miércoles, 1 de octubre de 2014

La espera


Cayó como un saco de patatas en el sillón, había viajado tanto hasta llegar allí que estaba hecho un trapo; recorrió un montón de pasillos interminables, subió cientos de escaleras angostas y empinadas, desvanes desangelados y oscuros y un sinfín de habitaciones hediondas sin moverse de su cama.
 
Sintió el vértigo del cansancio pero pudo resistirse a la debilidad; a su lado estaba él, como un guiñapo, dormía gracias a los tranquilizantes a buen seguro que le habían suministrado la noche anterior. Y volvió a verle como tantas veces, aquel niño regordete y risueño que un día fue; siempre sonreía jugando con su padre, compartiendo mil y un cuentos a lo largo de la pequeña sala de estar del apartamento. Con frecuencia pensó para él, en un horizonte lejano, plagado de logros, sembrado de sueños; pero la vida quizás le tenía reservadas algunas sorpresas,  que enturbiarían aquel supuesto y brillante porvenir. Demasiadas veces lo que alguien desea, es justo lo contrario de lo esperado, entre tanto su  hijo seguía tan telendo, ajeno a las cuitas del padre, sin perderle ripio;  oía su respiración pausada,  rememorando tranquilamente el tiempo transcurrido en la vida, corta vida de aquel. Ahora, indefenso continuaba su marcha indefinida a ninguna parte, esa era la impresión recibida.
 
Un golpe seco en el hombro le hizo abrir los ojos, una voz también seca y distante le dijo: "Ya están aquí los de la ambulancia".
 
"Pues  vamos", le respondió.
 
Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"Tal como eras"
Acrílico y tinta sobre lienzo
Firmado y fechado en 2014
40 X 40 cm




En Aranjuez a 1 de octubre de 2014
 
 
 

sábado, 6 de septiembre de 2014

La mar de bien


El sol no tiene prisa por marcharse mientras nos regala sus reflejos en las aguas de la laguna; el agua se ha convertido por obra y gracia de la luz del atardecer en un inmenso lugar de color oro, rasgado interminablemente por las olitas que dejan ver el rastro dejado por los ánades; las mariposas ya se han marchado a dormir, pronto todo el campo se llenará con los zumbidos de los grillos. Los juncos rodean el espacio, salpicado de trecho en trecho por los cañaverales, por encima de éstos, se extienden las encinas y cultivos ahora abandonados.
 
Sentados en la orilla, sienten que los atardeceres del mar están tan lejos como ellos lo deseen; al fin y al cabo se encuentran en el mar de Ontígola, obra hidráulica, llevada a cabo en el siglo XVI debido al capricho del rey Felipe II, quien quería recoger las aguas que venían del arroyo situado más arriba para regar las huertas y jardines reales más abajo; así mandó construir dicha obra, quiso que estuviese enteramente solada con piedra de Colmenar, para mejor aprovechamiento de todos los acuíferos del terreno.
 
Mucho ha llovido desde entonces y la presa sigue estando ahí, cumpliendo el objetivo para la que fue  creada por el mismísimo Herrera, arquitecto del rey, venido de Roma cuando éste y otros menesteres le requerían.
 
Es interesante saber los datos, pero la verdad es que no se disfruta más de las cosas por mucho que se conozcan, pero si de otra manera.
 
Ellos recordaban a aquella princesita que vivía en su palacio. ¿Y dónde está tu palacio? - le preguntó el príncipe, pues donde yo esté -le respondió ella.
 
Por eso aquella tarde, ellos se sentían la mar de bien, como si fueran príncipes.
 
Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
"Tan ricamente"
Tinta y acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 24 x 33 cm




En Aranjuez a 6 de septiembre de 2014
 
 
 
 

lunes, 25 de agosto de 2014

My opinion


 
In my opinion, "to create" is a strange and exciting phenomenon by which you give in some way to others; if they get excited, you've accomplished something. Because painting, like any creative activity, is about you, to express how you perceive the world around you as a gift for others. For you there are no Sundays, nor are there any Mondays, as a passion cannot be halted like other work done at the weekend. Celebrate the arrival of each day as a blessing, because there is no other day like the previous one; in doing so you take charge of your life and you insist on filling this blank page she gives you and you indulge and you fight by taking the leading role. Because you don’t give anything, you keep everything in your head, that house where there are endless corridors, despicable people who you want to forget, dim rooms that you almost never visit - but above all, the most visited part of the house is the garden - your garden.


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La siesta"
Ink and acrylic on paper
Signed and dated in 2014
Dimensions: 15 x 40 cm



Aranjuez, 25 agosto 2014




jueves, 21 de agosto de 2014

Linda- Segunda parte



Se acercó a la barra y pidió un trago, mirando distraídamente la ristra de marcas de bebidas, para intentar olvidar; alguien le dio un golpecito, se volvió y era ella, que sin querer se le había caído un guante, parte del atrezzo, sus miradas recíprocamente se clavaron, la sed de él se derramaba en las cicatrices de los ojos de ella.
 
