domingo, 27 de junio de 2021

El valor

 

Don Manuel Godoy comenzó su carrera galopando a lomos de un corcel en los jardines de palacio bajo la mirada atenta de su majestad María Luisa de Parma, quien no perdía ripio ante el garbo del apuesto jinete a la sazón guardia de corps de los reyes, quienes le colmaron de cargos, honores y prebendas, llegando a emparentar con los Borbones por su matrimonio con Doña Teresa de Borbón y Vallabriga; el primer ministro mostró debilidad por las obras de arte, ello tuvo un fuerte impulso cuando Carlos IV ordenó la permuta de su valido por las casas antiguas de María de Aragón incluidos los cuadros pertenecientes a la corona, en solo dieciséis años llegó a poseer mil cien cuadros custodiados en los palacios de Buenavista y Grimaldi en Madrid ; la caída de Godoy a partir de 1808 supuso la desintegración de la colección almacenada en el desaparecido convento de San Felipe en los aledaños de la Puerta del Sol, dependiente de la Academia, donde acabaron la mayor parte.

De hecho, un documento de dicho organismo fechado en 1824 revela la presunta obra de Caravaggio que iba a ser subastada hace poco en una conocida sala de subastas madrileña, perteneció al valido de Carlos IV.

Evaristo Pérez de Castro presidente del consejo de ministros de 1838 a 1840 consiguió esta pieza a cambio de un San Juan Bautista de pie de tamaño natural adjudicada a Alonso Cano, el Ecce homo hoy perteneciente a la familia Pérez de Castro Méndez nos sitúa en la polémica de la pieza y su autor por cuanto ante la inminente venta por un precio de salida en subasta se hicieron eco los entendidos en la materia toda vez que figuró en el catálogo de dicha subasta, interesándose en adquirirla un consorcio de anticuarios parece ser por 20 millones de euros; lógicamente el mismísimo Museo del Prado no fue ajeno a ese interés. Actualmente la obra está custodiada por la firma de anticuarios Colnaghi para su estudio, expertización y autoría.

Si salió a la venta por un precio inferior a 2000 euros y se llega hablar de mucho más de 50 millones de euros, ¿Cuál es su valor si finalmente su autor es Miquel Angelo Merissi Il Caravaggio? ¿Cuál es el valor de las cosas? ¿De qué depende? 

"El precio es lo que pagas, y el valor es lo que recibes a cambio"- Warren Buffy

 

 

lunes, 21 de junio de 2021

RESUELVE

Problema: 

Hay sesenta y nueve ranas buceando, diecisiete suben a la superficie,

¿Cuántas ranas quedan en el fondo? Todos los niños se ponen a la tarea, mirando la hoja en blanco, sacando punta a sus lápices o cuchicheando con el compañero; todos excepto uno sentado al final que sonríe y entorna los ojos garabateando distraídamente en la mesa.

La profesora le observa muy atenta, se acerca sigilosamente y le pregunta, 

Juanito ¿sabes la respuesta?

Él muy serio le responde -Pues son cincuenta y dos las que no suben-

Muy bien, muy rápido, le dice ella.

-Gracias señorita le dice sonriendo y continúa diciendo,

-Yo creo que las que faltan se han quedado a cuidar de los renacuajos o a lo mejor juegan con los pececillos de colores o se hacen collares con las algas o simplemente se sientan tan a gustito sin escuchar ningún ruido o...

-¿Y por qué sabes todo eso?- Le interrumpe la profesora,

el niño le responde resuelto -Pues porque mi padre cuando me lleva a una fuente donde hay un estanque muy grande me enseña todo lo que hay allí; y entre otras cosas hay ranas, pero también lagartijas, mariposas, avispas...y hace mucho calor, pero al lado hay unos árboles grandes, grandes pero que muy grandes y...

  

 


Primavera en el jardín


En Aranjuez a 20 de junio de 2021




domingo, 6 de junio de 2021

Medellín

La llanura estaba sembrada de cultivos variopintos, unas colinas la cercaban, de pronto apareció una más grande coronada por un castillo desafiante vigilando todo el valle, detrás había un pueblo sobre el que descollaba una imponente iglesia, en primer término, un puente lleno de ojos ascendiendo en el centro y un gran escudo barroco lo partía en dos, bajando sobre el adoquinado del suelo hasta internarse en la población.

