domingo, 5 de julio de 2020

Ocurrencias


Si fuera un insecto sería una hormiga aunque también le gustaría ser una cigarra,
si pensara en ser un reptil elegiría a las ágiles e inquietas lagartijas,
sería un mastín si se convirtiera en perro, son fuertes además de tranquilos,
aunque también le gustaría ser un caballo, más concretamente de raza árabe,
siempre los asocia a Andalucía,
pero si fuera un pez no dudaría en ser un delfín, 
son elásticos, juguetones y solo les falta hablar;

pero sinceramente creo que lo que más le gustaría sería convertirse en un águila,

vería a todos los demás desde las alturas,
porque le encanta volar,
este ave sobrevuela más alto que el resto de las demás y en solitario.


GREGORIO GIGORRO
"El vuelo"
Abanico






En Aranjuez a 5 de julio de 2020

domingo, 14 de junio de 2020

Contratiempos



Le tiemblan las manos,

las alas de ángeles se le han roto,

además de cojear con un pie,

lo que hace que su paso sea indeciso,

su hablar es sereno, aunque lento,

pero lo peor es la hondura de su amargura,

es un pozo profundo, como su sueño,

no le gusta la cruda realidad,

quedándole inteligencia para comprenderlo,

lo suyo es el ensueño,

sabe que no puede huir,

por eso quiere sanarse,

porque sabe que la necesitan los suyos,

por lo tanto, lo suyo es ponerse buena,

y el tiempo con un certero tratamiento lo cura todo,

bueno casi todo.


GREGORIO GIGORRO
Bosquejo de mujer a bolígrafo
2015



En Aranjuez a 15 de junio de 2020


miércoles, 10 de junio de 2020

Un elenco sin igual

El éxito de Encarna y sus Pulgarcitos era clamoroso, no importaba el pueblo o ciudad donde actuasen, Braulio era un relaciones públicas muy eficiente y afectuoso, junto a su mujer miraban por el negocio y el bienestar de la compañía; al no tener hijos los siete componentes eran su única familia.

Desde abril hasta octubre la gira era continua, recorriendo toda España, su espectáculo era variado, a base de bailes, mucha copla, representaciones teatrales muy jugosas que alternaban con corridas de becerros, números de circo; intentando renovarse siempre, para ellos el público era sagrado pues de él comían y muy bien.

Aquella actuación era la última de la temporada, fue el broche de oro; cenaron en la Traca de órdago, más tarde llegaron las copas, bromas, risas y a dormir a pierna suelta en el mismo establecimiento pues era el hotel de aquel pueblo conquense. 

Al otro día al despertarse todos se quedaron patidifusos, los Pulgarcitos dejaron de serlo habiéndose convertido en hombretones como castillos excepto Encarna que ya de por si era alta, nadie sabía que hacer, parecía el fin de la compañía; artistas, técnicos, decoradores, transportistas, un montón de personas se quedaban sin blanca, ¿qué podría haber ocurrido?, el hecho es que aquella noche los niños que cenaron con sus padres allí también habían crecido desmesuradamente.

Después de las pesquisas pertinentes se enteraron de que por equivocación las vitaminas para las gallinas del dueño del local, que ponían huevos pequeños porque ellas eran bajitas, las habían echado en aquella cena.

Pero eso no solucionaba la papeleta, sin embargo, cavilaron y cavilaron, a grandes males grandes remedios.

Pepín, el pulgarcito con más desparpajo propuso que a partir de ahora debido a su nueva apariencia serían boys y estríperes que se dejarían sus huesos por conquistar a Linda antes Encarna; cambiaron las novilladas por las exhibiciones a caballo, las coplas por los boleros tuvieron más presencia los chistes, el musical...

Así renació la compañía con nuevos bríos, antes morir que resignarse y es que Dios aprieta, pero no ahoga.

 

 



GREGORIO GIGORRO
Bandeja El Circo
Material: Melanina
Fabricadas en Valencia (España)



En Aranjuez a 10 de junio de 2020





 

lunes, 1 de junio de 2020

Error de bulto


Estela de los Ángeles Reyes Magos, dio un susto de muerte cuando pasados dos meses largos regresó a casa de sus padres después de haber sido dada de alta en el Hospital general de Guayaquil. La familia se encontraba celebrando el cumpleaños de su padre con sus cuatro hermanos e hijos.

La madre al abrir la puerta se quedó estupefacta, porque la habían dado por muerta, tanto es así que le habían entregado sus cenizas.

Después del sobresalto cuando se presentó en el comedor se inundó de abrazos, lloros, gritos de alegría y un gran desconcierto; dirigiéndose a su padre le obsequió con una pipa, sabía que las adoraba.

- Ésta es mi Estelita- dijo emocionado con lágrimas en los ojos.

