lunes, 9 de diciembre de 2019

El Salar (Granada)


Erase una vez un pueblo llamado El Salar en la provincia de Granada donde por casualidad llevando a cabo unas obras se encontraron unas esculturas romanas dentro de una villa de la misma época; a regañadientes el Ayuntamiento notificó el hallazgo a la Junta, quien las restauró. Corría el año 2011, posteriormente en el 2017 dicho municipio pidió las piezas encontradas para exponerlas en su municipio, se le concedió el permiso por un año, las visitas llegaron a 8000 personas venidas de otros lugares, pero el plazo ha expirado, ahora el gobierno regional exige su devolución.

El alcalde de El Salar pensó que cuando la cosecha ya estaba recolectada, las visitas al pueblo por el motivo descrito animarían a la maltrecha economía pues ésta es agraria y como queda dicho una vez que el fruto se ha recogido el desempleo aumenta; por otra parte el gobierno autónomo esgrime que en Granada capital el número de visitantes alcanzaría los 100.000 mientras que en este municipio serían 3000, quizá no se den cuenta que aun siendo inferior ellos lo necesitan pues sería un reclamo turístico y  por lo tanto una fuente de ingresos, habida cuenta de que el patrimonio artístico de Granada es inmenso  y considero que es innecesario dicho traslado pues en el caso que nos ocupa se trata de dos esculturas que siguen el estilo de Praxíteles, la primera vez que se descubrieron fue en El Viminal en Roma durante el siglo XVII, el papa Benedicto XIV las compró acrecentando los Museos Vaticanos. Son copias del artista griego del sido III A.C., pero ésto no era peyorativo para las clases pudientes de aquel tiempo, pues las encargaban para adornar sus casas, por lo que sería un buena llamada de atención para el turista curioso.

Las leyes hay que cumplirlas pero tal vez habría que estudiar cada caso guiados por el sentido común y mirando el bienestar de las personas.

Si un santo como dice el dicho tiene siete camisas, si das o prestas una de ellas se queda igual pero quien lo recibe quizá no tenga tanto frío, ¡Ojalá este cuento acabe bien, porque hace más quien quiere que quien puede!

GREGORIO GIGORRO
"Niño chino con elefante"
Rotulador sobre cartulina
29 x 20 cm
Firmado y fechado 2019



En Aranjuez a 9 de diciembre de 2019

domingo, 1 de diciembre de 2019

El botín

Y entonces llegaron ellos, le sacaron a empellones, le introdujeron en un coche que arrancó a toda leche, desapareciendo entre la niebla. En el interior un tuerto gordinflón que respondía entre los de su calaña al mote de mascachicles armado con una navaja considerable, amedrentaba al secuestrado.

- Te voy a rebanar el gaznate- mientras el otro le decía sonriendo dejando entrever su dentadura postiza con alguna pieza de oro.

-Tú nos vas a decir donde está el dinero, verdad-

Nico no podía imaginar como habían dado con él después del atraco al banco habiendo pasado tanto tiempo; tenía un susto de muerte, no había escapatoria.

Llegaron hasta una urbanización de las afueras, quiero y no  puedo, callejearon hasta llegar con una casita discreta situada en una calle chica, poco iluminada.

No le quedaba otra, mascachicles y el verdugo se cobrarían el botín. Descendieron del coche escoltado por los dos, abrió la puerta, encendió las luces, retiró la mesa camilla y bajo la trampilla de ésta sacó tembloroso dos cajas. Se les iluminó la cara, le retiraron de un golpe y como posesos se pusieron a toquetear manojos y manojos de billetes; mientras habían abandonado sin darse cuenta sus armas, enseguida por el volumen de los fajos se percataron que en una había más que en la otra caja,

-Esta para mi, no para mi....y así se enzarzaron en una trifulca.

Mientras Nico recobraba su fuerza y viveza y se apropió de la pistola como un águila sobre su presa, disparó a uno de ellos que cayó fulminado mientras el otro se defendía con la navaja pugnando por alcanzarle, de pronto unas peladuras de plátano que había tiradas por el suelo junto con otros desperdicios hizo su trabajo, se escurrió dándose en la cabeza con el pico de una cómoda, se desnuco en un segundo.

Nico agarró el dinero y con sigilo salió por la puerta de atrás, ya afuera corrió hasta tomar un taxi que por fortuna pasaba por alli.

-Al aeropuerto por favor- suspiró cayéndole los goterones de sudor, en un pis pas vió la luz, en Miami será más díficil dar conmigo, pensó.


GREGORIO GIGORRO
Boceto para bandeja redonda
Serie ángeles
2019



En Aranjuez a 1 de diciembre de 2019
































sábado, 23 de noviembre de 2019

Santa Cecilia


Si no hubiera tanto ruido, habría mas calma, incluso llegaríamos a escuchar el silencio; pero si no hubiera música a la vida le faltaría algo importante, porque flota en el aire, se lleva, va y viene, es etérea, es el fondo de nuestra existencia, cala hondo, asociándola a mil sensaciones que te acompañan siempre, que presiden situaciones, haciendo que la recuerdes en momentos inolvidables.

