Se puede perder de todo, desde unas llaves, una oportunidad, un tren, la vista, un amigo, una sortija, cualquier cosa, hasta una nariz, ¡si, como lo oyen!
Bueno pues justamente eso es lo que no deberían de perderse, la pérdida de una nariz porque no es una nariz cualquiera, es la de un payaso, un instrumento importante para desarrollar su cometido; se imaginan un cantante sin voz, un bailarín cojo o un pintor sin pinceles y asi podría citar multitud de ejemplos; después de todo lo dicho con anterioridad tengo que decir que la obra en cuestión es Ramón Caramelo, escrita y dirigida por Carlos Alcalde en la cual este payaso pasa todo el tiempo buscando su preciada nariz, ayudado por otros personajes que hacen de este trabajo una verdadera delicia donde el personaje central Isabel Gigorro junto con sus compañeros y dirigidos de una forma verdaderamente inteligente con un lenguaje jugoso, aderezado con una crítica sagaz dan como resultado un espectáculo ideal tanto para pequeños como mayores, para cualquier familia, consiguiendo que los niños se familiaricen con el teatro de una forma amena y sencilla, porque además se representa en un espacio de proporciones reducidas que hacen que te sientas como si estuvieras en familia, que se viva la historía de un modo íntimo aunque considero que si se representara en un lugar mayor como ya se ha hecho su calidad no queda en absoluto mermada, en cualquier caso es una distracción, es un trabajo muy pedagógico, aconsejable por supuesto para que los colegiales acudan a verlo, os aseguro que en vez de perder en este caso lo que ganas es disfrutar tanto chicos como mayores y ganar un buen rato de tu vida saliendo con la sonrisa puesta, ¿quién puede dar más en estos tiempos que vuelan?
En Aranjuez a 18 de marzo de 2023 |