Se sentó a la mesa, repleta de manjares, saboreando lentamente todo, como si volviera a nacer, no era para menos; recorría cada detalle, cada rincón de la estancia; reparó en una copa plateada colocada sobre la chimenea.

¿Qué es eso? -preguntó intrigada- su madre le respondió gravemente.

-Son tus cenizas hijita, bueno eso nos dijeron.


GREGORIO GIGORRO
Abanico
Acrílico y tinta sobre madera
Medidas: 19,5 x 39 cm
Firmado y fechado en 2001


En Aranjuez a 1 de junio de 2020



jueves, 28 de mayo de 2020

Ligero de cascos

Es un potro desbocao que no sabe a dónde va,

retoza, galopa, salta hasta volar,

busca a la yegua sin cesar,

cualquier lugar es bueno para revolcarse,

el monte cerca del río bajo las estrellas,

con tormentas, con truenos, con sequía;

el caballo crece, la sangre le hierve,

la vida pasa sin detenerse,

el otoño llega para todo el mundo,

comienza el cansancio, los deseos se suavizan,

la marcha se aminora,

para él y para su hembra,

un día de frío invierno,

se sentarán a descansar,

cansados de tanto subir o bajar cuestas,

se mirarán con calma y ternura,

por fin dormirán para no despertar.

 


GREGORIO GIGORRO

GREGORIO GIGORRO
"Lola y las flores"
Acrílico sobre papel
Medidas: 50 x 40,5 cm
Firmado y fechado en 2020

                                                        


                                                            


En Aranjuez a 28 de mayo de 2020



                                                                
                                                                

                                                                                            

                                                                                        




 

lunes, 25 de mayo de 2020

Carta a Ana

Sé que no hay consuelo para ti, ni para el padre de tu hijo,
yo soy padre, la primera vez que toqué el vientre de mi mujer me conmovió,
estábamos sentados bajo la cúpula de San Lorenzo y sonaba el órgano;
sentir a un nuevo ser dentro de ti lo cambia todo,
todos hacemos lo imposible por nuestros retoños,
sin darte cuenta eres más generoso, mejor persona,
sé que habéis luchado sin cuartel así que no hay nada más que hacer,
la vida y la muerte están escritos en tus ojos, en tu boca...
en todo nuestro ser,
es un desgarro, estarás hecha jirones, tú existencia será un ir y venir de grisuras,
de luces, de ausencias, de silencio,
pero también de esperanza, Ana,
por muy negro que lo veas ahora, más pronto que tarde el sol saldrá,
tú eres entrañable, cercana, alguien familiar para todos nosotros,
has demostrado tener un coraje fuera de serie como tantas otras madres
que no sin haber enterrado a sus hijos no han podido disfrutar de ellos como hubieran deseado,
si cien veces te caes, cien te has de levantar por mucho que cueste,
te envío ánimo a raudales y todo nuestro cariño.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
Boceto para Pilar
Óleo sobre lienzo
Medidas: 46 x 38 cm
Firmado y fechado en 2020



En Aranjuez a 23 de mayo de 2020

lunes, 18 de mayo de 2020

Magdalena



Era una niña pizpireta, risueña y un poco mimadase había criado en el pueblo al cuidado de sus abuelos en una casa vieja, grande y de piedra, con un montón de habitaciones y muchos trastos donde poder esconderse e inventar mil historias, imaginación no le faltaba.

Además del caserón había un jardín florido sobre todo en primavera y una huerta enorme, donde los pepinos, tomates, acelgas y  lechugas se mezclaban con los perales, manzanos, nísperos y demás frutales.

En las noches de verano cuando se sentaban al fresco los abuelos le contaban historias, con el run run de los grillos y el cielo cuajado de estrellas, rodeando a la luna resplandeciente en lo alto hasta que se quedaba completamente dormida; entonces su alma vagaba con esas alas sin iguales, sin cortapisas, libre como el viento.

Una noche soñó que se marchaba a la luna a sembrar sandias, ni más ni menos,
probablemente había visto plantarlas a su abuelo; pensó que si en la tierra las comían por qué no allá arriba habría otros seres hambrientos y sedientos pero diferentes a nosotros, seguro que le gustarán las de mi abuelo porque son las mejores.

Lena, -hija, venga que ya es hora de irse a la cama, le decía su abuelito, -mañana más; y al otro día seguiría encontrando un tesoro en el pajar, un saltamontes sobre una manzana, descubrir una rosa que ayer no se había abierto o cualquier cosa, todo era una sorpresa.

A esa edad, las mesas pican, los cuadros hablan, tu padre es el más fuerte, tu madre la más guapa,
te sientes seguro, ¿qué más puedes pedir?


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Isabel con cinco años"
Pastel sobre papel canson
Firmado y fechado en 2005
Medidas: 32,5 x 23 cm



En Aranjuez a 18 de mayo de  2020