jueves, 13 de julio de 2017

Una pareja particular (Segunda parte)



En otro orden de cosas estaba su trabajo, tampoco le proporcionaba la pretendida calma, ya que había mucha presión, excesiva preocupación por las ventas, obsesión por ser los primeros exportadores de atún, después de tres generaciones.
Su hastío iba en aumento, se mentía sin lograr engañarse ni con su trabajo ni con su situación amorosa, que se podría tachar de cualquier cosa,  excepto de aburrida.
En una de las trifulcas con Gonzalo mientras aparcaba el coche al dirigirse a una fiesta como tantas otras, golpeó al vehículo de atrás, se paró en seco y mirándole fijamente le gritó: -Bájate ahora mismo, largo de mí-
Él  boquiabierto, acertó a decir: -Querida, ¿qué te pasa…?-
-Yo no quiero ser solo tu querida, adiós- le respondió secamente.
Arrancó con furia sin mirar,  corrió  escoltada por las estrellas  dejando atrás el bullicio y las luces de la ciudad hasta sentarse frente  al mar, lloró con desconsuelo. Aquella noche no pegó ojo, estaba muy alterada, el resto de las vacaciones las pasó cabizbaja, habló poco, comía menos aún; al regresar al trabajo sus colaboradores la notaron distraída, poco concentrada, con la mirada perdida.

Todo aquello que había sido primordial para ella, empezó a perder importancia, el tiempo transcurría sin responder ni siquiera a las llamadas de Gonzalo, aunque quedaban rescoldos, no sentía el deseo de reavivar aquel fuego.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Desde lo alto"
Técnica mixta sobre tabla entelada
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 24 x 19 cm


En Aranjuez a 13 de julio de 2017

viernes, 7 de julio de 2017

Una pareja muy particular


Sus ojos claros destilaban toda la calma de este mundo. Lejos quedaban los días de vértigo, plagados de citas ineludibles, cenas de negocios, compromisos forzosos; de todo lo que no sabía a casi nada. Hacia tiempo que se daba cuenta de su insatisfacción, del vacío interior cada vez más profundo.

Marta, la primogénita de cuatro hermanos, pertenecía a una familia de la alta burguesía; nada le había faltado aparentemente: una crianza entre algodones, una educación esmerada, sus relaciones de nivel alto, le aseguraban un brillante porvenir en la empresa familiar.

Pronto comenzó a trabajar, descollando encargos de responsabilidad. El mundo estaba a sus pies y a éstos pareció caer rendido Gonzalo, un buscavidas, crápula por demás, poseedor de un arrebatador encanto que le traía de calle, perteneciente  también a una acaudalada familia; lejos de acrecentar la fortuna de ésta, su existencia transcurría dilapidándola, engatusando a todo lo que llevara faldas.

En uno de sus escarceos, el galán cautivó a la joven, mientras tomaban  una copa en una discoteca en Ibiza, donde ella pasaba unos días de asueto en la hermosa propiedad familiar; rápidamente se prodigaron las citas de aquí te pillo  y aquí te mato de una relación más bien tortuosa, al poco tiempo ella noto el carácter escurridizo, su maestría evitando al mismo tiempo cualquier compromiso de pareja.

Prendada de sus encantos hacia caso omiso a las habladurías de sus allegados, desaconsejando una relación que no prosperaba; de vez en cuando aducía viajes repentinos, diversas ocupaciones, sucediéndose con demasiada frecuencia las ausencias. Esta situación le producía desasosiego, pues bebía los vientos por él aunque solo recogiera humo; estaba a punto de desquiciarse.

Continuará...


GREGORIO GIGORRO
"Boceto para cartel"
Acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2003
Medidas: 70 x 50 cm


En Aranjuez, 7 de julio de 2017 (San Fermín)

lunes, 26 de junio de 2017

La entrevista


Nadie, respondió a sus buenos días, 
ni el señor de aspecto tan impecable como displicente,
tampoco la señora de aire preocupado,
menos aún el calvo de gafas redondas con su abultada carpeta;
unos estaban absortos viendo el techo del ascensor, 
otros miraban de reojo el móvil.

