domingo, 20 de enero de 2019

Esas pequeñas cosas



La bruma desdibuja los contornos de los montes,
el campo duerme aún,
los arreboles anaranjados empujan al sol,
nace un nuevo día,
el rocío baña las hojas,
el zumbido de una abeja quiebra el silencio,
dos personas se dan un apretón de manos para sellar algo,
una despedida o un reencuentro,
los ojos se hunden en los azules de una niña en su carrito,
los naranjos alineados repletos de frutos alegran las calles,
el sol te da fuerte en el rostro, guiñas un ojo,
el surtidor suave de una fuente,
chapotea sobre la pila donde los pajarillos beben,
te metes en un charco y sonríes como una cría,
una pared blanca llena de macetas azules de donde cuelgan geranios rojos,
corres por la playa bordeando el inmenso mar, respiras hondo, te lavas la cara,
sientes calor y nos tomamos una caña viendo como se despeinan las palmeras,
¡Qué bonitos están los ciclámenes, los hibiscus...!

Pasean lentamente por la avenida observando con curiosidad.

Te sobrecoges con la voz de una mujer cantando en una iglesia,
sientes la complicidad de unos ojos que se cruzan con los tuyos,
la boca entreabierta de un angelillo de piedra derrama sin cansarse un hilo de agua sobre un estanque sembrado de nenúfares, el sabor de un tomate, la fragancia del romero...

Todo esto son pequeñas cosas grabadas en tu mente,
que harán la vida más agradable,
nadie que no seas tú te impide disfrutarlas, son gratis, no gratuitas,
por encima de los avatares de la vida, solo tienes que pararte sin prisa,
y si otros la tienen, hazte a un lado, sigue tu camino y goza,
porque todo está dispuesto para ser vivido, para saborearlo a cada instante de tu existencia.


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
Placa cerámica
18 x 24 cm
Centro Cerámico de Talavera. 2018






En Aranjuez a 20 de enero de 2019