muda, de Hércules y Anteo nos sigue hablando de su procedencia clásica, así como las Nereidas, esos  personajes marinos que acompañaban a Anfítrite; para continuar disfrutando justo detrás del anterior se encuentra la de Ceres o Demeter griega. No conozco otra forma más bonita de explicar la agricultura que  a través de la historia de dicha Diosa y su hija Perséfone.

Cuando cruzas el puente hacia la Isla, está situado Vertumno, también  la de Hércules, la de Diana Cazadora, hasta el ébrio  Dionisos  tiene  su fuente  al fondo del  sombrío  jardín. Y es que en mi opinión, no hay otra manera más atractiva y divertida para explicar las pasiones humanas, que  a través de los dioses y mitos paganos, porque las tenían, pero mucho más exageradas que  los humanos; en este sentido las  Metamorfosis de Ovidio , autor romano del siglo I, es un libro muy  ilustrativo y si además las representaciones estéticas que pueblan estos parajes son hermosas, pues miel sobre hojuelas. Digo yo.
 
GREGORIO GIGORRO
"¿Y tú qué miras?
Acrílico y tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 50 x 35 cm



Aranjuez, a 28 de julio de 2014
 

sábado, 12 de julio de 2014

Linda (Segunda parte)




... Volvió al coche, condujo sin parar hasta un rio grande y manso, donde se sentó a descansar sin parar de pensar en ella, sólo en ella; en su pelo, sus ojos, sus ausencias, sus silencios..., le empezó a entrar un frio, un desasosiego nuevo para él; a veces se sentía como perdido, otras chispeaba de una especie de alegría. De pronto se dijo para sí, ¡pero si soy un viejo para ella, podría ser mi hija!, ¿vivirá sola, tendrá a alguien? Un montón de preguntas revoloteaban en su cabeza, era incapaz de ocupar sus pensamientos en otra cosa, que no fuera Linda.
 
Fueron pasando los días y creía verla en un mercado, sentada en una terraza o haciendo footing..., en cualquier lugar.
 
Apenas había transcurrido una semana, volvió a dar una vuelta, quizá para olvidar y probó un nuevo local del centro, donde había actuaciones de música en vivo; nada más flanquear la puerta, le envolvió una voz aterciopelada sobre el fondo de una dulce melodía. "Si tú me dices ven...", Linda era la que cantaba, le subió por la garganta un calor ardiente que le ahogaba, toda ella iluminada parecía una burbuja brillante, de reluciente oro; metida en aquel atuendo que resaltaba su apariencia de modelo, con el pelo azabache, recogido en un moño y arropada por la media luz de las lamparitas distribuidas alrededor del escenario. Iba desgranando aquella canción tan sugestiva, tan sugerente; el silencio reinaba en aquel lugar, donde poco antes todo era ruido de copas, de voces bañadas por aquella luz ambarina, al terminar la sala entera prorrumpió en un sonoro aplauso. Cegada por la luz, no atisbaba a ver a nadie en concreto, él se percató que un negro de dos cuerpos y medio se le acercaba con cara de pocos amigos,  lo que le hizo fruncir el ceño apartándose de él, quien despareció en un pis pas.
 
Diego, se dio cuenta de que no estaba sola. (To be continued)


GREGORIO GIGORRO
"Dispara ya"
Tinta y acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 35 x 49 cm


En Valencia a julio de 2014
 

domingo, 29 de junio de 2014

La procesión



Ella desde el balcón rodeada de los suyos, veía con ojos ávidos de niña la procesión; bajo sus pies, todo el recorrido estaba saturado por el intenso olor a incienso y romero, por la multitud multicolor agolpada desde primeras horas de la mañana, sin un lugar para un alfiler, aguardando la llegada del cortejo.
 
Los toldos colgados desde lo alto recorrían zigzagueando las tortuosas calles, de los que pendían farolones iluminados, grandes guirnaldas adornaban las fachadas que aparecían cubiertas de flores, banderas y tapices de distinta factura.
 
A lo lejos, los acordes de una banda de música, anunciaba la llegada, seguida de un tropel de caballos blancos y tordos montados por jinetes uniformados a la antigua usanza, seguidos de cruces repujadas en oro, de niños y niñas inmaculados, con sus trajes de comunión, de señoras de negro riguroso con finas mantillas y peinetas, de multitud de cofradías con sus distintos atuendos; por fin apareció la custodia de Arce, obra maestra de la orfebrería renacentista, colocada sobre una carroza, arrastrada con sigilo por cuatro sacerdotes sobre el pedregoso pavimento; amén de todas las autoridades civiles y eclesiásticas.
 
