sábado, 5 de octubre de 2019

Ángel


Sus ojos tenían el color del cielo,
desde pequeño siempre mostró predilección por los pájaros
aunque le costó andar, más tarde se aficionó a correr,
porque los juegos en grupo no le gustaban;
tenía problemas de relación con los demás niños,
por eso y por otras cuestiones sus padres con mucho sacrificio
le costearon un colegio de educación especial,
allí percibieron que el chaval dibujaba sin parar
y siempre lo mismo, aves de todas las especies y formas posibles.
Tanto le gustaba que un día un profesor le preguntó qué quería ser de mayor,
- Yo voy a ser criador de palomas -
La madre le observaba desde la azotea mientras cosía,
desde allí contemplaba las flores, el huerto y el palomar,
donde cada tarde Ángel esperaba el regreso de todas sus palomas,
ninguna faltaba a la cita.
Ella al volver al levantar la vista de la costura suspiró profundamente 
y pensó: Qué te puedo dar para que no eches en falta nada.


GREGORIO GIGORRO




En Aranjuez a 5 de octubre de 2019