sábado, 6 de noviembre de 2021

Monasterio de San Francisco

Se trata de un lugar donde reina el silencio, la calma campea a sus anchas y el alma encuentra sosiego. Allí llegaron a media tarde, habiendo recorrido una carretera bordeada de naranjos, justo para darse un baño en la piscina, solos los dos, bueno casi porque un perrillo juguetón salió a su encuentro.

Donde el trato es discreto a la vez que cercano, donde todo conspira para encontrar el descanso y quizá para asuntos más elevados.

Hablamos del monasterio de San Francisco en Palma del Río (Córdoba), fundado en 1492 por el VII Señor de dicho pueblo, transformado en hospedería; de arquitectura sobria pero de elegante equilibrio, carente de adornos como lo atestiguan sus tres claustros y demás dependencias, modesto pero confortable, se trata de celdas convertidas en habitaciones; sus muros blancos alternan con el color almagra para marcar el contraste, de huerto rico y frondoso, solados de tierra cocida, muebles sencillos; todo conforme al espíritu de San Francisco, no es un monasterio cualquiera pues desde allí partieron Fray Junípero Serra y sus hermanos en la fe hasta la lejana California, llevando naranjas y de allí trajeron melones y sandias y por supuesto comenzando la evangelización, la fundación de los Ángeles, San Francisco y otras ciudades en la actual Estados Unidos.

Por allí pasaron los Reyes Católicos, el Gran Capitán, Cervantes, Colón y demás personajes ilustres de nuestra historia; las cadenas que adornan un recodo del jardín atestiguan la visita regia donde por cierto es muy agradable tomar el fresco bajo la hermosa buganvilla o tomar un café por la mañana. El refectorio ocupado por el restaurante tampoco hay que pasarlo de largo ni por su sobrio empaque ni tampoco por su rica comida donde se puede degustar platos como el bacalao con naranja y un rico dulce de café entre otros muchos, sin olvidar la atención esmerada.

Todo lo que disfrutamos se lo debemos al tesón de su propietario que lo encontró abandonado, esto es una consecuencia de la desamortización en el siglo XIX y que gracias a una restauración respetuosa ha recobrado el alma para el que fue creado, una joya más en el camino, que prosiguieron después de unos días de descanso, continuando por carreteras sembradas de naranjos a ambos lados, de pueblos blancos con torres esbeltas bajo un sol amable, hasta llegar al mar, la mar...

  


Convento de San Francisco






En Aranjuez a 6 de noviembre de 2021


domingo, 31 de octubre de 2021

Écija

 

Las palmeras se recortan relucientes sobre el azul a un paso de la esbelta torre de Santa María mientras ellos tomaban un café con churros sentados al sol; bajo sus pies reposaban restos dejados al descubierto pues en el año 2002 toda la Plaza de España se levantó para hacer un aparcamiento público, dejando a la luz un estanque detrás de un templo romano además de diversas esculturas entre las que destacaba la amazona herida, siglo II d.c. de la que se conservan tres ejemplares más, custodiadas en prestigiosos museos europeos.

La antigua Astigi romana fue una floreciente ciudad en el siglo I a.c. desde donde se exportaba el aceite hasta Roma, a través del Genil navegable a la sazón, aunque ya en época tartésica, siglo VIII a.c. fue un enclave importante.

Un paseo por esta ciudad sevillana es una verdadera delicia, con un trazado sinuoso, por sus calles blancas, de fachadas sencillas, ensalzadas por las portadas de sus numerosos palacios; el de Benameji pongo por caso sede del museo arqueológico donde se guardan además de la escultura antes mencionada una colección reseñable de mosaicos romanos, o el de Peñaflor con su fachada cóncava de 59 metros de longitud, repleta toda de un trampantojo a base de angelotes, guirnaldas enmarcando arquitecturas fingidas, se completa con un ingreso elegante y rotundo. Desde su mirador se divisa el palacio de Valdehermoso todavía habitado por sus propietarios, las torres de San Juan, San Gil, Santa Ana así hasta 11, todas ellas barrocas, en las que se combina el blanco con el rojo y con los remates cerámicos en su arquitectura.

