sábado, 15 de enero de 2022

Aniversario

 Aquella mañana de enero era especialmente luminosa, él apoyado contra el cristal del autobús estaba un poco nervioso, al otro lado del móvil ella le dijo: He roto aguas, date prisa- y él le respondió:  tranquila, ya voy de camino-

Era el colofón de nueve meses de espera, la niña tenía prisa por nacer; al igual que la primera vez, esta también asistió al parto. Dar vida es lo más grande, se emocionó de alegría.

Abrió los ojos agazapada como un gato, con el pelo negro como el azabache, no cesaba de mirar alrededor.

Ser padre te hace más generoso, te das sin darte cuenta, tanto que puedes llegar a aparcar tus sueños si es que los tienes; pero no te importa.

Isabel la pusieron por nombre en honor a la reina de Castilla, después de disfrutar de su colección pictórica en la capilla real de Granada.

Se crió durmiendo como una piedra, no recuerdo que llorara, prefería reir.

Ya eran cuatro, aquellos años los recuerda como un tiempo feliz, eso si sin parar de un lado para otro, trasnochando y levantándose temprano todos los días, sin embargo tenían tiempo para todo; quizá los recuerdos sufren la telaraña del tiempo y la nostalgia, de esta manera parecen más dulces de lo que probablemente fueron.

Era una niña juguetona, muy desordenada e independiente, quería arreglarselas sola como un osito, le gustaba oir a los demás cuando decía que su padre era distinto porque hacía el pino, movía las orejas y partía en dos una manzana sin utilizar el cuchillo.

En una ocasión llegó a la cocina con un bolsito de su madre pintarrajeada como una puerta y les dijo que ella de mayor trabajaría en el teatro y claro aquellos barros han traído estos lodos. A los dos niños muchas tardes les encantaba subirse a un perro que no era otro que su padre el cual a gatas les mostraba que el salón por arte de magia se había convertido en una selva con temibles animales y árboles gigantescos, pero ese perro les defendía de todo ello, no tenía precio para el padre ver los ojos de sus hijos cuando este nunca se cansaba de mirarles.

A él se le caía la baba con ellos y a su madre no digamos, entre unas cosas y otras ya han pasado veintiún años, han transcurrido como un suspiro pero para él continua siendo la niña de sus ojos, cada vez que la mira no deja de ver aquel ser que un día fue y es curioso siempre la percibe como alguien pequeño, no lo puede remediar aunque cumpla años.

Mientras recuerdo revivo montones de vivencias, de situaciones distintas, diversas; hoy como ayer, la mañana también es resplandeciente, igual que aquel día de enero y lo más hermoso es que estoy aqui sentado para poder contarlo.

GREGORIO GIGORRO
Isabel 2002
Acrílico sobre papel





En Aranjuez a 15 de enero de 2022


lunes, 10 de enero de 2022

Madrina

 

Un hombre trajeado sale de una importante reunión en una sede de un conocido banco, colabora desde hace tiempo con varias entidades aportando su experiencia, son lugares donde las decisiones tomadas influyen directamente en la vida del común de los mortales por lo que su salario es abultado como lo es también la tensión y responsabilidad de éste alto ejecutivo sobradamente cualificado.

Conduce su coche por la amplia avenida, de pronto otro vehículo a toda velocidad, sin respetar un ceda el paso se lleva por delante al anterior, empotrándole contra la fachada de un edificio.

De golpe y porrazo, los ruidos de la policía, ambulancias, bomberos llenan el aire de la calle.

En una habitación de un hospital, repleta de cables y artilugios sanitarios, este hombre se debate entre la vida y la muerte.

Los días transcurren lentos, las noches aún peor, para una persona activa, hasta ahora atiborrada de obligaciones, citas ineludibles, cientos de compromisos..., con mucho tiempo para pensar en todo ello, en lo que ha significado su vida hasta que sufrió el accidente.

Un buen día ya curado decide poner punto final a todo lo anterior, renunciando y llevando a cabo un viaje hasta la India con los más pobres, más tarde continua por Iberoamérica, quizá le sobrecoge sobremanera un parto sangriento y doloroso ocurrido en una aldea de cualquier lugar pobre también.

Conrado Giménez es su nombre y este hombre decidió estar y continua estando al lado de los más necesitados, para ello creo Madrina, una fundación que da de comer a todo aquel que lo necesita y sino que se lo pregunten a todas las personas que habitan en la Cañada real a dos pasos de la capital; brindando su ayuda también a las mujeres que quieren ser madres pero que carecen de recursos, consiguiendo no solo estos sino además un techo donde poder criar a sus retoños.