¡Qué bien cantas!, estoy verdaderamente asombrado, que fuerza contenida, que cadencia tan sutil, mezcla entre lo latino y lo caribeño..., para, para, no hay que exagerar -dijo Linda- cualquiera diría que eres un representante artístico; bueno a fin de cuentas ninguno sabe de la vida del otro, terció él, repuesto del contratiempo del hombre de color; me ha gustado mucho la actuación, de verdad; gracias le dijo ella. ¿Quieres beber algo?, agua, mucho agua, por favor, lo necesita mi garganta; y así comenzaron a charlar sin parar. Ella le contó entre otras cosas que en su país había dejado a sus dos hijas al cuidado de sus padres, que se había marchado para intentar triunfar como modelo y que a la vista estaba como se ganaba la vida, en un bar de alterne; cuando libraba allí, venia aquí a cantar, pues había estudiado entre otras cosas canto e interpretación, de esa forma podía sostener a su familia.
 
Diego, por su parte le contó que era un jubilado, su trabajo había sido jefe de iluminación y efectos especiales para eventos de todo tipo, incluso conciertos y representaciones de teatro, por lo cual tenía un profundo conocimiento de ese mundillo.
 
Como dos exilados de mundos distintos, solitarios y desarraigados bajaron la calle, sorteando a las mangueras de riego que ponían la nota fresca a aquella noche tan calurosa. Me recuerda esto a los juegos en el barrio donde nací en Sao Paulo cuando era niña, mientras navegaba en las ciénagas de su pasado; pues a mi, decía él, me recuerda al rio grande de la ciudad que dejé. Bajo sus pies las baldosas relucían mojadas por el agua, así fueron caminando por las callejuelas añejas del barrio hasta llegar a una boca de metro.
 
Se despidieron con un beso apresurado, cuando el día comenzaba a clarear y la ciudad empezaba a desperezarse; sobre las aceras la gente iba y venia, unos esperando el autobús, otros para tomar un taxi...,
 
To be continued......
 
GREGORIO GIGORRO
"El salto"
Acrylic and ink on board
Signed and dated in 2014
Dimensions: 37 x 23 cm


Aranjuez a 21 de agosto de 2014
 

lunes, 28 de julio de 2014

A tu vera



No, no se preocupen, no voy a cantar la canción del mismo nombre, interpretada con el desgarro propio de la inolvidable Lola Flores, no por falta de ganas, desde luego.

Sentado sobre la enorme pila de la fuente de Narciso, que enamorado de su imagen como sabrán, se lanzó al agua pretendiendo capturarla; se mató en el intento, renaciendo en la flor del mismo nombre, espectacular donde las haya, aunque no es menos que el tupido boscaje que la abraza. Como les iba diciendo, me viene a la cabeza una cantidad  considerable de  fuentes y esculturas diseminadas por Aranjuez, que nos hablan de un continuo canto al amor y a la fertilidad; sin ir más lejos la  cercana fuente de Apolo, Dios del amor y la belleza sentada en su trono preside majestuoso el final de una avenida apretada del  bosque. Las copas decorativas  circundando el rio juguetón en sus muchos meandros, con sus asas formadas por dos tritones, nos hablan del agua y su  papel benefactor, la sucesión interminable de este elemento decorativo compone una suave melodía de color que salpica incansable  al padre Tajo, quien por supuesto tiene  una dedicada.

La misma entrada del Jardín del Príncipe, está rematada por amorcillos  que sostienen cestos de flores y frutas, por citar un ejemplo. Si nos dirigimos hacia el Jardín del Parterre, a nuestra izquierda encontraremos la Popular Mari Blanca, es decir Venus, Diosa del amor y la belleza, nacida de  la espuma del mar de Chipre, por ello está rodeada  de caracolas, delfines, ranas..., una representación de animales acuáticos; nada más poner el pie en el  jardín, de sopetón la fuente, ahora muda, de Hércules y Anteo nos sigue hablando de su procedencia clásica, así como las Nereidas, esos  personajes marinos que acompañaban a Anfítrite; para continuar disfrutando justo detrás del anterior se encuentra la de Ceres o Demeter griega. No conozco otra forma más bonita de explicar la agricultura que  a través de la historia de dicha Diosa y su hija Perséfone.

Cuando cruzas el puente hacia la Isla, está situado Vertumno, también  la de Hércules, la de Diana Cazadora, hasta el ébrio  Dionisos  tiene  su fuente  al fondo del  sombrío  jardín. Y es que en mi opinión, no hay otra manera más atractiva y divertida para explicar las pasiones humanas, que  a través de los dioses y mitos paganos, porque las tenían, pero mucho más exageradas que  los humanos; en este sentido las  Metamorfosis de Ovidio , autor romano del siglo I, es un libro muy  ilustrativo y si además las representaciones estéticas que pueblan estos parajes son hermosas, pues miel sobre hojuelas. Digo yo.
 