Después del paseo hace falta tomarse un tentempié a base de lomo de orza, ensaladilla o salmorejo con una cervecita en un bar del lugar habiendo visto poco antes la iglesia de los Descalzos, un verdadero delirio de decoración barroca, sin olvidar el palacio de justicia, una sutileza nazarí de principios del siglo XX, recorrido por un zócalo cerámico admirable, a tiro de piedra del monumento anterior.

La tarde hace acto de presencia, se alargan las sombras, siguen caminado sin rumbo fijo a lo largo de las calles guiados por las torres gráciles, tras de sí dejan el palacio de Palma, de sopetón se topan con los muros maltrechos de la iglesia de Santa Cruz muy perjudicada por el terremoto de Lisboa, acaecido en el siglo XVIII; la inconclusa catedral da fe de ello en el interior, de trazas bramantescas y decoración clasicista.

Frente a ellos el silencio se convierte en algarabía de pájaros revoloteando entre el fucsia exuberante de la buganvilla que ocupa parte de una hermosa fachada, mientras a los pies un gato expectante por si cae alguna presa.

Regresan despacio atravesando la plaza de San Gil ocupada en gran parte por el templo del mismo nombre, dejando a un lado excavaciones en el Alcázar donde se han encontrado restos de casas de época romana. Hasta llegar al paseo de San Pablo flanqueado de palmeras a la vera del río; a esas horas el sol perezoso va despidiéndose de este lugar inolvidable que ha dejado una huella imborrable en ellos, como no podía ser de otra manera; porque Écija es para quitarse el sombrero.



    Mirador del palacio de Peñaflor
Ecija


En Aranjuez a 31 de octubre de 2021








domingo, 24 de octubre de 2021

Palacio de Portocarrero

No es difícil imaginarse a los caballeros descendiendo de sus corceles en el patio del apeadero, con airosa arquería después de haber atravesado la elegante y sobria entrada abierta a la calle por uno de sus lados, tampoco desenvolverse bajo los techos soberbios de los salones o por el patio renaciente engalanado para las celebraciones, como la que tuvo lugar aquí cuando se casó el Gran capitán, don Fernando Fernández de Córdoba, ni mucho menos recorrer los jardines repletos de palmeras, de naranjos, de múltiples variedades florales; con las torres de la muralla almohade vigilándonos, con el susurro de los surtidores de las fuentes o la fragancia de las rosas.

Sin embargo es imposible que todo lo relatado pueda ser captado por una fotografía por muy sugerente que esta sea, para disfrutar de este lugar donde nos encontramos se requiere aspirar los olores, acariciar las plantas, pasear sin prisa porque el palacio alcázar de Portocarrero es una fiesta para los sentidos por una parte y por otra es una fortaleza almohade a la vez que un palacio renacentista con algún que otro hallazgo romano, y claro no es de extrañar que haya servido de escenario para películas como El reino de los cielos del estadounidense  Ridley Scott entre otros; como también es jardín y huerto a la vez sin olvidar que justo en este punto geográfico nació Palma del Río a la vera de este monumento que cuando llega la primavera y florece el azahar por doquier, como dicen por aquellas tierras te quita el sentio.

Todo esto lo podemos disfrutar gracias al tesón y al ahínco de sus propietarios que, habiéndolo hallado en una situación de abandono, gracias a su empeño nosotros ahora podemos admirarlo sin obviar otros monumentos de la localidad cordobesa, como son la esbelta torre e iglesia de La Asunción, los conventos de Santa Clara, San Sebastián y el monasterio de San Francisco.

Una visita inolvidable que en una provincia rica en patrimonio como es la que nos ocupa podría pasar desapercibida, por todo ello considero que hay que dejarse llevar sin prisa por las carreteras de nuestro país, pues no duden que una hermosa sorpresa puede aguardarnos cuando menos lo esperemos.

