Si las palabras nacen gastadas y manoseadas,
cómo explicar el murmullo del arroyo
recorriendo todo lo largo del camino,
bordeado por robustos olmos
bajo la sombra rayada de éstos sobre el suelo,
el amarillo que parece más vivo
en contraste con el verde de la arboleda,
al fondo el imponente monasterio
recortándose bajo el cielo limpio,
cómo transmitir el calor sofocante de la tarde,
el silencio inmenso roto por las cigarras
que no cesan de cantar,
cómo las calles desiertas de un pueblo blanco
mientras duerme la siesta,
el gusto que daba meter los pies en el agua fría
sin parar de manar de unos hermosos caños de forja,
la sensación al ver que todos los girasoles
parecen mirarte por encima del hombro.
Hay que sentirlo, vivirlo y guardarlo
porque la calma y la belleza son efímeras
pero profundamente intensas
y eso siempre sale a cuenta.
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Uclés (Cuenca) Verano 2025 En Aranjuez a 1 de septiembre de 2025 |