martes, 10 de julio de 2012

La huella de Roma


Todo el peso de la historia, fue sepultado por el tiempo, a medida que éste pasaba, echaba más tierra encima, de tal manera que borró casi totalmente aquello que un día floreció. Encima se cultivaron las tierras año tras año, bajo la mirada del único vestigio en pie "El Palatium"; quiso la casualidad que un día, el dueño del terreno mientras estaba faenando se topara, con restos antiguos y comenzó a excavar, poco a poco fueron apareciendo trozos de mosaicos, monedas, columnas, enterramientos y demás enseres.

Hasta la fecha, en el yacimiento de Carranque (Toledo) han salido a la luz, una villa Romana, restos de un edificio de díficil filiación y otro que parece ser un enterramiento. Dichos hallazgos, nos llevan hasta el reinado de Teodosio I el Grande (Siglo IV d.C.), perteneciente al Bajo Imperio Romano. 

La colección de mosaicos, ejecutados exquisitamente por distintos talleres musivarios, denotan la huella de Roma sobre nosotros. Los temas desarrollados, son por una parte decorativos, a base de círculos, rombos, cenefas y por otra parte mitológicos (Neptuno rodeado de animales fantásticos, Aquiles, la lucha de Adonis por el amor de Venus),  por citar unos ejemplos, ya que la vivienda se encuentra totalmente tapizada; la calidad de dichos hallazgos es digna de Pompeya, ello nos habla de su propietario, pues no escatimó medios para llevarla a cabo, en algunos casos, dichos medios eran privativos de la familia imperial, y el hecho de haberse descubierto una mesa de pórfido (mineral originario de Egipto), o las columnas de una sola pieza procedentes de Turquía, nos ponen en relación con alguien muy cercano al poder. Además, existen en la pequeña exposición del yacimiento, objetos procedentes de enterramientos como joyas, vasijas, etc, mostrados por cierto, de una forma muy acertada, para que los más pequeños puedan tomar contacto con nuestro pasado.  Otro hallazgo interesante es el llamado Palatium, a juzgar por el perímetro que ocupa, debió de ser un edificio de gran importancia y que fue utilizado con posterioridad por musulmanes, cristianos..., hasta llegar al siglo XX, durante el  cual fue dinamitado, para contribuir con su  material a la construcción de otros edificios.

Os hablo de una época, no la única, en que la historia estaba por encima de los acontecimientos, lo que se hacía, era para perdurar. Disfrutar de la vista de ésta colección de mosaicos es una delicia, es un billete para imaginar lo que debió de ser aquel paraje, en la actualidad, desierto y poblado de cigarras bajo un sol de justicia. Espero que pronto, se reanuden las excavaciones, para seguir desenterrando nuestro pasado y la memoria, siga viva. No lo olvides, ven a Carranque; para sentir la huella de Roma, no hay que ir tan lejos, si vives cerca.

Ni que decir tiene que el legado romano en nuestro país es tan extenso como rico, pensad en las ruinas de Segóbriga, Valeria, Clunia, Merida, Tarragona y tantísimas otras.


Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO
Boceto de jarrón grecoromano
Bolígrafo y acrílico sobre papel
Firmado y fechado en 2.012
Medidas: 35 x 25 cm