 

Palacio de Portocarrero
Palma del Río - España


En Aranjuez a 24 de octubre de 2021





sábado, 28 de agosto de 2021

Un susto de muerte


Desde la ventanilla todo era oscuro sin embargo ya se apreciaban las luces, las carreteras, las poblaciones diminutas como si de un belén se tratase. Vio que las luces del ala derecha se encendían para el aterrizaje, pero curiosamente observó que el aparato se inclinaba hacía arriba, después se empezó a mover a ambos lados percibiendo los ojos de la gente sin moverse y sin tener ninguna novedad de la tripulación.

Bruscamente descendió en picado, empezaron los gritos, la angustia. Cuando estás en una noria o una montaña rusa de cualquier feria, todo está planificado, si te sobrecoge la bajada sabes que en segundos todo habrá acabado.

En un avión zarandeado por una fuerte tormenta y en la inmensidad del firmamento no es así, entonces el miedo se apodera de todo bicho viviente. Los tres se agarraron de las manos, que más tarde colocaron sobre los asientos delanteros como si fuesen a frenar el funesto impacto; el pánico cundió a su alrededor, curiosamente ellos resistieron de manera estoica, porque sabían que estaban encerrados dadas las circunstancias, y no servían para nada el más fuerte de los tranquilizantes; se pusieron a rezar buscando quizá una esperanza, aferrarse a un asidero. 

El hecho es que el incidente les hizo pensar, incluso a calibrar en instantes como quedarían los seres queridos de los que no se habían despedido, en su situación después de su desaparición, en sus anhelos, sus sueños por conseguir convertidos en ceniza y amasijos enormes de chatarra.

Nos damos una importancia que no tenemos, posponemos demasiadas cosas, hablamos de futuro, organizamos todo tipo de actividades y nos olvidamos de lo principal: "La vida y la muerte está bordada en la boca", como decía aquella canción; podemos escamotear la vida haciendo como que vivimos, a la muerte no, es una cita ineludible, puede llegar cuando menos te lo esperes y te vas con lo puesto.

Por fin el comandante anunció el inminente aterrizaje, la luz se volvió a encender y las ruedas dispuestas para la operación; conteniendo la respiración con un silencio reprimido y denso el avión fue descendiendo, en pocos minutos se deslizaba por la pista mojada del aeropuerto, debido a la fuerte tormenta acaecida.

Los pasajeros prorrumpieron en un clamoroso aplauso al que siguieron risas, voces de alegría, habían vuelto a nacer después de pasar un verdadero susto de muerte.

¿Quién iba a pensar que aquel viaje de placer podría haber sido el último?, el hombre cree que la técnica todo lo controla, pero por lo visto no es así, quizá hay otros elementos que cuentan y no los consideramos.

Estoy sentado entre el sol y la sombra, veo una hormiga llevando una brizna de pan, el viento tibio me acaricia, escucho el zureo de las palomas, los trinos de los jilgueros sobre los árboles, también el cielo azul sin una nube, de vez en cuando surcado por un avión; siento el silencio y la calma que proporciona este lugar en este preciso instante, después vendrán otros, espero.

 



La ciudad eterna
Agosto 2021



En Aranjuez a 28 de agosto de 2021














sábado, 17 de julio de 2021

TRAPOS

Después de hacerle un sinfín de preguntas no soltó ni prenda, aunque su semblante era de gran preocupación.

Acabada la reunión agarró su prenda de abrigo pues no era para menos, aquel mes de enero fue particularmente frío.

Respiró profundamente intentando insuflar ánimo, con voz firme les dijo: -Os dejo mi anillo más preciado.

Aunque su verdadera joya era su bien amueblada cabeza. Cerró la puerta de golpe, tras de sí se oyó: adiós prenda, tanta gloria tengas como descanso nos dejas.

