Paseando sin rumbo al observar la fachada de aquella casa descubrió el nombre de la calle donde se encontraba, le pareció sugerente, sugestivo, la curiosidad le llevó a indagar quien fue aquel señor de nombre tan peculiar.
Nació en Ciempozuelos en 1904, localidad de la provincia de Madrid, en la cual mucho antes lo hizo Ventura Rodríguez, insigne arquitecto del siglo XVIII, realizador de obras de envergadura, tanto en la corte como en el resto de España, sin embargo no existe museo alguno en su patria chica que atestigue su importante legado; el recuerdo de ambos se reduce al nombre de una vía pública para el primero y para el segundo los de una plaza y un colegio público; nadie es profeta en su tierra, según reza el dicho aunque esto suele cambiar después de muerto cuando se trata de personajes ilustres de nuestro país.
Don Antonio llegó a África con el grado de capitán para conseguir más tarde el de teniente coronel, fue administrador del Sáhara español.
Como es sabido en virtud de la conferencia de Berlín celebrada entre noviembre de 1884 a febrero de 1885, promovida por Alemania y Francia para resolver los problemas de expansión colonial en África y solucionar su reparto; debido a ello a España se le adjudicó el norte de África occidental ejerciendo un protectorado con Francia que recibiría el sur y que se desarrolló desde 1912 acabando en 1956 cuando Marruecos consiguió la independencia.
Lejos quedaba el imperio español con sus luces y sus sombras.
Nuestro personaje representa el espíritu aventurero de aquellos conquistadores también españoles que llevaron a cabo tantos logros pero ya en el siglo XIX lo sabido es que nuestro país era una sombra de lo que fue en el ámbito internacional, por ello se le trató de menos, dándole los restos del susodicho reparto colonial.
En el año 2005 se publicó "El Laurens de Arabía español" cuyo autor es Francisco López Barrios en el cual se corrobora ese talante romántico, tan de moda en Europa atraída por descubrir el exotismo oriental y que según López Barrios representó don Antonio de Oro Pulido. Además de administrar el terreno otorgado fundó partiendo de un poblado maltrecho, El Aaiún cuyo significado son las fuentes, convirtiéndose en una ciudad que relegó a Villa Cisneros, capital de la provincia. Murió en Tetuán a consecuencia de sepsis el 28 de diciembre de 1940, por cierto dicha ciudad es la más andaluza de Marruecos; nueve años después de su óbito, Manuel Aliá Medina, geólogo también español, descubrió en Bucraa los yacimientos de fosfatos más grandes del mundo, que fueron explotados por la empresa estatal Fos Bucraa hasta 1976, cuando España dejó la colonia su merced.
Él no pudo sospechar la riqueza que administraba y es que nada es lo que parece. El problema del Sáhara y de sus habitantes continúa sin resolverse a fecha de hoy y parece ser harto complicado; el tiempo dirá lo que tenga que decir y esperemos que el sentido común tome carta de naturaleza para que se consiga un desenlace justo.
GREGORIO GIGORRO
"Garbo"
Bolígrafo sobre papel
Firmado y fechado en 2022
Medidas 15,5 x 8,5 cm
En Aranjuez a 4 de diciembre de 2022