miércoles, 14 de octubre de 2020

Comer de lo lindo

Las flores necesitan agua y estiércol para vivir, lo mismo que un coche precisa de combustible para arrancar; nosotros necesitamos alimentos que nos nutran, preferentemente por la mañana para encarar mejor el día, probablemente un gran día, a lo mejor el último.

Dichos alimentos deben ser saludables, de esos que saben, huelen, te sientan bien, sin necesidad de leer en un envase el sabor que contienen, si te sientas a degustarlos es bien distinto que, si vas como loco, las prisas no son buenas y el estómago al final se resiente.

Me pregunto que toman muchas personas cuando desayunan; no sé, no sé, pero lo que sí sé, es que les sientan fatal, sobre todo a tenor de los acontecimientos porque se toman decisiones carentes de toda lógica y sentido común, quizá haya cierta relación entre lo que se come, se piensa y se siente. Si una persona duerme mal al otro día se levanta de mal humor y lo paga con el otro, si ocurre lo contrario se lo suele guardar en vez de alegrar la vida al prójimo, es recurrente lo de... ¡Qué buen día va a hacer hoy!, no te preocupes le responde el otro, seguro que viene alguien y lo jode.

A la vez se habla mucho de la ayuda, de la implicación social, de la solidaridad y demás temas candentes mientras somos peor educados, más malhumorados que nunca y más desquiciados.

Y es que el ser humano quiere a sus semejantes, pero los quiere cuanto más lejos mejor.


GREGORIO GIGORRO
Bodegón


                    En Aranjuez a 14 de octubre de 2020

domingo, 4 de octubre de 2020

Ahí queda eso

 No es moco de pavo que se hayan dejado de ingresar más de ocho millones de euros en concepto de entradas en el Museo del Prado durante la pandemia que nos asola; no es el único ejemplo, pero sí el más señero.

Dicho Museo recibe del Estado una cantidad que no cubre ni el salario de su plantilla, sin embargo, era casi autosuficiente debido a la taquilla, eventos, audioguías y demás apartados, pero la situación ha cambiado para él y otros muchos museos debido a la falta de turismo, por ello precisarán mayor ayuda estatal o privada.

Pensaba todo esto mientras disfrutaba del retrato de la familia de Carlos IV, gran admirador del artista, así como la Duquesa de Osuna, la de Alba entre otros nobles.

Y continúo con la Adoración de los Reyes de Rubens que acabó en manos de Felipe IV habiendo pertenecido antes a don Rodrigo Calderón; gracias a este rey la colección de pintura del pintor flamenco es la más numerosa del mundo y se custodia aquí, además de la nutrida muestra de la escuela italiana, véase la cantidad de Tizianos que atesoró Carlos V y amplió Felipe II, por no hablar de la obra de Velázquez, Murillo, Ribera y tantos pintores de una reseñable genialidad; todo ello comprado y pagado por los monarcas de cada época, aunque esta tradición se remonta a Isabel I de Castilla, buena muestra de ello se puede admirar en la Capilla Real de Granada.

Con el tiempo todo ello se convirtió en las Colecciones Reales y a partir de 1819 bajo Fernando VII se materializó en este templo de la belleza.

Después de pasear por la galería central, de cuyos muros cuelgan lo más granado, salieron por la puerta de Goya, la tarde era soleada, la plaza estaba vacía, sin guías turísticos, ni vendedores de recuerdos, tampoco taxis esperando clientes, ni gente variopinta que va y viene con acentos de otros lugares, cuatro gatos como quien dice.

También afuera hay muchas personas que han dejado de ingresar en sus arcas pues este templo genera alrededor mucha riqueza, mucho bienestar.

Antaño la trascendencia de la vida era primordial, nada se hacía a corto plazo, lo que se realizaba era para perdurar, por eso podemos ver esta colección, disfrutarla, nosotros y los que vengan, sin olvidar que fue la monarquía el principal artífice del mejor museo de pintura antigua del mundo.

Ahí queda eso.

 

GREGORIO GIGORRO
"Un lugar para soñar"
Tinta y acrílico sobre papel
29,5 x 40,5 cm
Firmado y fechado en 2011


En Aranjuez a 4 de octubre de 2020

                                                        

jueves, 1 de octubre de 2020

Juanita

Desde que llegó no se ha movido del sitio, ni falta que le hace,

tampoco te mira ni a mí ni a nadie,

está a lo suyo por más que la mires y la admires,

es una muchacha joven, agitanada, vestida con un mantón de tonos 

 rojizos que resaltan su tez, tiene suerte siempre será joven,

nunca sabrás lo que siente, piensa o le preocupa, qué se yo,

podría llamarle cualquier nombre, pero la llamo Juanita,

no sabré nunca como es su voz

pero para decir idioteces como todos decimos

está mejor así, pues de lo contrario sería un susto si lo hiciera,

y no estamos para más sobresaltos,

 así que su sola contemplación me reporta paz y nada más, 

lo demás es rizar el rizo.

+



                                       GREGORIO GIGORRO

                                                         "La pareja" 2013

                                                          Tinta y acrílico sobre papel de embalar

                                                           50 x 40 cm



    En Aranjuez a 1 de octubre de 2020