En Aranjuez a 17 de julio de 2021


domingo, 11 de julio de 2021

AHORA

 ¿Por qué no hablamos de una vez por todas desde el corazón?

¿Por qué no decimos lo que sentimos aún a riesgo de equivocarnos o acertar?

¿Por qué casi siempre nos quedan en el tintero cosas que quisimos decir a alguien que ya no está porque se ha muerto, pongo por caso y que si está todavía no abordamos el asunto?

¿Por qué y un millón de veces de porqués?

¿No hay respuestas?, sí que las hay.

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y finalmente morimos.

¿Porqué por cierto no hablamos nunca de la muerte?

Nacer y morir es lo único verdadero, insoslayable e ineludible, no cabe discusión posible, opiniones todas las que se deseen.

Sin embargo, es algo prohibido, de hecho, se esconde, se evita, actualmente, las personas no se mueren, se nos dice fulanito de tal nos ha dejado.

¿Por qué?, si en cualquier momento nos va a llegar, solos como cuando nacemos y mientras tanto nos entretenemos como mejor podemos o sabemos a lo largo de nuestra existencia.

No des más vueltas: la vida es una función que siempre acaba mal para el protagonista de ésta.

Por eso mientras que vives, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Vive sin más como si fuera el último día, nadie te asegura el mañana; ahora es de lo único que dispones.

  

GREGORIO GIGORRO 
"She"
Acrílico y tinta sobre lienzo
Medidas 40 x 40 cm
Firmado y fechado en 2013




domingo, 27 de junio de 2021

El valor

 

Don Manuel Godoy comenzó su carrera galopando a lomos de un corcel en los jardines de palacio bajo la mirada atenta de su majestad María Luisa de Parma, quien no perdía ripio ante el garbo del apuesto jinete a la sazón guardia de corps de los reyes, quienes le colmaron de cargos, honores y prebendas, llegando a emparentar con los Borbones por su matrimonio con Doña Teresa de Borbón y Vallabriga; el primer ministro mostró debilidad por las obras de arte, ello tuvo un fuerte impulso cuando Carlos IV ordenó la permuta de su valido por las casas antiguas de María de Aragón incluidos los cuadros pertenecientes a la corona, en solo dieciséis años llegó a poseer mil cien cuadros custodiados en los palacios de Buenavista y Grimaldi en Madrid ; la caída de Godoy a partir de 1808 supuso la desintegración de la colección almacenada en el desaparecido convento de San Felipe en los aledaños de la Puerta del Sol, dependiente de la Academia, donde acabaron la mayor parte.

De hecho, un documento de dicho organismo fechado en 1824 revela la presunta obra de Caravaggio que iba a ser subastada hace poco en una conocida sala de subastas madrileña, perteneció al valido de Carlos IV.

Evaristo Pérez de Castro presidente del consejo de ministros de 1838 a 1840 consiguió esta pieza a cambio de un San Juan Bautista de pie de tamaño natural adjudicada a Alonso Cano, el Ecce homo hoy perteneciente a la familia Pérez de Castro Méndez nos sitúa en la polémica de la pieza y su autor por cuanto ante la inminente venta por un precio de salida en subasta se hicieron eco los entendidos en la materia toda vez que figuró en el catálogo de dicha subasta, interesándose en adquirirla un consorcio de anticuarios parece ser por 20 millones de euros; lógicamente el mismísimo Museo del Prado no fue ajeno a ese interés. Actualmente la obra está custodiada por la firma de anticuarios Colnaghi para su estudio, expertización y autoría.

Si salió a la venta por un precio inferior a 2000 euros y se llega hablar de mucho más de 50 millones de euros, ¿Cuál es su valor si finalmente su autor es Miquel Angelo Merissi Il Caravaggio? ¿Cuál es el valor de las cosas? ¿De qué depende? 

"El precio es lo que pagas, y el valor es lo que recibes a cambio"- Warren Buffy