¡Cuántas parejas han salido después de bailar un bolero!, otras escuchando jazz, tal vez escuchando en silencio un aria, el himno de  su equipo ganador o un concierto de Mozart o de cualquier otro barroco; quizá se le han puesto rojos los ojos cuando suena la banda durante la procesión de la patrona de su pueblo, puede que haya sonreído escuchando a sus hijos tararear las canciones que sonaban en el coche yendo a alguna excursión.

Pasarán las modas, sucederán cientos de acontecimientos, transcurrirá el tiempo; nos iremos, otros vendrán, pero la música permanecerá hasta el final de todo, porque te eleva, te da alas hasta sentirte pleno; pues hay tanta grandeza a nuestro alrededor que te hace grande.

¡Viva la música, por siempre!

GREGORIO GIGORRO
Boceto
Bolígrafo sobre papel




En Aranjuez a 23 de noviembre de 2019





domingo, 17 de noviembre de 2019

Venecia


Las cúpulas y las torres se recortaban sobre un cielo pastel en una mañana clara, poco a poco te ibas acercando a una ciudad única, irrepetible, abrazada por las aguas plácidas.

Era el año 1979, yo estaba fascinado por el espectáculo que disfrutaban mis ojos jóvenes, ávidos por conocer; he regresado posteriormente más veces, pero la primera siempre es la más apasionante, hagas lo que hagas.

El tiempo ha transcurrido, hoy los turistas llenan la ciudad después de descender de los transatlánticos opulentos a dos pasos del centro histórico, todo se ha masificado por todas partes, viajar se ha convertido en una moda que va a más.

Venecia es una vieja dama de salud precaria, cualquier contratiempo puede ser fatal a estas alturas para su salud. La especie humana es depredadora por naturaleza, está dándole la espalda y ella está enfadándose; el cambio climático está empezando a dar la cara.

El agua sube e inunda la ciudad, anegando lo que encuentra a su paso, no es la primera vez recuérdese la inundación de 1966 ni será la última. Ahora se reunirán los políticos, confeccionarán un presupuesto importante, elaborarán un plan de trabajo y después ya veremos.

Palmira fue saqueada y bombardeada hace nada como quien dice, Nôtre Dame se quemó hace poco, sigue sin ser reconstruida aunque los trabajos avanzan lentamente.

Las piedras son los despojos y los testigos de la historia humana, la memoria, no dejemos que se pierdan, que el mar se trague este lugar tan hermoso, sugestivo y ensoñador.

Nunca se me olvidará la escena en la que Malher y su colaborador hablan sobre que es la belleza en "Muerte en Venecia" de Luchino Visconti.

Esperemos no lamentar una pérdida que sería muy, muy lamentable por lo que representa y no tengamos que decir "entre todos la mataron y ella solita se murió".

Gregorio Gigorro
Al sol en San Marcos
Venecia- Italia



En Aranjuez a 17 de noviembre de 2019



miércoles, 6 de noviembre de 2019

Colorín colorado




De un tiempo a esta parte casi todos los alimentos que consumimos tienen un aspecto más colorido, reluciente, sin tacha, perfectos para ser comidos con los ojos; aunque resulten sosos, sin sustancia. El envoltorio de éstos es más importante en muchos casos que lo que se guarda.

En una época tan ecológica como la actual, el embalaje utilizado trae consigo toneladas de plásticos, de cartones que se desperdician  y que producen unos vertidos indiscriminados a los ríos y  mares poniendo en serio peligro a todo bicho viviente, lo sucedido en el Mar Menor es el último ejemplo de esta situación.

Somos parte de la naturaleza, es nuestro medio, por mera supervivencia debemos cuidarla y preservarla, no solamente para nosotros sino para los que nos sucederán. Todos estos artículos se adquieren con frecuencia en las grandes superficies, supermercados gigantescos situados al borde de carreteras en la entrada o salida de las poblaciones, a ellos acuden en masa los clientes de domingo a domingo, los horarios son así pensando en el trabajo cotidiano que llevan a cabo muchísimas personas; los carros de la compra se llenan para toda la semana, eso sí con prisas, pues la vida que sufrimos tiene mucho ajetreo, no importa lo que hagas.

Por fortuna hay otras maneras de consumir que vienen existiendo desde hace mucho tiempo; por otra parte como resultado de esta alimentación van apareciendo el sobrepeso y es muy corriente comprobarlo en muchas personas que además son muy  jóvenes, curiosamente la comida basura, rápida, precocinada está haciendo mella en un amplio sector de la población.

Se puede comprar de otra manera, en huertas, en comercios pequeños, en el campo, en los pueblos, puede que el aspecto no sea tan llamativo, por el contrario el olor y el sabor nos pueden sorprender, además de sentir que a quien compras tiene cara, tiene su propio negocio y no llevas tantas prisas cuando te encuentras en dichos lugares.

Un tomate recién cortado de la rama, el melón que te comes al sol, la lechuga que arrancas de la tierra...