La estampida de los cohetes, fue respondida por los repiques de las campanas de toda la ciudad, las palomas en desbandada ponían la nota blanca sobre un cielo límpido y añil; la procesión iba tocando a su fin, bajo el arco de palacio bordeando los tapices de Bruselas que aligeraban el peso de los muros catedralicios.
 
Todo el boato de la iglesia católica, había salido a la calle para festejar el Corpus Christi.
 
Él observaba a la niña con sus ojos como platos, sin dejar de mirar a su mujer que chispeaba sentada disfrutando de aquella mañana soleada de junio a la sombra de un plátano junto a la imponente iglesia de San Idelfonso.
 
Lejos quedaba aquel día, también luminoso, cuando siendo niño, sus padres le llevaron a ver la misma celebración en Toledo; pero él ya no era el mismo; sus ojos se clavaron en los suyos aunque no se cruzaran sus miradas.
 
La niña seguía absorta gozando del derroche de color, de olor..., siguiendo las indicaciones de su madre.
 
¡Ojalá!, cuando el tiempo pase y sin duda pasará para ella, siga recordando aquel día lejano en que sus padres quisieron que conociera aquella fiesta religiosa; yo lo sigo haciendo con verdadero placer y lo más importante es que continuo emocionándome, sintiendo que mis ojos chispean ante lo que veo.
 
GREGORIO GIGORRO
"Roma"
Acrílico y tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 23 x 37,5 cm



En Aranjuez a 29 de junio de 2014
 

jueves, 26 de junio de 2014

¡Ciao Roma!



Era una mañana soleada y risueña, salió a beberse la ciudad que estaba a sus pies. La luz iba desparramándose, inundándolo todo, realzando el soberbio conjunto arquitectónico, mezcolanza de estilos fruto y testigo de tiempos pasados.
 
Bajó y subió escalinatas, cruzó puentes, entró en las iglesias, salió de los palacios, se refrescó en las fuentes y ascendió hasta los miradores enjaezados de esculturas y jarrones; poblados por enjambres de turistas.
 
La noche se convirtió en un espectáculo lujurioso, donde las apretadas estrellas pugnaban por brillar sobre las cúpulas,  las ruinas de los templos, las torres; salpicados de tanto en tanto por adelfas, cipreses y palmeras.
 
Se quedó embelesado y se rindió por el cansancio. De pronto, una voz gritó: "Marcelo, vieni qui", procedía de una fuente muda a esas horas, al igual que los dioses y animales marinos que la adornaban.
 
Lentamente, se despertó. ¡Por fín, estoy en Roma!
 
GREGORIO GIGORRO
"La espera"
Tinta y acrílico sobre cartón
Firmado  y fechado en 2014
Medidas: 35 x 49 cm



En Aranjuez a 27 de junio de  2014
 

sábado, 21 de junio de 2014

Linda



¿Qué quieres beber?, tus ojos, le respondió él; su sonrisa al hablar distraía la hinchazón bajo esos luceros azules, hartos de aguantar las impertinencias de una clientela, digamos, poco fina. Linda, trabajaba hasta las tantas, detrás de la barra de un local al borde de una carretera general, para conseguir enviar más dinero a sus hijas y a sus padres, quienes les cuidaban en el lejano Brasil, mientras que ella se abría paso como modelo en Europa, o al menos, eso les decía cada vez que se comunicaban. Él, había llegado a esa edad en la que te aparcan como profesional estando aún lúcido, pero que gracias a una buena jubilación podía llevar una vida holgada después de dar sus mejores conocimientos y buenas relaciones en el mundo del espectáculo, precisamente sobre ese mundo había girado su trabajo. Dejó su ciudad, una buena mañana; viudo con hijos mayores y sus respectivas familias, el caso es que no parecían tener tiempo para su padre, por lo  tanto nada le ataba a el lugar que le vio nacer; cambió los aires alegres del sur por los de una gran ciudad situada en la meseta; sin  rumbo, pues no conocía a nadie pero sin embargo tenía unas ganas locas de  seguir viviendo.
 
Cuando el calor aprieta en esas noches en que los grillos pueblan el aire pringoso, aparcó el coche frente a un bar de potentes focos rosas; entró y se dirigió hasta el fondo, donde una chica morena de grandes ojos como el mar, le miró fijamente, se pidió un whisky con hielo sin apartar su mirada de la de ella, tenía buena pinta, con un aire distinguido que la apartaba de sus compañeras de curro, pintarrajeadas como puertas y con atuendos reducidos a la mínima expresión.
 
