Cruzaba la plaza con el capazo como casi todos los días.
Una mañana al hacer la misma faena, un resplandor le dio en la cara, miró hacia arriba; desde el campanario de la torre, alguien le hacía señas. Siguieron las señales y continuó su paso a la iglesia abierta a deshora.
No supo porqué, el caso es que subió las escaleras de dos en dos, hasta llegar jadeando al campanario, abrió la puerta con decisión y allí, estaba él, esperándola con su mejor sonrisa; se abalanzó y se comieron a besos, sin decirse ni pío.
Así que todos los días, ella se mostraba solicita para salir a hacer la compra.
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GREGORIO GIGORRO "Antonia" Óleo sobre lienzo Firmado y fechado en 1981 Medidas: 35 x 27,5 cm
En Aranjuez a 24 de agosto de 2015 |