sábado, 15 de abril de 2023

Cádiz

La primera vez que fui me deslumbró, tenía 13 años, sería la luz sobre la bahía al atardecer, tal vez el olor intenso a yodo paseando por la playa, quizá el viento de levante despeinando las altas palmeras, puede que fuese el perfume del azahar en primavera o serían sus gentes alegres y acogedoras que son el poso del tiempo pues Gades es con sus más de 3000 años la ciudad más antigua de Occidente y eso no es cualquier cosa.

Desde los fenicios, los cartagineses, romanos, árabes, cristianos, todas esas civilizaciones han dejado un legado tan rico como variopinto.

Me sigue fascinando esa ciudad abrazada por el mar que contra viento y marea resiste al tiempo hasta llegar a nuestros días.

Es hermoso ver la luz arrolladora que envuelve la plaza de San Juan de Dios abierta al puerto como si fuese una inmensa puerta, con un casco equilibrado, un ayuntamiento señorial; toda ella huele al Caribe, de hecho en Cartagena de Indias hay un edificio calcado del anterior.

Cómo romano es el teatro, de los más grandes del imperio edificado por la familia Balbo, ricos comerciantes de la época que por cierto tenían su sitio reservado en el anfiteatro Flavio en Roma o los restos de las dependencias del puerto en época fenicia, sin dejar de mencionar el rosario de iglesias amén de las dos catedrales con las que cuenta la urbe y que custodian obras de arte sacro muy reseñables.

El sello de la importancia comercial a partir del XVIII cuando de Sevilla hasta allí se traslada la Casa de contratación queda patente en los numerosos palacios diseminados por el centro histórico, hasta asistió al nacimiento de la Constitución de 1812; tantas y tantos ejemplos podría citar que sería arduo.

Pero yo me quedo donde estoy que es tomando un pescaito frito delicioso con buena compañía a la sombra de las palmeras que jalonan la calle de la Virgen de la Palma en el barrio de la Viña, después de darme un bañito en la playa de la Caleta, por cierto imposible olvidarse los atardeceres en este lugar de baño, un lugar familiar, recoleto que cuenta con un balneario decimonónico mientras ves las barquitas salpicadas sobre el agua o el paseo al borde del mar, chasqueando las olas contra las murallas, el cielo inmenso, el aire quieto, una familia de gatos tomando el sol sobre las rocas artificiales... 

En fín no les cuento más, vengan, déjense acariciar igual que hace el Atlántico con esta ciudad que sin duda les encandilará.


Gregorio Gigorro

En Aranjuez a 16 de abril de 2023

 



domingo, 2 de abril de 2023

La mirada

 Aquellos ojos incisivos y serenos estampados en un cartel delante del museo, ejercieron una atracción arrolladora en los dos, aquel retrato de mirada profunda, de rostro armonioso invitaba a ver la exposición anunciada.

Ni siquiera se miraron, a los cinco minutos ya tenían la entrada en la mano, subieron la escalinata a buen paso, llenos de curiosidad; no repararon en la bolsa de plástico en la que llevaban unas cosillas que habían comprado en el rastro, pero los vigilantes en el umbral si se percataron, con ese bulto no podían entrar, tras la indicación de uno de ellos la escondieron en un rellano pegado a la puerta, y santas pascuas.

Nada más encontrarse bajo la cúpula y la escultura de Carlos V y el furor olvidaron el contratiempo; la gran galería estaba abarrotada de turistas, ellos pasearon entre tanta hermosura hasta llegar a la muestra... "la colección Frick", junto al retrato de aquella dama cuyo autor era Goya pendían de sus muros otros tantos de Velázquez, El Greco, Murillo; lo llamativo de este último artista fue que además de los retratos realizados por él figuraba su autoretrato, las obras expuestas procedían de la colección antes mencionada, cuya categoría es digna del Museo del Prado.

Su artífice fue Henry Clay Frick, magnate estadounidense del acero y mecenas del arte, quien comenzó a atesorar obras a principios del siglo XX, desde Pittsburgh, más tarde en Nueva York mandó construirse una mansión situada entre la quinta avenida y las calles 70 y 71 entre 1912 y 1914 a cargo del arquitecto Hastings, de estilo neorenacentista donde vivió junto a su familia disfrutando de su maravillosa colección. Abarcando en el caso de la pintura maestros desde Cimabue, Bellini, Vermeer, Velázquez, Murillo, Goya, Turner, Fragonard entre otros autores, de este último en concreto posee las pinturas del pabellón de Louvenciennes para Madame Du Barry, amante de Luis XV, pero además de la pintura cuenta con una magnífica muestra de esculturas renacentistas y barrocas, relojes, porcelanas, alfombras, mobiliario del siglo XVIII, un exquisito gabinete de dibujos renacentistas, barrocos...