Yo sigo guardando esas sensaciones sabrosas, pero como digo el gusto no ha desaparecido, está desperdigado por muchos lugares, solo hay que tener tiempo, pararse y descubrirlo.

Un dicho romano dice: "No es que no tengamos tiempo, lo que sucede es que lo perdemos mucho".


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
Fuente de  peces
Centro Cerámico de Talavera



En Aranjuez a 6 de noviembre de 2019


domingo, 3 de noviembre de 2019

Lerma, las edades del hombre



En  una época como la nuestra tan vacía y pretenciosa viene como anillo al dedo una muestra sobre los ángeles, seres divinos que pueblan el cielo desde tiempo inmemorial, descendiendo a la tierra a veces para ser guardianes acompañando así a los seres humanos.

En estos tiempos personajes tan olvidados y denostados por el hombre actual que se considera todo poderoso; dichos seres son de variopinta naturaleza, pues existen los turiferarios, querubines, serafines, arcángeles y muchos otros.

Esta exposición es una representación plástica del dogma católico, donde el arte recorre desde obras góticas, renacentistas, barrocas mezcladas con acierto con otras más modernas hasta llegar a nuestros días, ubicada en diferentes sedes como la Piedad, la colegiata de San Pedro y el convento de la Ascensión; todas proceden de distintas parroquias de la región de Castilla y León excepto un Greco que viene del hospital de la Caridad de Illescas, lo que permite un agradable paseo por las calles de la villa ducal en la provincia de Burgos embellecida para la ocasión.

Por todo ello las edades del hombre desde su inicio a supuesto una difusión de las ideas religiosas materializadas en obras artísticas, recuperadas y restauradas, un incentivo para la visita a lugares no demasiado transitados por el turista como Medina, Aranda, Burgo de Osma o Arevalo entre otros, lo que ha impulsado de alguna manera la economía en cada sede mientras duraba el acontecimiento y realzar el lugar que merecen cada uno de los enclaves mencionados en un lugar donde la población está envejecida, poco poblada y con una economía agrícola.

A su vez cerca de cada pueblo o ciudad donde se ha celebrado, en el caso de Lerma a tiro de piedra se pueden conocer lugares como Santo Domingo de Silos, Cobarrubias, Santa María del Campo o Gumiel de Izán, merecedores de una visita.

Porque esta región que nos ocupa es un gran museo al aire libre, está muy cerca de ti, no te la pierdas.

GREGORIO GIGORRO
@fotoPilarCuns- Santa María de Huerta (Soria)



En Aranjuez a 3 de noviembre de 2019



lunes, 28 de octubre de 2019

La noche aciaga


Desoyendo los consejos de sus más allegados, alquiló aquella casa lóbrega y vetusta como la niebla que envolvía desde milenios los parajes que la rodeaban.

Se puso a escribir un cuento que le rondaba la cabeza desde hacia tiempo. La lluvia golpeaba con furia las contraventanas, los relámpagos centelleaban, los truenos rugían, los muebles se estremecían; mientras  él escribía sin parar.

Un trueno resquebrajó el cielo, todo se quedó a oscuras, agarró un candelabro y de los cuatro  brazos lucieron las velas, la estancia pareció iluminarse, él siguió con su trabajo.

Pasó el tiempo y agotado se durmió mientras que el agua persistente encharcaba los campos.

Comenzó a escuchar gritos, lamentos desgarradores y los goterones de agua que caían por doquier. Se sobrecogió, sintió frío, permanecía petrificado después de sentir un estruendo de algo que hacía desmoronarse un edificio sin duda próximo a la casa y acertó a darse cuenta que aquel bullicio que acababa de escuchar venía de allí. Sentía entre las sombras figuras desdibujadas por toda la habitación, rezos solemnes, ruido de cadenas, hacia tiempo que las velas se habían apagado, él no se atrevía a moverse, de un golpazo se abrieron las ventanas, ante sus ojos apareció un paisaje tétrico, una procesión de personajes sin caras se arrastraban con unos hábitos entre el barro del camino. Se sentía atado a la mesa por algo desconocido que bramaba, que pugnaba por salir desde el fondo de la tierra.

Se resistía con la razón a dar crédito a lo que estaba viendo mientras que su corazón estaba en un puño,latiendo más y más deprisa a punto de salirse del pecho, de reventar.

Llegó el día, no pudo entregar su cuento, las hojas chamuscadas se desperdigaron por toda la habitación, lo poco legible era otro príncipe feliz cuando fueron a sofocar  el fuego además en una de las paredes que quedaba se hallaba escrito en letras góticas: "Nadie puede escapar a su destino", eso era lo poco que quedaba de aquella casa cerca del cementerio y de la iglesia que existieron  y que también sucumbieron a las llamas una noche como aquella hacia muchos años.

 La bruma fue levantándose como un manto inmenso, algodonoso, los pajarillos comenzaron a cantar entre la frondosa vegetación, a lo lejos se oía una campana que tocaba a muerto.


En Aranjuez a 28 de octubre de 2019