Y todo este milagro se consigue gracias a la cantidad de donaciones desinteresadas, dicha fundación la recibe y acto seguido la reparte ni más ni menos; no hay ningún lucro. Solamente el deseo ferviente de apostar por la vida, lo más sagrado que posee el ser humano.

El gran problema es la falta de trabajo y estas colas del hambre como así se las conoce no cesan de engordar y eso es un grave problema.

Tanto Conrado como sus colaboradores no escatiman sin descanso la ayuda que precisan sus semejantes, sin entrar en polémicas de ningún tipo.

Considero que Madrina es un ejemplo encomiable para todos nosotros que debe continuar por cuanto defiende la vida, en este sentido actualmente existe una conspiración contra ésta y además con descaro.

¿Por qué se niega esta ayuda?

¿Qué intereses espurios hay detrás de todo esto?


GREGORIO GIGORRO
"Ella"
Bolígrafo y papel 2022



En Aranjuez a 10 de enero de 2022



domingo, 2 de enero de 2022

Otro andén

 

Mientras caminaba por el borde del andén, ajeno al ruido de los trenes y del tropel de gente con la que se tropezaba, sin rostro para él; volvió a sentir sus pies descalzos, calientes sobre la fina arena.

No cesaron de correr a duras penas, dejando atrás la fila de casas armoniosas, las palmeras despeinadas, los naranjos, las adelfas rosas; ahora frente a ellos se extendía una llanura fina y plateada, salpicada por algún que otro velero.

El mar estaba sereno, se dejaban acariciar por el sol amarillo y por el azul del cielo. Entornando los ojos sentían las olas que lánguidamente les lamían los pies, se encontraban la mar de bien.

De repente, abrió los ojos, ¿qué haces aquí?

El gato que tenía enfrente -le respondió: igual que tú, soñar, yo he soñado contigo y tú sentiste que era el mar azul con patas. Nada más.


GREGORIO GIGORRO
"Dando palmas"
Bolígrafo y papel 2022



En Aranjuez a 2 de enero de 2022



martes, 28 de diciembre de 2021

La navidad

 

Mi abuela criaba pavos, mi abuelo cuidaba con primor de ella; cuando llegaba la nochebuena, ella sacrificaba uno en un balde de barro que se teñía de rojo todo él con la sangre del animal.

Todo se hacía a fuego lento con leña y toda la familia se reunía en torno a la mesa, bajo la mirada atenta del abuelo.

Había una hoguera gigante hecha de sarmientos a la puerta de la iglesia, antes de asistir a la misa del gallo, la gente se arremolinaba para calentarse y ver como crepitaban las llamas que ascendían al cielo mientras tocaban las campanas.

La noche de reyes para nosotros, los niños era mágica, contribuía a ello lo que nos enseñaban los mayores, la poca luz de las calles, que si llovía se embarraban; poco importaba, el  pueblo en pleno esperaba el cortejo como agua de mayo, en la noche negra iluminada con antorchas, era ensoñador.

Mi abuelo se murió y la familia fue separándose como tantas otras por razones varias. La gente con el tiempo empezó a perder el sentido de esta fiesta, a saber, la celebración del nacimiento de Jesús, los reyes comenzaron a convivir con un extraño gordinflón y claro los pequeños se hicieron un lio pero los grandes almacenes que también nacieron casi a la vez que el Papá surtían sin problema a los mensajeros de sus majestades, dando respuesta a los deseos de pequeños y no tanto; ahora los regalos son más sofísticados, más caros, los niños juegan solos, la idea de grupo, de equipo queda con frecuencia relegada al deporte.

Es curioso comprobar que en una mesa de un restaurante veinte comensales, todos jóvenes  que no apartan la mirada de su móvil, nadie habla.

Nosotros éramos más simples, queríamos ser bomberos, camioneros, médicos, ellas peluqueras, maestras o amas de casa. Yo prefería que me trajeran juegos de construcción, también de indios, más tarde solo pedía colores, papel, lienzos, cosas así; los reyes conocían bien a aquellos niños.

La navidad tomó un cariz bien distinto, más profano desde luego hasta el punto que el deseo de felices navidades es compartido por el de felices fiestas, más general.