La colección obedece al hecho de que era su vivienda en Nueva York, como es lógico quería disfrutar de ella por lo que prefería los retratos y los paisajes a otros temas; desgraciadamente no vivió mucho tiempo allí porque murió, su mujer y su hija si lo aprovecharon más. 

A partir de 1935 después de la adecuación pertinente, se abrió el museo que hoy conocemos situado en el corazón de Manhattan que cada año es visitado por 300.000 personas, se le equipara con otros museos por sus dimensiones y selección de sus obras, como son la colección Wallace o la de Lázaro Galdeano en Madrid, museos más acogedores y más agradables para ver que los grandes espacios expositivos.

Debido a trabajos de mejora en su sede, parte de sus obras han viajado hasta Madrid, por eso podemos gozar de ella. Dar una vuelta bajo la frondosidad del cercano paseo o pasear un rato por este templo de la belleza es siempre agradable, en esta ocasión además es recomendable porque las piezas expuestas son de primer nivel, como todo lo que custodia el Museo del Prado, por si fuera de su interés la muestra se exhibira hasta el 6 de julio de 2023.

GREGORIO GIGORRO
"Duende"
Óleo sobre lino
40 x 40 cm
Firmado y fechado en 2017



En Aranjuez a 2 de abril de 2023


sábado, 18 de marzo de 2023

Ramón Caramelo

 

Se puede perder de todo, desde unas llaves, una oportunidad, un tren, la vista, un amigo, una sortija, cualquier cosa, hasta una nariz, ¡si, como lo oyen!

Bueno pues justamente eso es lo que no deberían de perderse, la pérdida de una nariz porque no es una nariz cualquiera, es la de un payaso, un instrumento importante para desarrollar su cometido; se imaginan un cantante sin voz, un bailarín cojo o un pintor sin pinceles y asi podría citar multitud de ejemplos; después de todo lo dicho con anterioridad tengo que decir que la obra en cuestión es Ramón Caramelo, escrita y dirigida por Carlos Alcalde en la cual este payaso pasa todo el tiempo buscando su preciada nariz, ayudado por otros personajes que hacen de este trabajo una verdadera delicia donde el personaje central Isabel Gigorro junto con sus compañeros y dirigidos de una forma verdaderamente inteligente con un lenguaje jugoso, aderezado con una crítica sagaz dan como resultado un espectáculo ideal tanto para pequeños como mayores, para cualquier familia, consiguiendo que los niños se familiaricen con el teatro de una forma amena y sencilla, porque además se representa en un espacio de proporciones reducidas que hacen que te sientas como si estuvieras en familia, que se viva la historía de un modo íntimo aunque considero que si se representara en un lugar mayor como ya se ha hecho su calidad no queda en absoluto mermada, en cualquier caso es una distracción, es un trabajo muy pedagógico, aconsejable por supuesto para que los colegiales acudan a verlo, os aseguro que en vez de perder en este caso lo que ganas es disfrutar tanto chicos como mayores y ganar un buen rato de tu vida saliendo con la sonrisa puesta, ¿quién puede dar más en estos tiempos que vuelan?





En Aranjuez a 18 de marzo de 2023


domingo, 12 de marzo de 2023

In memoriam

Hace ya 19 años de aquella mañana en la cual, mi mujer decidió no tomar el tren pues la noche anterior al recoger la documentación en su lugar de trabajo se fue directamente de casa a gestionar sus deberes. Tampoco yo lo hice aunque tenía pensado ir a la buhardilla para pintar un rato antes de impartir una clase más tarde.

Aquella madre ese mismo día no se despidió de su hija cuando ésta se marchó a la universidad, aquel chico del que su madre se sentía orgullosa porque sería un químico importante tampoco se despidió o aquel señor que casualmente se encontró con un conocido, se paró a hablar y gracias a eso perdió el tren; aquel matrimonio de Santa Eugenia que dejaron el coche en el taller y tomaron ese tren, sin despedirse de sus dos niños, igual que nosotros niño y niña y así podría continuar hasta llegar a las 192 personas que perecieron aquella mañana aciaga del mes de marzo del año 2004, víctimas del más horrible atentado terrorista acaecido en Europa.

El corazón de España quedó destrozado, la muerte dejó un sembrado de muertos y cientos de heridos y conmocionando a todo el país.

Todo esto sucedió en vísperas de las elecciones generales que se celebrarían 3 días después, España no se encontraba en las mejores condiciones para votar serenamente.

