Me moría de ganas de verte,
era un amasijo de nervios
hasta que me decidí, mi cabeza daba vueltas sin parar,
ahora estaba delante del mostrador repleto de pasteles,
detrás la dependienta extrañada por mi comportamiento,
yo, paralizada, no me atrevía a pedir
ni una palmera.
Tus ojos se clavaron en mi,
sentí que me esperabas,
Nunca quise a mi marido, me llevaba bien, eso sí.
Tú eres la razón de mis desvelos, mis deseos
sin embargo después de un rato,
salí de allí asustada,
corrí, y corrí hasta quedar exhausta.
Pasado el tiempo, tú sigues en el mismo sitio, casado con la misma,
yo viuda carcomida por el miedo,
más sola que la una,
¡Y solo se vive una vez!
GREGORIO GIGORRO Boceto para bandeja Año 2020 En Aranjuez a 17 de marzo de 2024 |