sábado, 1 de abril de 2017

Salvemos la casa de Vicente Aleixandre


Si las paredes hablaran en el número 3 de la calle Velintonia, ahora con el nombre del escritor, claro, que también podrían hacerlo los escalones, las desvencijadas ventanas o el altivo cedro libanés, pues si lo hicieran sería de Poesía; se oirían las voces de Lorca, Cernuda, Hierro, Neruda..., tantos poetas bajo la mirada atenta del anfitrión.

Aquellos ecos si se afina el oído resuenan aún porque las cosas si no son tales, llevan impresas el alma de aquellos que las vivieron.

No dejemos que se pierda, cuando la propuesta es mantenerla viva en nuestra memoria; que vuelva a ser "La Casa de la Poesía", hermana pobre de todas las artes pero de igual manera de la misma familia.

Nunca han sido buenos tiempos para la lírica, el nuestro no le va a la zaga a los que nos precedieron. En cualquier caso todo aquello que nos hace soñar, volar hacia latitudes superiores, merece la pena considerarlo cuando además viene avalado por un premio nobel ; Aleixandre recibió dicho galardón en 1977, es una buena carta de presentación por no citar la cantidad ingente de escritores de un montón de países, a los que humildemente me uno en esta empresa. Por añadidura la lengua en la que se desenvuelve la hermana pobre es el español, a la sazón el idioma en boga en esta Tierra; la ocasión la pintan calva, reavivar esta memoria venida de la generación del 27 es impulsar más el fuerte aumento de la lengua de Cervantes.

A todo esto si se pueden visitar casas de ilustres pintores, escultores, escritores, musicos... para deleite de sus visitantes, ¿porqué no ésta?

Frente a los desmandes humanos que no son pocos y muy mediocres, el mejor antídoto es la resistencia de la belleza, aquella llama que prendió Aleixandre, bien podría ser un faro cultural donde reflejarse a lo largo de un sinfín de mares.

En mi opinión, la educación y la cultura, nos hacen libres; son el verdadero patrimonio de la humanidad, su seña con mayúscula de identidad, por lo cual se ha de poner todo el celo posible en preservarla y acrecentarla pues es la herencia de las futuras generaciones.


En  la Puerta del Sol.
Madrid

En Aranjuez  a 1 de abril de 2017