jueves, 28 de marzo de 2024

Sofonisba Anguissola

 ¡Cuántas luces dejaste encendidas, cuántas puertas abiertas!

Mientras posa para Antón Van Dick deja volar su imaginación, a sus noventa años casi no vé, sus ojos se han consumido de tanto observar al otro en aras de captar su alma, su apariencia física.

Nació en Cremona (Italia) en 1532, en el seno de una familia aristócrata venida a menos, su padre siguiendo los dictados de Castiglione procuró una educación cuidada a sus siete hijos en la cual la pintura, la música y otras artes tenían capital importancia; creyendo que esto le devolvería su perdida posición. Fue Sofonisba la mayor quien destacó muy temprano en la pintura, él con sus buenas relaciones y don de gentes impulsó la carrera de su hija, consiguiendo que retratara a personajes ilustres tanto de Cremona, Ferrara, Urbino... hasta Roma llegó su fama, el mismísimo Miguel Ángel se interesó llegando a darle clases a distancia aunque por supuesto no fue el único; el Duque de Alba conoció una obra suya, y posteriormente fue invitada a la Corte de España entrando al servicio como dama de honor de Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, siendo su profesora de dibujo y música, al morir la reina, siguió cuidando de las infantas Catalina Micaela y Isabel Clara Eugenia fruto del matrimonio del monarca con Ana de Austria.

Realizó multitud de retratos incluidos los de la familia real, género que cultivó mayoritariamente a lo largo de su vida, ello le granjeó fama y envidia a la vez, pues pintores como Sánchez Coello o Pantoja de la Cruz ya trabajaban para la realeza, y no les hacía ninguna gracia la maestría de "esa italiana que pinta".

Su talento tanto para el arte como para la vida la hizo salir airosa de las intrigas palaciegas, tal era su destreza y perfección con el pincel que obras adjudicadas a Tiziano como el retrato del monarca se ha sabido gracias a las investigaciones que lo pintó ella, bien es verdad que tampoco ayuda el hecho de no firmar muchas de las obras y por tanto entorpece la labor.

Fue una mujer avanzada para su tiempo donde los hombres copaban gran parte de su presencia en todos los ramos aunque en su caso fue su padre quien la ayudó en el desarrollo de su trabajo, pensemos en Artemisia Gentileschi padre y pintor de esta artista o la Roldana hija del famoso imaginero Roldán entre otros.

Se casó a los treinta años, mayor para aquel tiempo con un noble marino de nombre Fabrizio de Moncada del cual enviudó a las ocho años por morir a manos de unos piratas, más tarde contrajo matrimonio con otro marino veinte años más joven llamado Orazio Lomellino; hay que hacer notar en este sentido que a la hora del casamiento la mujer debía de pedir permiso al padre o hermano mayor si el primero faltara o si se formaba parte de la casa del rey, éste tendría que permitirlo, ni que decir tiene que a Felipe II no le debió hacer gracia la decisión de Sofonisba.

Su vida fue un ajetreo continuo entre España e Italia, logró tener su propio taller en Palermo donde recibía a sus muchos admiradores, su estilo  y el hecho de defender y conseguir que la pintura  fuese una profesión allanó el terreno a otras como Lavinia Fontana, gracias a la exposicón llevada a cabo en el Museo del Prado se puso de relieve la calidad de Sofonisba la primera pintora conocida en pleno renacimiento, al menos que se sepa hasta la fecha pues las investigaciones siguen en curso; porque no solo en la pintura también en la literatura, la política... hubo muchas mujeres influyentes, Isabel de Portugal llevó con frecuencia las riendas del poder mientras Carlos V ausente muchas veces por motivos bélicos no podía llevarlos a cabo, este es un botón de muestra aunque podía hacer un traje entero.

GREGORIO GIGORRO
Vaya pareja
Óleo sobre lienzo
60 X 49 cm
Firmado y fechado en 2018


En Aranjuez a 29 de marzo de 2024

























domingo, 17 de marzo de 2024

Palmeras de chocolate

 Me moría de ganas de verte, 

era un amasijo de nervios

hasta que me decidí, mi cabeza daba vueltas sin parar,

ahora estaba delante del mostrador repleto de pasteles,

detrás la dependienta extrañada por mi comportamiento,

yo, paralizada, no me atrevía a pedir

ni una palmera.