GREGORIO GIGORRO
"¿Y tú qué miras?
Acrílico y tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 50 x 35 cm



Aranjuez, a 28 de julio de 2014
 

sábado, 12 de julio de 2014

Linda (Segunda parte)




... Volvió al coche, condujo sin parar hasta un rio grande y manso, donde se sentó a descansar sin parar de pensar en ella, sólo en ella; en su pelo, sus ojos, sus ausencias, sus silencios..., le empezó a entrar un frio, un desasosiego nuevo para él; a veces se sentía como perdido, otras chispeaba de una especie de alegría. De pronto se dijo para sí, ¡pero si soy un viejo para ella, podría ser mi hija!, ¿vivirá sola, tendrá a alguien? Un montón de preguntas revoloteaban en su cabeza, era incapaz de ocupar sus pensamientos en otra cosa, que no fuera Linda.
 
Fueron pasando los días y creía verla en un mercado, sentada en una terraza o haciendo footing..., en cualquier lugar.
 
Apenas había transcurrido una semana, volvió a dar una vuelta, quizá para olvidar y probó un nuevo local del centro, donde había actuaciones de música en vivo; nada más flanquear la puerta, le envolvió una voz aterciopelada sobre el fondo de una dulce melodía. "Si tú me dices ven...", Linda era la que cantaba, le subió por la garganta un calor ardiente que le ahogaba, toda ella iluminada parecía una burbuja brillante, de reluciente oro; metida en aquel atuendo que resaltaba su apariencia de modelo, con el pelo azabache, recogido en un moño y arropada por la media luz de las lamparitas distribuidas alrededor del escenario. Iba desgranando aquella canción tan sugestiva, tan sugerente; el silencio reinaba en aquel lugar, donde poco antes todo era ruido de copas, de voces bañadas por aquella luz ambarina, al terminar la sala entera prorrumpió en un sonoro aplauso. Cegada por la luz, no atisbaba a ver a nadie en concreto, él se percató que un negro de dos cuerpos y medio se le acercaba con cara de pocos amigos,  lo que le hizo fruncir el ceño apartándose de él, quien despareció en un pis pas.
 
Diego, se dio cuenta de que no estaba sola. (To be continued)


GREGORIO GIGORRO
"Dispara ya"
Tinta y acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 35 x 49 cm


En Valencia a julio de 2014
 

domingo, 29 de junio de 2014

La procesión



Ella desde el balcón rodeada de los suyos, veía con ojos ávidos de niña la procesión; bajo sus pies, todo el recorrido estaba saturado por el intenso olor a incienso y romero, por la multitud multicolor agolpada desde primeras horas de la mañana, sin un lugar para un alfiler, aguardando la llegada del cortejo.
 
Los toldos colgados desde lo alto recorrían zigzagueando las tortuosas calles, de los que pendían farolones iluminados, grandes guirnaldas adornaban las fachadas que aparecían cubiertas de flores, banderas y tapices de distinta factura.
 
A lo lejos, los acordes de una banda de música, anunciaba la llegada, seguida de un tropel de caballos blancos y tordos montados por jinetes uniformados a la antigua usanza, seguidos de cruces repujadas en oro, de niños y niñas inmaculados, con sus trajes de comunión, de señoras de negro riguroso con finas mantillas y peinetas, de multitud de cofradías con sus distintos atuendos; por fin apareció la custodia de Arce, obra maestra de la orfebrería renacentista, colocada sobre una carroza, arrastrada con sigilo por cuatro sacerdotes sobre el pedregoso pavimento; amén de todas las autoridades civiles y eclesiásticas.
 
La estampida de los cohetes, fue respondida por los repiques de las campanas de toda la ciudad, las palomas en desbandada ponían la nota blanca sobre un cielo límpido y añil; la procesión iba tocando a su fin, bajo el arco de palacio bordeando los tapices de Bruselas que aligeraban el peso de los muros catedralicios.
 
Todo el boato de la iglesia católica, había salido a la calle para festejar el Corpus Christi.
 
Él observaba a la niña con sus ojos como platos, sin dejar de mirar a su mujer que chispeaba sentada disfrutando de aquella mañana soleada de junio a la sombra de un plátano junto a la imponente iglesia de San Idelfonso.
 
Lejos quedaba aquel día, también luminoso, cuando siendo niño, sus padres le llevaron a ver la misma celebración en Toledo; pero él ya no era el mismo; sus ojos se clavaron en los suyos aunque no se cruzaran sus miradas.
 
La niña seguía absorta gozando del derroche de color, de olor..., siguiendo las indicaciones de su madre.
 
¡Ojalá!, cuando el tiempo pase y sin duda pasará para ella, siga recordando aquel día lejano en que sus padres quisieron que conociera aquella fiesta religiosa; yo lo sigo haciendo con verdadero placer y lo más importante es que continuo emocionándome, sintiendo que mis ojos chispean ante lo que veo.
 
GREGORIO GIGORRO
"Roma"
Acrílico y tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2014
Medidas: 23 x 37,5 cm



En Aranjuez a 29 de junio de 2014