Él no paraba de fotografiar a los globos
multicolores que salpicaban la bahía aquella mañana soleada; ella de pronto le
tiró de la chaqueta con fuerza.
¿Qué quieres, Sara?, -le respondió
contrariado-
-Papá, en aquella roca hay una foca-
- ¿Qué dices?, no puede ser, le dijo-
-Mira allí, abajo, por favor, le insistió
la niña-
Él enfocó su mirada y para su sorpresa,
era cierto lo que su hija le decía.
Efectivamente por el periódico se
enteraron después que había llegado el animal,
montado en un inmenso bloque de hielo,
desgajado de un iceberg que se estaba deshelando.
Allá
por las regiones más gélidas de la tierra, ella que dormía tranquilamente
siguió con sus sueños horas y horas, a medida que su cama blanca se iba
desplazando hacía lugares más cálidos, hasta llegar a aquella ciudad plácida
donde los bosques frondosos llegaban hasta el mar dejando atrás montañas que
aparecían cuando la niebla se lo permitía.
Ajena
a todo, el animal no paraba de zambullirse en el agua una y otra vez;
encaramada en la roca disfrutaba del sol, de los vuelos de las gaviotas que
sobrevolaban la playa, todo debía de ser un acontecimiento para ella pues de dónde
venía no había ni color, ni olor, ni ruido.
Ahora
pienso qué van a hacer las focas después de comer sino dormir sin parar; tiempo
para soñar no le faltaba. ¿Quién le iba a decir a ella que compartiría portada
junto al campeonato de globos celebrado ese mismo día a bombo y platillo?
Cuando
menos te lo esperas la vida te da sorpresas.
GREGORIO GIGORRO "Aranjuez nevado" Acrílico sobre cartón Firmado y fechado en 2021 Medidas: 40 x 30 cm En Aranjuez a 4 de abril de 2021 |