 
Acabó su consumición y le preguntó su nombre -Linda- le respondió, bajo su mirada envuelta en el humo  y las voces que colmaban el bar.
 
Hasta mañana, le dijo él.
 
                                                                        Continuará...

GREGORIO GIGORRO
"Equilibrio"
Tinta y acrílico sobre papel
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 14 x 28 cm



En Aranjuez a  21 de junio de 2014
 

domingo, 15 de junio de 2014

A pies juntillas


Si fuera un árbol, sería una palmera porque siempre mira al sur, además no importa que le despeine el viento.
 
Si fuese un ave, elegiría ser golondrina, pues se acuerda de su infancia, las encuentra frágiles y gráciles formando círculos cuando cae la tarde.
 
Si fuera una planta, preferiría ser un junco, siempre que llega el caso se cimbrea, está fresquito y es un alivio al llegar los calores.
 
Si fuese una flor, por la mañana querría convertirse en rosa, aunque tenga espinas, mientras por la noche en un jazmín; le encanta su fragancia embriagadora.
 
Si fuera una canción, le tocaría el turno al bolero, es el alegato más elegante acerca del desamor; siempre le cantaba uno a su hijo siendo pequeño.
 
Si fuese un calzado sería unas sandalias de tacón alto, con los dedos pintados al aire.
 
Si fuera una prenda de vestir sería...
 
Buenos días, Princesa, ¿Con qué estabas soñando?




Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"La excursión"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 1998
Medidas: 116 x 89 cm





En Aranjuez a 15 de junio de 2014

 

miércoles, 11 de junio de 2014

Bonito



Bonito es todo aquello que nos agrada, nos gusta, que disfrutamos cada vez que está ante nosotros, lo relacionamos con lo bueno y opuesto a lo feo; también con el concepto de bello aunque en este sentido dicho término lo encontramos digamos más elevado.

Pero también es el nombre de un pescado, el bonito, ni muy grande ni muy chico, de color plateado, recorrido por unas franjas longitudinales, de carne rosada y muy rico cuando se sabe cocinar; en otros idiomas el nombre de dicho pescado no es ni la mitad de bonito, perdón, otra vez por la palabrita.

La lengua de Cervantes posee un montón de sinónimos para designar una misma cosa, objeto o situación cualquiera que sea, lo que la convierte en algo muy sabroso, a la hora de establecer relaciones de toda índole entre los millones y millones de hispanoparlantes en todo el mundo.

Sin duda, la prolífica producción tanto en la literatura, el cine, el teatro, la música hecha en nuestro idioma ha concitado el interés creciente por su aprendizaje en cualquier parte del planeta, sin olvidar los éxitos obtenidos en el deporte así  como en la canción, llevados a cabo por profesionales no sólo españoles sino también por iberoamericanos y de otros países.

De cualquier modo hay que considerar que todo vehículo de comunicación creado por el ser humano para entenderse parte de la arbitrariedad, si bien la raíz viene de lejos, es decir nuestras fuentes son griegas y romanas. Por poner unos ejemplos, el museo, lugar donde se guardan obras de arte, se llama así porque en la antigua Grecia, frente a dicho lugar se encontraba la estatua de un héroe llamado Museo, o sea que si su nombre hubiera sido Facundo, pongo por  caso,  para ver pintura iríamos a un Facundo, así Mecenas, personaje de la antigua Roma, protector de los artistas, si se hubiera llamado Colomino, pues a los personajes que ayudan a los susodichos se les designaría por extensión con dicho vocablo; ni que decir tiene que la enumeración de casos sería interminable.

¿Porqué llamamos mesa a una mesa  y no coche y a éste gato y al felino, paraguas y éste corbata y así sucesivamente?, sería un galimatías impresionante.

Ya que nuestro código de relación existe y se fija en la Real Academia de la Lengua, aunque está continuamente en constante evolución como la vida, es de  recibo aprenderlo en profundidad y hablarlo con propiedad,  en este  sentido  la lectura y la escritura ayudan considerablemente; por no hablar de la variedad de matices y acentos que aportan todos los países hispanoparlantes, me viene a la memoria la dulzura de  los mexicanos al hablar o de los colombianos,  todo ello enriquece una  barbaridad, además en nuestro caso la cultura árabe entre otras ha enriquecido nuestro vocabulario llenándolo de vocablos sugestivos,  como almazara, jazmín, jacaranda...

Las  palabras hablan por si solas, cuando se pronuncian en un tono delicado alejado de la sobriedad castellana, destilan calma  y música en el oído, son bonitas, perdón.

