Después de tantas idas y venidas para acudir a los ensayos, de pasar mucho calor, nervios, risas, alguna lagrimilla...
Después de preparar concienzudamente tu papel, sin escatimar ni esfuerzos, ni tiempo; llegó la noche esperada, cuajada de estrellas, con el palacio como telón de fondo, a la sazón iluminado con acierto, cambiando las imágenes según lo requería cada escena. Te subiste al escenario pisando firme y con soltura, desgranando desparpajo; dueña de ti, te convertiste en María, acompañada por tu pareja en la ficción, sin que él te fuera a la zaga.
Estuviste sencillamente estupenda, y no exagero, aunque cualquier padre que lo hubiera hecho estaría totalmente justificado; pero no voy a enumerar por no redundar, los apelativos que te podría dedicar.
Al final la plaza de Parejas inmensa, se llenó de un aplauso gigante e incesante, después los saludos, las pruebas de cariño hacia toda la compañía que había trabajado incansablemente para representar el Motín de Aranjuez, celebración anual a veces controvertida, que habiendo estrenado nuevo libreto en este año, ha ganado en dinamismo, debido al hecho de ensartar una escena con la otra siendo distintas entre si, como si se tratara de un encaje de bolillos, sin olvidar la gracia y la frescura de sus intérpretes.
Felicidades a ti y a todo el elenco que ha hecho posible esta representación.
Si alguien a tu edad representa su papel con tanto garbo y seguridad, qué no podrá hacer dentro de un tiempo. Has arrancado bien, con buenos bríos, sin embargo en esta carrera tendrás que sortear muchos obstáculos, sabrás salvarlos con tu tenacidad, ya sabes, somos lo que nos proponemos, adelante Isabel, sigue con tu camino.
María |