Desde lo alto se veía el Guadiana generoso, manso, rodeado de veredas frondosas con unas sombrillas claras de un bar al borde del agua.

Comenzaron a andar sobre relucientes guijarros bajo el calor pegajoso acompañados por el silencio. A la vuelta de la fortaleza descubrieron los templos de San Martín, de Santiago, excavaciones soberbias de época romana, ¡hasta un teatro excavado en el monte con un graderío dispuesto para el disfrute, además de esculturas, capiteles, fustes mirando al pueblo tendido a sus pies!

Pudieron vislumbrar una escultura en medio de una plaza a la vera de una torre con reloj. Se encontraban en Medellín, perteneciente a la comarca de La Serena en Badajoz, cuna de Hernán Cortés, conquistador de México; en el siglo XIX se remodeló la plaza, tiraron su casa, en cambio le erigieron un monumento.

La patria chica de este hombre, astuto, tenaz que, junto a Pizarro, Orellana y tantos otros de esta tierra llevaron al nuevo mundo otra concepción de la vida que aún perdura.

Una cultura, una lengua para poder relacionarnos, sin ir más lejos solamente en México existen 139 millones de almas, ¡casi nada!

El lugar que pisamos está lleno de vestigios desde época romana, visigoda, árabe y cristiana; por aquí pasaron hasta los franceses durante la guerra de la Independencia, habiéndose librado una batalla muy cruenta donde murieron miles de hombres en ambos bandos.

Pero quien tuvo retuvo y a la vista está, ante nuestros ojos disfrutamos de un pueblo que más parece un cuento acariciado por un río caudaloso, un campo amable y fértil y un sol radiante indiferente a la historia o a las pequeñas cuitas de cada cual, como siempre y para siempre.

 

Medellín
Castillo y teatro romano
En Aranjuez a 7 de junio de 2021


domingo, 2 de mayo de 2021

Milán

Después de empaparse de hermosura en la ciudad de los canales, era la primera vez que viajaba hasta Venecia, quedó deslumbrado habiendo recorrido cada palmo, a los dos días estaba empachado y decidió regresar; cuando uno está solo, todo el tiempo le pertenece.

Tomó un tren hasta la frontera pero se paró en Milán porque había soppero, huelga en nuestro idioma y se encontró de golpe y porrazo en la estación central de Milán sin saber que hacer, a los diecinueve años los recursos son menos que con cuarenta; el lugar era un monumento del siglo XIX con amplias escalinatas, salas de espera... que le recordaba a la estación de Atocha de Madrid, pero a lo que ibamos, no sabía si tendría que pasar la noche allí, afuera se sentía el ruido de los coches, la humedad del ambiente, la noche seguía avanzando y el continuaba esperando, se instaló para dormir en un banco vigilando su exiguo equipaje, se adormiló y cuando despertó éste había desaparecido, poco más tarde lo recuperó, no debía de tener ningún interés para quien se lo llevó.

Por fín el tren partió hasta Vintimiglia, no llevaba billete pero milagrosamente no tuvo ningún problema.

Todo esto le relataba mientras estaban sentados tomando un café en La Galería Vittorio Enmanuelle, "Il salotto di Milano, una galería comercial de lujo de finales del siglo XIX mucho antes de que se inventaran los centros comerciales, de planta de cruz latina profusamente decorada con una apariencia imponente, donde se utilizó por primera vez el cristal y el hierro para las cubiertas, a dos pasos del Teatro Scala, templo del bel canto mundial y frente a otro templo El Duomo de la la ciudad, una de las iglesias más grandes de la cristiandad, cuya dilatada construcción se llevó a cabo a lo largo de quinientos años.

Se encontraba de nuevo en la capital de la Lombardía, la ciudad industrial y la más dinámica de Italia, pero de otra manera, no estaba solo, era primavera aunque se sentía la humedad de los Alpes y de la llanura Padana.

Habiendo llegado el día anterior por la noche, después de desayunar en el hotel comenzaron a inspeccionar desde lo alto y se subieron al ático de la catedral donde un ejército de esculturas erguidas parecían mirarles sin parpadear, desde allí los edificios antiguos convivían con los rascacielos como el Pirelli o el Velasca, los barrios nuevos, la campiña y a lo lejos los Alpes.

