domingo, 25 de septiembre de 2022

El último viaje

Los últimos arreboles de la tarde iluminaban el velero, que él manejaba como pez en el agua, ella le miraba complacida, saludándolo, recibiendo igual respuesta; el barco se aleja deslizándose a lo largo del mar, serenamente sin prisa ella se sumerge lentamente en su sueño.

Suena el teléfono-Dígame- preguntan por él, continúa al otro lado una voz ronca-Sus padres han sufrido un grave accidente, le indica la misma voz adonde tiene que dirigirse. Cuelga el teléfono, frío, pasea por la habitación, se da la vuelta, titubea, hace una llamada a su hermana, no sin antes de respirar profundamente, -Inés, soy Juan- Si te he reconocido, ¿Qué tal?- Bien- le responde secamente- se oyen a lo lejos voces infantiles y música barroca.

-Dime, le dice ella- Pues verás.. me acaban de telefonear..., tose, titubea..., nuestros padres han sufrido un serio accidente- ¿Han muerto?, -Mujer no digas eso..., espero que no, por favor ven lo antes posible.

El matrimonio se dirigía a su casa desde Toledo, ciudad que les encantaba, aquella tarde habían paseado sin rumbo fijo después de haber tenido una cita de trabajo; se les hizo de noche, muy habitual para ellos pues llevaban tiempo tomándose la vida de una forma relajada aunque él seguía resistiéndose de su operación en el ojo derecho, no obstante con frecuencia decía: "Por quejarse no desaparecen los problemas".

El caso es que les fascinaba ver la ciudad iluminada desde la Virgen del Valle o desde El Parador, siempre era una fiesta para la pareja.

El conjunto monumental se lo sabían de memoría, igual que sus hijos, pues desde pequeños era frecuente encaramarse a la baranda y recitar los nombres de los monumentos a cambio de un refresco, así que podría conducir como quien dice con los ojos cerrados para llegar a disfrutar de esa vista aunque él seguía siendo prudente.

Tomando una curva se encontró de bruces con una ambulancia a toda velocidad, por esquivarla y sin contar con la falta de reflejos que quita el tiempo, su vehículo saltando el quitamiedos se precipitó por el barranco dando unas cuantas vueltas de campana, incendiándose acto seguido para acabar completamente hecho un amasijo de hierros calcinados al borde del Tajo.

Esa fue la explicación recibida, -Ah, su madre iba durmiendo mientras que su padre se quedo ciego un segundo antes; es todo lo que les puedo decir-, -añadió el empleado, entregándoles los objetos personales que se salvaron de la quema.

La misma ambulancia ante tal estruendo de llamas dio la vuelta pero no se pudo hacer nada por los ocupantes del coche siniestrado.

La ciudad seguía iluminada y el firmamento preñado de estrellas.


GREGORIO GIGORRO
Retrato de Isabel
Conte y carboncillo sobre papel Canson 
Firmado y fechado en 2007

En Aranjuez a 25 de septiembre de 2022

sábado, 17 de septiembre de 2022

Demasiado corazón

 Se puede vivir de diferentes maneras y morir de otras tantas, el caso que nos ocupa yo creo que su final fue debido al éxito. 

Hugo Koblet de nacionalidad suiza, fue una estrella del ciclismo europeo en los años 50, disfrutó del triunfo y éste le embriagó. Él, con el tesón que conlleva este deporte sin excluir a otros, por el que siento particular admiración, destacó sobremanera en poco tiempo.

Fue un hombre que llamaba la atención por su belleza, educación y elegancia dentro del ciclismo, cosechó numerosas victorias, siendo malogrado por la aparición de un forúnculo en las nalgas, solventado por la intervención de un médico, el cual le recetó supositorios de cocaína; en aquella época no estaba mal visto que los deportistas tomaran estimulantes, de resultas de lo anterior siguió ganando, no obstante se embarcó en una vida de lujo y desenfreno donde abundaban las villas costosas, automóviles despampanantes, viajes..., en uno de ellos a México contrajo una enfermedad venérea que le cambió la vida aunque para mantener el alto nivel del que disfrutaba siguió trabajando y ganando; abrió negocios que tuvo que cerrar, se endeudó, las broncas con su mujer eran canela fina, por citar algunos problemillas.

