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jueves, 3 de mayo de 2018

Agua del cielo


Agua para las fuentes cantarinas,
los arroyos juguetones,
los embalses enormes,
los ríos que riegan huertas y jardines.

Agua para tu boca sedienta,
para los gorriones y las golondrinas.

Agua para las mangueras,
cayendo con furia sobre los tejados del palacio.
¡Qué lástima que ayer no hubiera habido una tormenta descomunal!
Tanto que lo hubiera barrido todo,
y hay mucho desperdigado a nuestro alrededor.

¿Qué diría la duquesa tan celosa de sus propiedades?,
nada, porque solo está en nuestra memoria;
el viejo edificio empezó a morir al abandonarle,
después se puso en venta, como un inmueble cualquiera,
obviando que se trataba de un monumento.

Como no hay transcendencia alguna en estos tiempos,
no hay interés por conservar nuestro legado,
para mantener la memoria de los que nos heredarán.

Ahora se lleva aquí te pillo y aquí te quemo,
vivir para ver arder lo que se  tercie.


GREGORIO GIGORRO
En el Convento de Santo Domingo
Santa María la Real de Nieva
Segovia



En Aranjuez a 3 de mayo de 2018

viernes, 30 de marzo de 2018

Aquella noche



Había luz en el palacio, 
la noche era negra,
a más no poder,
el asfalto rezumaba agua,
de tanto llover,
las farolas mortecinas alumbraban la avenida,
dos ventanales ámbar de la torre sur,
despedían luz,
los transeúntes escasos y extraños al hecho,
caminaban deprisa,
por ir despacio él se dio cuenta,
la plaza inmensa y desierta,
los canalones escupiendo agua,
sin cesar,
a esas horas, alguien deambuló 
por los salones barrocos,
¿sería un alma en pena?
o quizá algún visitante importante
o tal vez un guardia,
se olvidó de apagar una lámpara,
o qué se yo...

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Lisboa"
Acrílico sobre tablita entelada
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 22 x 27 cm



En Aranjuez a 30 de marzo de 2018

jueves, 29 de marzo de 2018

Aranjuez en Semana Santa



La noche era inmensa, 
con  una luna redonda, protectora,
el aire rezumaba incienso,
el gentío atestaba todo el recorrido,
el recogimiento reinaba por doquier,
roto por las sonoras trompetas y tambores,
el paso seco y firme,
los morados nazarenos al unísono,
el arrastre de las cruces,
las velas encendidas.

Él,  en lo alto, reinaba vestido de oro y púrpura,
los cabellos al viento, solo camino del calvario,
Jesús de Medinaceli, nos congregó a todos,
nosotros absortos, callados,
casi en silencio, el mundo recorría las calles,
las miradas desde los balcones,
las ventanas apagadas,
la noche lucía, el viento comenzaba a soplar,
fue ayer miércoles Santo,
una fiesta íntima, sencillamente hermosa.

GREGORIO GIGORRO
Entrada del Cristo de Medinaceli en la Iglesia de Alpajes
Miércoles Santo
Aranjuez  (Madrid)


En Aranjuez a 29 de marzo de 2018
















miércoles, 2 de septiembre de 2015

Serio percance


Las ilusiones se quiebran aunque sean como árboles robustos y centenarios.

Pisan las hojas arrancadas, ven los coches maltrechos, las persianas rotas, las farolas torcidas;

cientos de ramas desmochadas esparcidas sin orden ni concierto reposan en el suelo.

Todo en un momento puede convertirse en ruina, en pura desolación.

Pero le quedaban en su retina, los ojos enormes del caballo, la sonrisa del niño,

el gusto del arroz y el sabor del buen vino.

Gracias a que desvió con firmeza el volante, pudo enderezar su camino,

enturbiado por el barro hasta las cejas;

repuesto del susto, delante estaba la carretera desierta, recta y el horizonte lejano.

Lo mejor de la vida hay que disfrutarlo como algo único e irrepetible porque en cualquier momento,

todo se puede ir al traste.

Tanto que nos creemos con lo poco que somos.



PILAR CUNS
En el jardín del Partal
La Alhambra
Granada (ESPAÑA)
Fotografía: Pilar Cuns



En Aranjuez a 2 de septiembre de 2015