Para no cansaros más, os diré que cuando uno se encuentra en Iberoamérica, siente que lo hispánico está partido en dos, es decir somos parte de un todo.

Como  decía Gabriel García Márquez, "No hay otro mundo al que nos podamos mudar".
 
GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Bajo la parra rojiza"
Acrílico sobre papel Arches
Firmado  y fechado en 2007
Medidas: 40 x 30 cm




Aranjuez a 11 de junio de 2014
 

domingo, 8 de junio de 2014

¡Corre, corre caballito!


Imposible, cómo va a correr un animalito de madera, encima atravesado por el medio con un artilugio que le cruza todo el lomo, cual equino de feria, ¡pues no, de ninguna manera!
 
Lo cierto es que la propia postura del animal, invita a pensar que está saltando una valla de un hipódromo cualquiera. Da igual, él lo protegía con mimo, mientras el caballito se encontraba resguardado dentro de una bolsa junto a su nuevo amo, agazapado en el vagón de un metro, atestado a esas horas, se decía: "Es curioso, hace tan solo un rato no tenía esta preocupación, es decir, hacer llegar sano y salvo a este cacho de madera sacado de un contenedor, de esos donde se desecha cualquier pieza por no importa que nimio desperfecto, este mundo es así. Todo ocurrió porque al abrir la puerta, lo vio junto a otro que era su gemelo, bajo una mesa y exclamó: "¡Qué caballos tan bonitos!", repentinamente la dueña se lo ofreció, pero se negó de entrada aduciendo que no podría mostrar sus impresiones sobre todo lo que veía si la respuesta era esa; la verdad, no le parecía bien.
 
Al final, claudicó y llegó a su casa, al otro mundo, ese donde el ruido lo ponen los pájaros por las mañanas y los grillos por las noches. Pronto le encontró un sitio adecuado y se lo regaló a ella; allí sigue el animal quieto, aunque él siempre piensa que puede saltar volviéndose a ver en aquel tiovivo al lado de su hermano pequeño, rodeado de caballos que sujetos por  barras coloreadas, atravesaban sus lomos gordinflones, subiendo y bajando sin parar de dar vueltas, y saludando a sus padres cada vez que les veían.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La jugada"
Acrílico sobre papel de estraza
Firmado y fechado en 1998
Medidas: 35 x 51cm


En Aranjuez a 8 de junio de 2014

sábado, 31 de mayo de 2014

Vestida de tul


Ella, miraba sin ver desde sus ojos azules, con su vestido pomposo de bailarina, con sus zapatitos rosas, como su vestido rosa, junto con otras tantas muñecas desde el escaparate, frente a la gran avenida por la que discurrían, como siempre un rio de gentes de miradas vidriosas, sin ver quizá, ensimismados en sus mundos, que se cruzan sin tocarse.
 
Ella, siempre quiso tener una muñeca, siempre, pero no llegó, hasta que su hija mayor, se la regaló, pasados los ochenta años; ya supo esperar.
 
Ellas, vestidas de forma ordinaria aunque aparentemente elegantes, arrastraban sus vestidos acompañadas por sus parejas con trajes embutidos que más bien parecían prestados, hasta la entrada principal de la iglesia, bajo la mirada pétrea de la virgen rodeada de ángeles; mientras esperaban la llegada de la novia, que por fin llegó como si fuera a una fiesta de verano, casi dispuesta a refrescarse en la piscina de un chalet en una calurosa tarde; nada más lejos de la intimidad que requería la supuesta celebración. En el interior, la elegante e inmensa nave parecía mucho más grande, quizá por el vacío, por la vacuidad de un espectáculo sin gracia, sin casi sentido.
 
Él, abre la portezuela de un despampanante coche negro y, ¿qué ve?, pues a ella vestida de blanco impoluto con su mirada clara, su franca sonrisa y su corona de flores blancas sobre su cabeza. Él, la apretuja colmándole de besos y le dice: "Buen día, princesita"; y da un portazo diciéndole sinceramente adiós con el brazo en alto, antes le ha entregado una caja con una preciosa muñeca, vestida de bailarina; a lo mejor no se esperaba ese obsequio, pero él cree que será de su agrado.
 
Ella, con sólo diez años recién cumplidos no ha necesitado tanto tiempo para mecer a esa muñeca que de golpe y porrazo ha abandonado a sus compañeras de vitrina, como tampoco, para recibir todos los regalos que en ese día le harán. Así es la vida.
 
Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"The treasure"
Acrylic on paper
Signed and dated in 2011
Dimensions: 30 x 50 cm


Aranjuez, 1 de junio de 2014
 

sábado, 17 de mayo de 2014

Celebración


Se encontraban sentados a la mesa preparada para la ocasión, mientras se agarraban con mimo las manos hablándose con ojos tiernos.
 
