Mientras caminaba por el borde del andén, ajeno al ruido de los trenes y del tropel de gente con la que se tropezaba, sin rostro para él; volvió a sentir sus pies descalzos, calientes sobre la fina arena.
No cesaron de correr a duras penas, dejando atrás la fila de casas armoniosas, las palmeras despeinadas, los naranjos, las adelfas rosas; ahora frente a ellos se extendía una llanura fina y plateada, salpicada por algún que otro velero.
El mar estaba sereno, se dejaban acariciar por el sol amarillo y por el azul del cielo. Entornando los ojos sentían las olas que lánguidamente les lamían los pies, se encontraban la mar de bien.
De repente, abrió los ojos, ¿qué haces aquí?
El gato que tenía enfrente -le respondió: igual que tú, soñar, yo he soñado contigo y tú sentiste que era el mar azul con patas. Nada más.
GREGORIO GIGORRO "Dando palmas" Bolígrafo y papel 2022 En Aranjuez a 2 de enero de 2022 |