Tus ojos se clavaron en mi,

sentí que me esperabas,

Nunca quise a mi marido, me llevaba bien, eso sí.

Tú eres la razón de mis desvelos, mis deseos

sin embargo después de un rato,

salí de allí asustada,

corrí, y corrí hasta quedar exhausta.

Pasado el tiempo, tú sigues en el mismo sitio, casado con la misma,

yo viuda carcomida por el miedo, 

más sola que la una,

¡Y solo se vive una vez!

GREGORIO GIGORRO
Boceto para bandeja
Año 2020

En Aranjuez a 17 de marzo de 2024


domingo, 3 de marzo de 2024

¿Porqué?

 


De la ciudad de Salamanca se dice que es la Oxford española quizá será por la universidad y los estudiantes, que por cierto es más antigua que la inglesa, porque por su espléndido patrimonio artístico lo dudo.

Igualmente se denomina a la comarca donde nace el río Mundo, a pueblos como Ayna en la provincia de Albacete, la Suiza española o a otros como Cantavieja, Calaicete o Robrerrobres pertenecientes a la provincia de Teruel, la Toscana española, a los campos de la Alcarria, en Brihuega se les ha bautizado como la Provenza española y así un montón de lugares de España.

Por citar unos cuantos ejemplos más, les diré que el Panteón de San Isidoro en León datado en el siglo XII o los frescos de San Nicolás de Bari en Valencia pertenecientes al XVII se les conoce como la Capilla Sixtina habiendo sido pintada por Miguel Ángel en el siglo XVI.

En mi opinión nuestro país posee un inmenso y variado patrimonio, pues desde tiempo inmemorial ha sido un cruce de caminos, de razas y culturas de las que dan buena muestra los vestigios que permanecen en él. Me da la impresión de que no creemos en lo que tenemos y tal vez por ello echemos mano de otros lugares foráneos para afianzarnos; no sé porqué hay que comparar, el mundo entero está repleto de maravillas que conocer.

Cuando me encuentro en Salamanca sencillamente saboreo la ciudad, no me acuerdo de Oxford, si estoy en París, no me viene a la cabeza San Sebastián a la que se la llama el pequeño París como sabrán, viendo los frescos de San Isidoro disfruto del arte románico, del espacio íntimo y sagrado de un panteón opuesto a la magnificencia del trabajo pictórico llevado a cabo por Miguel Ángel en San Pedro de Roma.

Porqué nos empeñamos en estar en misa y repicando, intuyo un complejo de inferioridad como pueblo el cual nos hace ver con frecuencia lo propio como de segunda fila, a lo mejor si supiesemos nuestra historia, más allá de las opiniones y fuésemos a los datos, tal vez esto cambiaría.

En la llamada Escuela de Salamanca en el siglo XVI, Francisco de Vitoria, Soto y otros personajes relevantes pusieron las bases de lo que actualmente es el Derecho Internacional, sin embargo de todos es conocido la declaración de dichos derechos durante la Francia del siglo XVIII, hablando de nuestros vecinos la ayuda gala fue mucho menor que la española durante el reinado de Carlos III en lo que se refiere a hombres y a barcos para ayudar a la independencia de Estados Unidos, pero muchas personas creen que fue al contrario.

¿Porqué y mil veces porqué?

No obstante el presupuesto para construir la segunda torre de la catedral de Málaga se utilizó precisamente para enviar tropas a las colonias americanas, esa es la razón de que dicho templo tenga una sola torre y por ello se la conoce como la manquita.

Otro dato más, en Estados Unidos hay una ciudad que se llama Galveston, también les diré que en el Capitolio se puede encontrar un retrato de un militar español de origen malagueño y de apellido Gálvez, colocado bajo el mandato de Obama.

Como sabrán Fray Junipero Serra desde su monasterio en Palma del Río (Córdoba) llevó además de la fé plantas de naranjo a la actual California, bueno pues resulta que ahora Andalucía se le llama la California española, en fín, la lista de noticias en este sentido sería francamente enorme.

Yo me sigo preguntando porqué, ¿porqué nos vendemos tan mal al resto del mundo?

GREGORIO GIGORRO
"Boceto para bandeja"
Año 2017




En Aranjuez a 3 de marzo de 2024