Duérmete contando estrellas, es mejor que hacerlo con ovejas, siempre se corre el riesgo de que sean muchas y se despierten balando, todas a la vez.
En el otro caso, aunque el firmamento esté preñado de ellas, son más discretas e iluminan la negra noche si no hay luna, además es mucho más sugestivo sentir sobre tu cabeza millones y millones de mundos lejanos y relucientes imposibles de alcanzar.
Duérmete contado estrellas, desde el silencio inmenso que da esas horas, puedes llenarlo con un montón de historias de seres ajenos a ti, o cercanos según se vea, a veces los humanos, no todos son agraciados al nacer con la caída de algún astro en su vida, de una buena estrella; no es lo mismo tener a la susodicha que estar estrellado, por ello con cierta frecuencia esos mundos fantásticos se encuentran más cerca de lo que pensamos; probablemente alguien con chispa, con estrella, se haya sentado en el autobús, te haya sonreído o te haya hecho algún favor..., mil cosas, pero quizá no te has dado cuenta. Claro, pensarás, ellas están allí en lo alto, suspendidas, ingrávidas, ausentes.
¿Cómo voy a disfrutar de una de ellas, aquí abajo?
GREGORIO GIGORRO "Nosotros en un interior" Óleo sobre lienzo Firmado y fechado en 1997 Medidas: 1,30 x 60 cm |
Felices sueños.
Aranjuez a 29 de octubre de 2013