A pesar de los avatares acaecidos, el ser humano independientemente de sus creencias por supuesto respetables y respetadas no debería olvidar la memoría de cualquier hecho, éste en concreto es relevante para nuestra cultura, la occidental porque la base de ésta es cristiana en origen.

Porque sino a estas horas, qué es lo que celebramos y para qué; casi todo se ha reducido a comer como cerdos en familia.

No es de extrañar que en un anuncio televisivo por estas fechas aparece una sala repleta de todo tipo de manjares, donde se formula la pregunta: ¿A qué sabe tu navidad?, sin más, sin ninguna referencia al principio por el que fue creada, es desolador, lo que se olvida te condena a repetirlo, luego vendrán las lamentaciones que a buen seguro llegaran y pocos sabrán porqué hemos llegado hasta aquí.

Pero de cualquier manera, la puerta sigue abierta porque el otro día unos chicos festejaban las vacaciones, una del grupo se acercó con un trozo de roscón de reyes a un señor que estaba limpiando cerca de éstos y le ofreció un trozo, éste se lo comió con gusto y al pasar les dió las gracias deseándoles felices navidades, respondido por un felices fiestas, pero ellos habían compartido lo que tenían con un extraño porque lo importante es eso.

Entonces quizás la navidad debe ser compartir, acercarse a la postre en familia o con quien sea y donde sea; pero eso sí no una noche al año, todas las noches del año porque la necesidad dura toda la vida y todos nos necesitamos porque cuanto más das, más recibes, así que sale a cuenta ser generosos.

GREGORIO GIGORRO
"Esperanza"
Bolígrafo y lápices de colores
sobre cartulina 2021
20 X 32 cm



En Aranjuez a 28 de diciembre de 2021






sábado, 18 de diciembre de 2021

Disparate

 Llegaron hasta la puerta de entrada, al no abrirse llamaron al portero electrónico, una voz neutra respondió, accedieron al interior aséptico aunque impoluto del hotel.

Nadie por ningún lado, ni rastro de humanos, de animales ni tampoco de plantas, -¿Y ahora qué hacemos?-, otra vez la voz anterior, explicaciones varias para conseguir la llave de la habitación que después de un ratillo se encontraba en un cajetín que a su vez había que abrir antes con una clave después de colocar sendos documentos nacionales de identidad adecuadamente por ambos lados para que la cámara les fotografiara, eso sí todo esto riéndose porque para ello insisto había que situarlos exactamente ante el susodicho objetivo pues sino era así esa voz amorfa no aprobaba la operación.

Patético, sí pero no menos real, la noche transcurrió plácidamente, la habitación estaba limpia y silenciosa.

Antes de salir a la calle por la mañana, vuelta a empezar para al final acabar las llaves en un simple buzón encima del mostrador que por cierto estaba de adorno, pues supones que detrás va a situarse alguien para darte los buenos días, pongo por caso. Al decir adiós eso sí esta vez la voz era femenina, a la que dejaron muy claro que no regresarían a ese hotel inmundo por nada del mundo.

Después de eso, un segundo más tarde la misma voz anodina pareció sorprendida, incluso contrariada, pero ellos no dudaron en que era humana.

Le pareció todo tan ridículo pero no menos cierto, pues era fantasmal y disparatado porque si la peripecia les sucede en Londres, por poner un ejemplo, por supuesto que no les hubiese gustado, pero no esperaban nada igual en un precioso pueblo del sur, la verdad no me lo esperaba, pero qué se le va a hacer, con no volver y dejando claro y constancia de lo sucedido me quedo más tranquilo.

GREGORIO GIGORRO
Dibujo 2021
Bolígrafo sobre papel

En Aranjuez a 26 de diciembre de 2021








Point de vue

En la canción titulada "Teatro", la Lupe en un momento de ésta despechada por su amante cantaba: "Según tu punto de vista, yo soy la mala", era su opinión, su visión de esa relación. Todo depende donde se sitúe el foco de atención.


Hace más de ochenta días que el volcán de La Palma se desbordó por todos los barrancos sembrando el caos, la destrucción en la isla y sus habitantes, la visión es fascinante, sobrecogedora, ejerce una atracción bestial en todo aquel que lo ve; habiendo sugerido en más de una ocasión que bien podría ser un destino turístico para paliar todo el desastre ocasionado, mientras los palmeros ven cómo todo su esfuerzo se desvanece sin remedio.