La ciudad daba para muchos paseos y visitas. Desde la colonización romana en el año 222 A.C. había llovido mucho; más tarde los Lombardos una tribu bárbara llegaron después de que entrara en vigor el famoso edicto, el mundo a partir del sigo IV D.C. se convirtió en cristiano, merced a su promulgación por el emperador Constantino, ya en el medievo empezaron a destacar en la banca y el comercio, siendo una región discola frente al poder del Sacro Imperio Germánico hasta derivar en la liga del norte actual. frente al resto del país; ellos también dicen Roma nos roba.

En los albores del renacimiento, los señores de Milán: Visconti, Sforza, le dotaron de construcciones que aún podemos admirar y que han servido de inspiración a generaciones posteriores.

Auna por un lado la industria encaminada al diseño en todas las facetas del hogar con la agricultura, se han especializado en artículos de moda, calzados, complementos, pero todo ello con el marchamo de la calidad y el buen gusto, sus ferias son un verdadero escaparate para mostrarse ante el mundo, por cierto ver escaparates es una fiesta cuando uno se da una vuelta por las vías Manzoni, Spiga, Montenapoleoni y otras desperdigadas por el centro, donde se ve la pujanza de una ciudad rica y donde se tiene por la calle una sensación estilosa.

Uno no puede dejar de ver la pinacoteca Brera, palacio del XVII que alberga obras de Piero della Francesca, Canaletto, Caravaggio aunque el Cristo muerto de Mantegna y  Los desposorios de Rafael les dejó boquiabiertos, pero si se quiere continuar se puede ir después a la pinacoteca Ambrosiana que también tiene tela que cortar; ellos prefirieron entrar en una pastelería a probar alguna delicia local, en una de ellas un día entro Luchino Visconti a comprar marron glase y se encontró a una bella dependienta que más tarde conoceriamos como Lucia Bosé, cosas de la vida y esta continua y está por todas partes; se acercaron al Parco Sempione para descansar su vista y ver a los demás pasear.

En el Corso Garibaldi saciaron sus ganas de comer con un risotto de pescado, ñoquis de pan, espinacas con mantequilla y de postre tiramisú, siguieron viendo tiendas de diseñadores más jóvenes, ya no sonaban por aquellos lares Cerragano, Gucci, Prada, Corneliani ni Armani, algunos de los citados nacieron aquí pero no por ser desconocidos eran menos interesantes que los citados.

Les hizo mucha ilusión asistir a la ópera, encima cantaban Ahinoa Arteta y Plácido Domingo, en La Traviata, en fín un lujo, además dicho sea de paso en el teatro hay un museo interesantísimo que custodia vestuario, decorados, libretos y un sinfín de enseres a lo largo de la historia; tampoco quisieron perderse el mercado de antiguedades del barrio de Brera, porque lo de los trastos y el ambiente que rezuma les encanta, como imprescindible fue visitar Santa Maria Delle Grazie, para admirar El Cenáculo de Leonardo Da Vinci, bellísimo a pesar de su estado de conservación, las tropas napoleónicas a su paso por la región hicieron de las suyas, ahora la obra está sujeta a un sofisticado sistema de filtración.

Tampoco podían olvidar La Cartuja de Pavia a ocho kilómetros de esta ciudad, una obra maestra gótica y renacentista, mandada construir por Gian Galeozzo Visconti a partir de 1396, repleta de obras de arte y habitada aún por cartujos.

Tuvieron suerte al conocer a una chica que les indicó un restaurante cercano donde pudieron degustar Ossobuco con una copa de Barolo, muy rico, una cassata y un capuccino, por cierto en Lombardia es la región donde se produce la mejor carne de Italia.

Regresaron al hotel para recoger la bolsa y de vuelta a casa esa misma noche; habían hecho el recado por el que habían viajado hasta allí, habían transcurrido tres días, no tenían ni lista de cosas que ver, nada imprescindible, solamente quedarse con buen sabor de boca, lo que habían degustado no era ni mucho ni poco, así se quedaron con ganas de regresar pronto,

GREGORIO GIGORRO
Pañuelo de seda



domingo, 18 de abril de 2021

La mecha

 

Aquel inesperado fuego reavivó los rescoldos de lo que allí había vivido, de pronto sin avisar, afloraron a su memoria aquellas jornadas interminables, rodeado de un grupo de personas que más parecían hormigas al mando de unos cuantos zánganos, que no cejaban en el intento ni por asomo de que parasen la cadena de producción. Vigilados por el ojo que todo lo ve para velar para que nadie se saliera del tiesto.

