Subieron tantas escaleras que se quedaron sin pisos.
Cargaron tantos pianos hasta el último, sin saber que no les abrirían la puerta.
Dejaron tantos abismos que tuvieron que abrazarse con terror para no caer al vacío.
Soñaron tanto que se agotaron sus sueños.
Y después de todo descansaron frente al río, bajo el espectacular puente,
recorriendo vagamente el espejismo que tanto habían esperado desde siempre,
sentarse tranquilamente sin más, con un perrillo callejero que les lamiese las manos,
para no tener que decir: "Yo no tengo ni perro que me ladre".
GREGORIO GIGORRO Modelo para bandeja Nueva York Firmado y fechado en 2016 Medidas: 38 x 48 cm |
En Aranjuez a 10 de febrero de 2016
Sublime, un poema muy sublime y sereno. Don Gigorro. Y me gusta la pintura. Siempre es un placer leerle.
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