Como consecuencia el gobierno del Partido Popular cayó, subiendo al poder el Partido Socialista; los supervivientes lloraron y enterraron a sus muertos o lo que quedaba de ellos porque fue una tarea árdua, un verdadero infierno el reconocimiento de los restos esparcidos por la onda expansiva.

Se buscaron culpables, se llevaron a cabo detenciones, se emitieron juicios y se condenó a los supuestos autores del magnicidio, no obstante los autores "intelectuales", los verdaderos que urdieron la masacre siguen sin aparecer, mientras tanto se destruyeron pruebas que pudieran esclarecer lo sucedido; aunque el tiempo ha pasado, cada 11 de marzo muchas personas siguen haciéndose la misma pregunta: ¿Quien, porqué, para qué?

Solo sé que casi 200 personas fueron arrancadas de la vida de un tajo, cuando iban a trabajar, a estudiar...ya nunca lo volverán a hacer, como tampoco podrán pasear, bañarse, jugar con sus hijos, irse de vacaciones, es verdaderamente desgarrador.

La vida, sobre todo la nuestra, pende de un hilo, todo depende de quien la mueva y de sus intereses en cada momento.

Si estamos aqui para rememorarlo, es porque aquel día ella llevó a la niña a la guardería y no tomó el tren como tampoco lo hice yo, yendo andando al trabajo sin embargo siempre mientras vivamos recordaremos aquella mañana en que se truncaron tantas vidas, tantas ilusiones rotas, ¿adónde va tanto dolor, tanta ausencia?; porque siempre pagamos los mismos la fiesta de otros a la que por supuesto no asistimos nunca no obstante siempre pagamos los platos rotos o lo que haga falta.

El valor de la vida se ha devaluado mucho, tanto que como he dicho más arriba pende de un hilo o de unos cuantos.

GREGORIO GIGORRO
"La espera"
Bolígrafo y acrílico sobre papel de estraza
Firmado y fechado en 2011

En Aranjuez a 11 de marzo de 2023



domingo, 5 de marzo de 2023

Ahora o nunca

 Un coche baja la avenida lentamente, es noche cerrada,

el frío se siente, los árboles desnudos flanquean el paseo,

las farolas centinelas de color ámbar les guían,

una fila de personas aguarda al autobús, son las cinco;

un niño llora, su padre responde a su llamada,

a esas horas otros vuelven a casa después de una noche de jolgorio,

el médico arranca su coche para llegar a su trabajo,

la autopista está atestada de vehículos que se dirigen a la gran ciudad,

los pájaros en el cielo comienzan a despertarse,

se oyen sus trinos, saben que el invierno se marchará pronto,

sin embargo ignoran el porqué, simplemente viven,

ella, se ha levantado preocupada,

tomará el autobús muy temprano,

el aroma del café le va entrando en calor,

los barrenderos recogen los restos de la última fiesta;

otra mujer tampoco ha dormido, pensando en el hospital al que debe acudir,

los niños se hacen los remolones a la hora de ir al colegio,

el día va clareando despacio,

los trinos suben de tono, los ruidos, los colores...

todo recobra su apariencia ante el inminente amanecer,

llega la mañana, la única de la que dispones,

para vivirla como mejor puedas,

estés barriendo una calle, lleves a tus hijos al colegio después de una juerga,

te subas a una escalera para podar un árbol

o bajes para tomar el metro,

te vistas para desvestirte antes de que te lleven al quirófano.

Poco importa lo que hagas, lo primordial es cómo lo hagas 

y lo realmente fundamental es saber, sentir que todos los días merecen ser vividos.


GREGORIO GIGORRO
Boceto cerámico
Acrílico sobre papel 2017
Medidas: 30 X 30 cm



En Aranjuez a 5 de marzo de 2023



miércoles, 15 de febrero de 2023

Cada día

 Tú te vas pero te quedas dentro de mi

aunque te echo de menos,

cada día en ese instante nos miramos intensamente

como si fuese una despedida,

a veces sentimos que puede que sea la última vez.

La vida es un suspiro, un manantial incesante

del que participamos como sabemos, podemos 

o nos permiten las circunstancias;

mientras tanto perdemos mucho el tiempo,

no es que no lo tengamos, 

sencillamente lo desperdiciamos a raudales,

transcurre cada día esperando a volver a vernos,

pese a todo estando ya cansados,

acertamos a reconocernos cada noche

porque siempre nos mantiene un rescoldo de esperanza,

de otra manera la espera sería insoportable.

De todos modos te echo de menos,

no hago otra cosa que pensar en ti,

acordarme de ti todo el día,

sé que te consta.

Cuando una puerta se cierra se abre una ventana

¡Ojalá llegue el día en que solo haya puertas abiertas de par e par

y el sol se quede en la nuestra para siempre!


