martes, 26 de noviembre de 2013

Unas letras para ti


¿Recuerdas la primera vez que fuimos a Miami?, con que cuidado preparamos el equipaje, qué nervios, metimos de todo, de todo; pero no, habiendo transcurrido tanto tiempo y con lo que ha llovido desde entonces y ha sido mucho, se nos olvidó incluir en nuestra maleta, la experiencia; claro, no pudimos, pues éramos mucho más jóvenes y carecíamos de ella. Después de seguir cada día, codo con codo, de aguantar vendavales, de cruzar desiertos  soportando idioteces banales; no hemos cejado en lo nuestro. Es imprescindible saber lo que quieres para luchar por ello, entrenándose y empeñándose hasta la obsesión. Ahora el equipaje lo haremos pronto, con lo puesto y lo que falte lo compraremos allí.
A lo largo de este tiempo, nos hemos equivocado muchas veces, otras hemos acertado, pero siempre nos hemos ilusionado con cualquier nuevo proyecto, pues era una aventura. Aunque haya habido momentos difíciles, en los que hemos decaído creyendo que todo se cerraba a nuestro alrededor;  pero si te paras y tienes calma a buen seguro que encuentras una solución, una puerta abierta ante ti, y es que para las personas con coraje sólo hay puertas abiertas, cuando una se cierra, otra se abre; hay que seguir firme, no distraerse del camino que uno se ha marcado, siendo siempre fiel a si mismo.
Parece que ya me encuentro nuevamente en la ciudad mimada por el sol, donde las palmeras se despeinan bajo la brisa marina, donde la humedad intensa del ambiente dota a todas las plantas de un brillo y un verdor exultantes; la luz clara la ilumina permanentemente y la mezcla entre lo anglosajón y lo latino concretamente lo cubano la impregnan de una aire amable y cosmopolita a la vez.
Vayas donde vayas y estés donde estés siempre hay un sitio para ti, sólo tienes que conquistarlo, las cosas suceden cuando tienen que ser, sólo tienes que poseer la entereza para saber esperar  independientemente del sesgo que tomen las circunstancias personales.
Y ahora toca ir a una fiesta, donde podremos conocer otras tendencias, otros compañeros y un montón de sensibilidades, de colores, de mundos distintos... ¡Y hay tantos por descubrir!, en fin tengo que acabar porque he de hacer la maleta, hasta pronto.
GREGORIO GIGORRO