Se retiró en 1958 y el 11 de noviembre de 1964 llegó a la meta a la que todos tarde o temprano estamos abocados, estrellándose con su flamante Alfa Romeo, pero no murió en el acto, antes de  expirar contó a los presentes haber visto una sombra humana que trató de esquivar; misterioso e inquietante, verdad. Tan fatal accidente sigue sin esclarecerse ya que no había huellas de freno y la carretera estaba seca.

Morir joven, guapo y famoso abre las puertas de la inmortalidad, sino que se lo digan a James Dean que habiendo interpretado tan solo tres películas, muriendo en un accidente de coche también, subió al Olimpo; quizá porque en Estados Unidos andan faltos de personajes ilustres en su corta historia, vivir para ver, en España dichos personajes abundan a porrillo, desde Viriato y antes hasta Picasso pongo por caso, en todas las ramas de la existencia humana es evidente que multitud de hombres y mujeres en nuestro país han influido poderosamente en el devenir de esta tierra y del resto del mundo, no todos los países pueden decir lo mismo, porque todo el monte no es orégano.

GREGORIO GIGORRO
Ciclista
Bolígrafo sobre papel
Septiembre 2022


En Aranjuez a 17 de septiembre de 2022


martes, 13 de septiembre de 2022

Las cosas del querer

Aturdida por las preguntas del comisario, Marta respondía con los ojos llorosos, no imaginaba el lío en el que se había metido; sus padres escuchaban boquiabiertos el relato de su hija.

Ella ante lo poco que avanzaba su relación con un compañero del instituto, algo menor que la muchacha, dieciséis años para más señas tenía Álvaro, Marta decidió inventarse un rapto, creyendo así captar la atención del muchacho.

Sus padres estaban de viaje siendo ella mayor de edad, hija única, contando con la confianza de estos, la dejaron sola, total tardarían unos ocho días en regresar. 

Poseían un apartamento que había estado alquilado precisamente por un estudiante pero al encontrar trabajo en otra ciudad decidió prescindir de ese alojamiento, allí se escondió la chica y comenzó a enviar wasap a su compañero, alertándole de la situación en la que se encontraba, el chico se asustó ante lo que Marta le relataba, hasta tal punto que pidió ayuda a la policía, ella en su ceguera, no tuvo en cuenta o quizá por desconocimiento que se podía geolocalizar a cualquiera si además se trata del cuerpo nacional de policía, para ellos la cuestión era pan comido, ni que decir tiene que fue muy fácil pillarla.

Ahora en presencia de sus padres, Marta estaba abochornada, jurando y perjurando que se iba a entregar, para parar esta broma pesada, porque ella había notado a Álvaro muy alterado, sus padres hicieron lo imposible como es lógico por mitigar la situación, como no tenía antecedentes penales además de ser una estudiante notable, todo ello dio pie a que la autoridad mirara para otro lado.

Por otra parte se dio la circunstancia de que al padre del chaval le destinaron a otro país porque éste había ascendido de puesto en la multinacional para la que trabajaba, al final la familia al completo cambió el sol y los paseos mirando al Mediterráneo por la bruma grisácea y el frío de una ciudad del norte del viejo continente.

Como suele decirse, nuestra chica se quedó compuesta y sin novio, aunque con dieciocho años la vida seguro que tenía mucho que depararle.


Fotografía cedida por Isabel Gigorro
Agosto 2022


En Aranjuez a 13 de septiembre de 2022



domingo, 4 de septiembre de 2022

Contigo

 

Despertar junto a ti no tiene precio,

cómo se paga tu risa, tu llanto,

tus desvelos, preocupaciones, anhelos, ¿cómo?

no hay moneda de cambio ni la habrá,

despertar y verte rendida al sueño

como una niña no tiene precio,

tan poco puedo comprar, 

tan poco que no llega a un segundo de vida más a tu lado.

El valor de los sentimientos es más sólido

que cualquier riqueza de este mundo,

por mucho que digan que cotiza en bolsa,

porque la bolsa de la vida

se llena hasta colmarse de otra manera,

día a día, minuto a minuto.

Por eso y por lo que tú sabes 

despertar contigo no tiene precio.

GREGORIO GIGORRO
"Vosotros"
Tinta sobre papel
2000