La luz ámbar de las velas que poblaba enteramente el templo hacían del espacio de por sí imponente, un lugar íntimo y sobrecogedor, ascendía por los altos pilares dejando las bóvedas en penumbra, la iglesia se encontraba repleta de gente en silencio, olía a cera, esperaba a que comenzase el concierto, formado por un cuarteto que se hallaba situado delante del altar que emergía sobre miles de velas sembradas en la escalinata dando la espalda al magnífico retablo donde la obra del pintor Luis Tristán, coetáneo del Greco, reinaba por derecho propio.
La imaginación en un santiamén te transporta a épocas donde no había electricidad, ni relojes, ni transportes, ni horarios, ni ruidos.
Por fín comenzó el esplendor barroco, la música de Vivaldi, una apuesta segura que fue bien interpretada y mejor recibida por un público entregado, aquella noche todo conspiró en aras de la belleza, que nos salva de cualquier desmán.
Fue emocionante, conmovedor, en un marco extraordinario pues la Colegiata de San Antonio Abad de Yepes es un monumento con todas las letras, comenzó a edificarse en el siglo XVI, teniendo al Cardenal Tavera como mentor aunque las obras continuaron hasta bien entrado el siglo XVII, su arquitecto es Alonso de Covarrubias bajo el reinado de Carlos V.
A Yepes se le conoce popularmente como el Toledillo, por su semejanza con la ciudad imperial aparte de haber sido el hogar del Arzobispo Alonso Carrillo de Acuña también por haberse celebrado las capitulaciones matrimoniales del matrimonio de los Reyes Católicos, porque Calderón de la Barca recibió un encargo de dicha Villa con motivo del Corpus Christi, podría enumerar muchos más acontecimientos que allí se celebraron.
La iglesia que nos ocupa como cualquier bien artístico acusa el paso del tiempo por muy buenos que sean los materiales, en este sentido a causa de los desastres de La Filomena, el monumento se resintió concretamente en la techumbre, bien es verdad que se recabo dinero para enmendar los daños pero no fue suficiente; para sostener este tesoro debido a lo comentado además de otras actuaciones se organizó el concierto, la respuesta fue unánime, la iglesia para un pueblo es su seña de identidad, además en este caso dicho templo por su envergadura es conocido como la Catedral de la Mancha y en mi opinión no me parece exagerado.
Candlelight es una entidad que se ocupa de organizar eventos culturales, que llevó a cabo de forma satisfactoria dicho acontecimiento, es muy loable que existan empresas a este nivel tanto como que los pueblos demanden sus servicios, pues todos ganamos, sobre todo en lugares donde el empleo no abunda, ésta y no la única puede ser una idea para reavivar la vida en el campo.
Mi más sincera enhorabuena para todos aquellos que se han puesto en marcha para que nuestra memoria no se eche a perder.
Colegiata de Yepes (Toledo)
En Aranjuez a 28 de abril de 2024 en vísperas de San Pedro Mártir.