GREGORIO GIGORRO
"La despedida"
Boceto en papel con bolígrafo
Firmado en 2023


En Aranjuez a 15 de febrero de 2023



domingo, 29 de enero de 2023

Farinelli il castratto

 Paseando me detengo delante del palacio que perteneció al celebre cantante italiano, afincado en España, observo su lamentable estado, primero fue un incendio, después el posterior abandono. En una ocasión tuvimos la oportunidad de conocer su interior, al poco tiempo se puso a la venta, a fecha de hoy a dicho inmueble se le otorgó la categoría de bien de interés cultural y en la actualidad el edificio situado a tiro de piedra del palacio real de Aranjuez continua en una situación que no es de recibo.

Todo esto me evoca una época dorada para el arte y la cultura en España más que reseñable.

Carlos Broschi, asi se llamaba, nació en 1705 en Andria (Apulia), perteneciente a la pequeña nobleza, poseedor de unas dotes para el canto extraordinarias; al parecer como consecuencia de una caida siendo pequeño hubo que practicarle la castración que por otra parte se hacía para obtener voces de soprano o contraalto encaminadas a las capillas de música y ópera.

Realizó los estudios de canto en Napolés, pronto descolló en esta disciplina, con 17 años compitió en un duelo musical con un famoso trompetista quedando éste exhausto. Enseguida se convirtió en primera figura, siendo un ídolo público en los escenarios que pisara, ya se tratara de Roma, Viena, París o Londrés; a los 32 años era ya un personaje de leyenda.

En 1737 el embajador español en Londres por orden de la reina Isabel de Farnesio le pidió que actuara para el rey, su marido, porque estaba aquejado de una profunda melancolía, su abandono personal era más que preocupante por no hablar de la dejación de funciones en cuanto al gobierno se refiere. En el palacio real de la Granja el cantante se situó en la habitación al  lado de la que ocupaba el rey, éste al escuchar su voz recuperó la salud, las ganas de vivir, tal impresión produjo el resultado en la pareja real que Farinelli tuvo que romper todos los compromisos contraidos para dedicarse en exclusiva a la corte española donde permanecería veinte fructiferos años,

Al morir Felipe V accedió al trono Fernando VI y Bárbara de Braganza, monarcas cultos, amén de grandes melómanos, incluso el rey llegó a escribir algunas composiciones musicales; su situación cambió sensiblemente pues aparte de cantar se encargó de la organización del coliseo del palacio del Buen Retiro donde se celebraban óperas y serenatas, ocupándose de todo lo referente a las obras que se representaban, en otro orden de cosas le fue concedida la distinción de caballero de la Orden de Calatrava.

En 1751 en dicho teatro se estrenó Armida Placata con todo lujo de detalles, con una escenografía espectacular, un libreto dramático y culto a la vez, la primera se debe a Giacomo Amigoni al que conoció en Londres, eran amigos como también lo era Metastasio el libretista, amigo de sus amigos también ayudó a Scarlatti, a Bonavia, fue escrupuloso en la gestión del Buen Retiro, anotaba todo cuanto allí sucedía, vestuario, transportes, sueldos, todo era supervisado por él, al igual que lo concerniente a las fiestas reales acaecidas en Aranjuez para las que creó la escuadra del Tajo, amenizada con música, como no podía ser de otra manera, se trataba de paseos a lo largo de río cuando caía la tarde.

Ahorrador y generoso, siempre se ocupó de la manutención de su madre para que esta tuviera una vida holgada, persona de éxito relevante recibió cuantiosos emolumentos además de joyas, y obras de arte de sus admiradores, sin ir más lejos la reina Isabel llegó a regalarle un Velázquez; él mismo buen conocedor del arte atesoró obras de Rivera, Murillo, Rafael entre otros, además de enviar las sumas necesarias para hacerse construir un palacete en Bolonia (Italia) o sea también fue una persona previsora.

Con la muerte de Bárbara de Braganza el 27 de agosto de 1758 en Aranjuez, seguida de la del rey el 10 de abril de 1759 se apagó su estrella; pues la subida al trono de Carlos III más proclive a la caza que a la música, de él se decía que los capones son buenos para la mesa, precipitó su partida de nuestro país y regresó al suyo a descansar y lo hizo andando el tiempo en 1782 en Bolonia.

Fue un artista hermoso, culto, cosmopolita, un maestro extraordinario del bel canto que nunca quiso inmiscuirse en asuntos políticos aunque le intentaron sobornar sin conseguirlo, que vivió de su arte muy  bien, además de ser conocido y reconocido en su época, un ejemplo destacable aunque no el único afortunadamente.

GREGORIO GIGORRO
Boceto a bolígrafo
2022



En  Aranjuez a 29 de enero de 2023