Ella, sonrió al joven que llevaba un ramo de rosas rojas;
las prisas le hicieron dar un traspié en el maldito escalón,
y ahora ya repuesta reprimía los ruidos de sus intestinos, 
al final reventó un sonido chillón que les hizo ruborizarse.
Dijo -No importa, como estoy sola...
Se abrió la puerta y se fue tan campante a la entrevista.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Duende"
Óleo y tinta sobre lino
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 40 x 40 cm


En Aranjuez a 26 de junio de 2017




lunes, 12 de junio de 2017

¡Qué pena!


Un descuido, hizo que la colilla se convirtiera en una tea gigantesca,
en  un respiro el pinar frondoso, fue pasto de las llamas,
miles de seres vivos quedaron reducidos a cenizas.

El crujido de su pisada, 
dejó al caracol reducido a una pasta pringosa;
subió al coche, comenzó a llover, 
la luna se convirtió en una nube de goterones, dificultando la visibilidad,
pero siguió conduciendo, enseguida lució otra vez el sol, 
ahora tenía delante la carretera nítida y recta.

Por la radio daban cuenta del último atentado ocurrido, con pelos y señales.
Ah, menos mal que no ha ocurrido aquí y se quedó tan pancho.

Lo que no nos pasa, no existe,
vivimos en una burbuja, un desastre sucede a otro, aún más gordo,
sin poner coto a tanta barbarie;
miramos con demasiada frecuencia nuestro dedo, en lugar de ver las estrellas.
Así nos va, de pena, penita, pena.


GREGORIO GIGORRO
"El gato y el caracol"
Abanico, 2017
En Aranjuez, a 12 de junio de 2017

sábado, 3 de junio de 2017

Os esperamos...


Aire fresco es lo que os vais a encontrar, el próximo día 10 de junio de 2017 en el mercadillo de verano de la iglesia de San George en Madrid, de 11 de la mañana a 4 de la tarde.
Allí estaremos mi mujer y yo, con cosas bonitas, como abanicos, cuadernitos, tablas enteladas, bandejas medianas y grandes, láminas, mucha alegría y sobre todo muy buenos precios.
De eso no debe faltar en ningún acontecimiento que se precie.
Si estáis por Madrid, no dudéis en acercaros y así podremos conocernos personalmente.
Pasad un buen fin de semana,





sábado, 20 de mayo de 2017

El penúltimo tren


Corrió arrastrando la maleta hasta llegar exhausto hasta la estación,
no había un alma, solo las mortecinas luces le acompañaban,
se sentó sudoroso secándose las gotas que le caían en la bufanda.

Pasaban las horas lentamente, bajo el abrigo de la noche estrellada,
se mascaba el silencio, oteaba el horizonte sin ver nada más, 
que su silueta alargada a lo largo del andén desierto,
recorriéndolo una y otra vez a grandes zancadas.

Volvió a descansar, mirando a lo lejos la incipiente luz que aclaraba suavemente el cielo,
de tanto en tanto consultaba su reloj, y nada de nada,
de golpe y porrazo, el ruido veloz del tren, le arrancó una leve sonrisa, 
pasó frente a él sin parar otra vez más.

GREGORIO GIGORRO
"La  playa"
Acrílico sobre tabla entelada
Firmado y fechado en 2016
Medidas: 19 x 24 cm


En Aranjuez a 20 de mayo 2017

domingo, 14 de mayo de 2017

De andar por casa


Por mucho que quieras,
no podrás escapar de ti,
aunque te empeñes hasta la saciedad;
no conseguirás que la música sea escuchada por las fieras sordas,
hagas lo que hagas,
tu destino está escrito, eso si, no sé donde,
mientras haz planes o deshazlos pero con humor.

La verdad no tiene remedio,
sin embargo se puede llevar de muchas maneras.

Se levantó, abrió la nevera,
se puso agua en una copa y lentamente sintió, como el frescor llenaba su cuerpo,
sus ojos se clavaron en los de un gato,
pero éste veía algo en el interior, distinto de su dueño.

Placeres así, no hay quien te los quite.

GREGORIO GIGORRO
Abanico
Acrílico  y tinta sobre madera
Firmado  y fechado en 2012


En Aranjuez a 14 de mayo de 2017