Abajo la plaza redonda les envolvía, ellos comenzaron a desmenuzar sabrosos recuerdos, entretanto las sombras cubrieron todo de ensueño, la noche se puso íntima como un patio de vecinos. El silencio campaba a sus anchas, solamente roto por el chorro monótono de la fuente y por el canto de algún grillo despistado. La luna, como una guadaña, rasgaba el firmamento y un montón de estrellas se desparramaron por doquier.
 
¿Qué quieres tomar? -El fresco-, le respondió ella.
 
 
GREGORIO GIGORRO
"Pilar"
Tinta y Acrílico sobre lino
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 40 x 40 cm





Aranjuez, 17 de mayo de 2014
 
 

domingo, 11 de mayo de 2014

Teatro


No era difícil imaginarse una representación teatral, sentado en aquel lugar magnífico, dos mil años atrás; sobre todo siguiendo las amenas explicaciones de la guía, que si no le gustaba el trabajo representaba estupendamente su papel.
 
El público engalanado para la ocasión se acomodaba según su posición social: las autoridades se situaban cerca de la escena, los solteros separados de los casados, los más pudientes vestidos de blanco, los niños acompañados por sus pedagogos y las mujeres a otro lado, así hasta completar el aforo.
 
Ha llovido mucho desde los tiempos de Augusto, pero el hecho, es que sigue siendo el escenario perfecto, cada verano y desde hace mucho tiempo, para celebrar el Festival de teatro clásico en la antigua Emérita Augusta.

La acústica es maravillosa, lo pude comprobar escuchando a un coro, que nos sobrecogió, sus voces dulces y rotundas resonaron bajo la imponente columnata, bellísima por cierto, de clara raigambre helenística; su forma longitudinal se contrapone al enorme graderío semicircular, justo en el centro de ésta se abre un eje perpendicular ocupado por un jardín florido bajo arquerías, por el que es fácil imaginar a los "escogidos" paseando al finalizar cada función. Ni que decir tiene que no siempre estaban presentes los autores clásicos, como Sófocles o Eurípides; cuando el público era el pueblo se representaban piezas que rayaban en lo soez; de cualquier forma desde los griegos, los dramaturgos se  ocuparon de hablar de los sentimientos más importantes, como el amor, los celos, el odio, el poder, la gloria..., y estos no han cambiado a grandes rasgos a lo largo del tiempo,por eso nos siguen importando tanto. Por  otra parte, el teatro no era puro "teatro", como decía el bolero; era el centro cultural de la época, al igual que el anfiteatro vecino de aquel. Era el lugar donde se expresaban los ideales del Imperio; en muchos casos los espectáculos eran pagados por una persona solvente (Auditor) que tenía otras miras más altas, por ejemplo, el hecho de subvencionar, hablaba de su buen nombre y le allanaba el camino para conseguir sus fines. Trajano, antes de llegar a ser emperador, llevó a cabo una serie de actuaciones públicas que mejoraron su imagen de cara a la plebe.
 
Roma supo extender su mejoras en todos los territorios conquistados, desde la red viaria pasando por las relaciones comerciales, la ingeniería, el arte, sin olvidar el Derecho, que sigue siendo primordial para nuestra sociedad. Pero el tiempo lo muda casi todo, hasta hacerlo poco reconocible; aquella esplendida ciudad como tantas otras, quedó sepultada permaneciendo dormida, hasta que en 1910 comenzaron las excavaciones, sacando a la luz el anfiteatro, el  teatro, el templo de Diana y numerosos vestigios de aquel pasado.

En los años 80 del siglo XX se procedió a construir el Museo de Arte Romano, de soberbia factura y con un importantísimo contenido en cuanto a las piezas custodiadas; pues bien al comenzar los trabajos de cimentación descubrieron una porción de un barrio de época augustea, con sus calles, casas, pavimentos, columnas...; imagínense que hubieran encontrado de haber continuado. Y es que Mérida está por descubrir, si vienes a verla, te deslumbrará, hasta tal punto que los desmanes cometidos con posterioridad quedan empequeñecidos ante la grandeza de los restos hallados. Sin ir más lejos, el embalse de Proserpina construido en aquel tiempo sigue abasteciendo de agua a la ciudad.
 
Como dice el dicho: "Quien tuvo retuvo"
 
GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Boceto para un foulard"
Acrílico, tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 75 x 25 cm


En Aranjuez a 10 de mayo de 2014