Siempre vemos la imagen majestuosa de dicho volcán, pues el foco es el mismo, de lo que casi nadie se ha percatado es que justo detrás de la posición de la cámara, está situada una iglesia abarrotada de personas rezando; curioso, esa vista no se ha mostrado pero existe aunque no nos la hayan enseñado.


Vemos la fachada de un palacio rodeado de jardines, todo ello ensoñador, sin embargo a pocos pasos hay una gasolinera enorme además de unos almacenes de dudoso gusto dedicados a la venta de electrodomésticos.


Una señora muy emperifollada lee con corrección las noticias mientras sonrie a la cámara, es la visión parcial recibida por el espectador porque si la cámara captara toda la figura veríamos que calza zapatillas de ir por casa pero se encuentra en un plató de televisión.


Otro ejemplo, se trata de la escena de una película de época, los personajes vestidos a la usanza del XVI deambulan por un soberbio interior decorado con tapices, alfombras, candelabros con cientos de velas... justo al lado abundan los cables, gentes vestidas de manera informal, objetivos, luces, todo ésto está fuera de cuadro, pero es tan real como lo anteriormente mencionado.


Podríamos comentar múltiples casos, todo estriba en donde se coloque el foco, vemos unas cosas y no otras porque la intencionalidad es evidente, conseguir un objetivo u otro, la vida se ha convertido en puro teatro, la imagen es primordial y sobre todo lo que subyace bajo ésta, como la canción de la Lupe la vemos como nos la presentan; pero es mucho más que un escenario propuesto, con muchos puntos de vista, no solo frontal pues existen infinidad de posibilidades para informar sobre cualquier asunto aunque como he dicho antes el que dirige sabe adonde llegar y a quien.


Solo la curiosidad hace que no nos conformemos con una sola imagen, un solo discurso o una opinión, hay que ver más allá de las propuestas, de las palabras, mirar y ver por todos lados, hay muchísimas sendas para continuar el camino de la vida, el beneficio de la duda es más que sano y conveniente.


Depende de tí, seguir cualquiera de las sendas que tú elijas.


GREGORIO GIGORRO
Dibujo sobre papel con bolígrafo
2021





En Aranjuez a 18 de diciembre de 2021



domingo, 12 de diciembre de 2021

Atocha

 Un hombre bajo la inmensa marquesina de la estación, repleta de gente a esas horas, subido a la baranda de la pasarela se tira a la vía, el golpe seco es apenas audible debido al trajín de trenes que llegan, parten, de personas corriendo de un lado para otro, altavoces que vocean, ruido y nada más que ruido llena el espacio.

El convoy frena de golpe saliendo chispas, los ojos desorbitados del conductor se continúan con todos los de los viajeros del interior, maletas, bolsas salen disparadas, gentes que se tambalean, otros gritan desquiciados; un grupo de niños de un colegio de Guadalajara que van a ver la nieve acompañados por sus profesores reaccionan de otra manera, como si de una película de aventuras se tratara. Cientos de seres humanos que van a trabajar cada día en variopintos empleos venidos del extrarradio piensan en un atentado, pues ya han sobrevivido a otros.

Ella esperando en el andén siente el corazón en un puño, ha presenciado la escena, el hecho a ocurrido en un segundo pero tan intenso que podríamos pensar que ha sido tan largo como cualquier día de nuestra vida y sin embargo ésta se ha evaporado como sintiéramos un suspiro.

Enseguida llegan las ambulancias, la policía, los bomberos y demás cuerpos de seguridad para ocuparse del accidente, entorpecido todo ello por el tráfico lento debido a una protesta multitudinaria celebrada cerca de allí.

Se trata de un suicidio, de un hombre derrotado sin duda, solo o con familia, pero seguro con problemas serios, tan serios que le han desbordado con creces hasta el punto de poner fín a su vida; como si hubiera tantas como tiene un gato o eso dicen, el caso es que muchas personas deciden cortar por lo sano pues al parecer cada dos horas en nuestro país se produce un hecho semejante, eso he oido.

Es una noticia alarmante, que no ocupa las portadas de los periódicos ni de las televisiones, bueno de ningún medio de comunicación para no olvidar ninguno; otras son las que lo hacen; esta cuestión no es baladí cuando menos es preocupante, alarmante y pienso que merece nuestra atención.

¿Qué nos está pasando como sociedad? ¿Qué induce a un ser humano a quitarse la vida actualmente en España, cuando lo único realmente sagrado es ésta?

GREGORIO GIGORRO
Te veo
Bolígrafo sobre papel
2021

En Aranjuez a 12 de diciembre de 2021