También salieron a la luz aquellos inmensos pasillos atestados de un sinfín de productos para consumir, las luces ámbar en lo alto, los montacargas, las carretillas mecánicas conducidas con brío a través de las calles de aquel armatoste, además el trato denigrante ponía la guinda, todo ello recorrido por un frio que impregnaba todo aquel espacio desangelado, sin olvidar las conversaciones vacuas con sus compañeros durante el descanso diario, la noches frías de aquel invierno mientras a la salida les registraban sus mochilas por si se daba el caso de llevarse algo que no era suyo.

En fin un dechado de vivencias que sin embargo le había hecho crecer porque había sentido la desesperanza, la amargura, la solidaridad, el corazón... de otros seres humanos igual que él, compañeros de aquel momento.

No dejaba de ver entre tanto la inmensa columna negra elevándose al cielo, desparramando sus cenizas por campos lejanos arrastrados por el viento. La noche se cerró y el cielo rompió aguas inundándolo todo.

Al otro día desde la ventana la vega seguía descansando a sus pies, en el horizonte todavía se vislumbraba una delgada columna de humo, el sol volvía a lucir aquella mañana de primavera.

 

GREGORIO GIGORRO
"Cachito de cielo"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2008
Medidas: 90 x 90 cm



En Aranjuez a 19 de abril de 2021


jueves, 15 de abril de 2021

La rana


¡Uh!, si creía que eras una rana,

 le espeto una niña sorprendida por su presencia.

 -Oye, tengo yo pinta de ser una rana-, le respondió ella divertida. 

-No, claro que no, pero es que esperamos la visita de una que además habla inglés y por eso pensé...-

-No te preocupes, pero eso sí, cuando venga, espero que me avisarás 

porque me gustaría aprender ese idioma y si lo habla una rana yo no voy a ser menos. -Le respondió. Siguió limpiando los cuartos de baño, deprisa y corriendo, 

no era para menos habida cuenta del alumnado de aquel colegio. 

Al fregar un lavabo, alzó la mirada en el espejo,

se paró fijamente y pensó para sus adentros: "Tengo los ojos saltones, yo creo que resaltan más por la mascarilla, pero nada más".

 


GREGORIO GIGORRO
"Pedazo de fuente"
Acrílico sobre papel
Firmado y fechado en 2006
Medidas: 35 X 22,5 cm


En Aranjuez a 15 de abril de 2021

domingo, 4 de abril de 2021

La foca

 

Él no paraba de fotografiar a los globos multicolores que salpicaban la bahía aquella mañana soleada; ella de pronto le tiró de la chaqueta con fuerza.

¿Qué quieres, Sara?, -le respondió contrariado-

-Papá, en aquella roca hay una foca-

- ¿Qué dices?, no puede ser, le dijo-

-Mira allí, abajo, por favor, le insistió la niña-

Él enfocó su mirada y para su sorpresa, era cierto lo que su hija le decía.

Efectivamente por el periódico se enteraron después que había llegado el animal,

montado en un inmenso bloque de hielo, desgajado de un iceberg que se estaba deshelando.

Allá por las regiones más gélidas de la tierra, ella que dormía tranquilamente siguió con sus sueños horas y horas, a medida que su cama blanca se iba desplazando hacía lugares más cálidos, hasta llegar a aquella ciudad plácida donde los bosques frondosos llegaban hasta el mar dejando atrás montañas que aparecían cuando la niebla se lo permitía.

Ajena a todo, el animal no paraba de zambullirse en el agua una y otra vez; encaramada en la roca disfrutaba del sol, de los vuelos de las gaviotas que sobrevolaban la playa, todo debía de ser un acontecimiento para ella pues de dónde venía no había ni color, ni olor, ni ruido.

Ahora pienso qué van a hacer las focas después de comer sino dormir sin parar; tiempo para soñar no le faltaba. ¿Quién le iba a decir a ella que compartiría portada junto al campeonato de globos celebrado ese mismo día a bombo y platillo?

Cuando menos te lo esperas la vida te da sorpresas.

 

 

GREGORIO GIGORRO
"Aranjuez nevado"
Acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2021
Medidas: 40 x 30 cm


En Aranjuez a 4 de abril de 2021