martes, 30 de julio de 2024

La pausa

 La niebla se fue levantando,

dejando un cielo plomizo,

los contornos de los puentes,

las cúpulas y las torres

recuperaban su apariencia;

el ámbar de las farolas se apagó,

las luces de los coches iluminaron las calles,

a su paso temblaban las hojas secas del bulevar.

El Támesis no tenía prisa para llegar al mar,

por más que las gaviotas se lo recordaran,

mientras el sol pugnaba 

tímidamente por abrirse un hueco.

Entonces él se sentó a descansar

delante de un humeante café

viendo la vida pasar.

GREGORIO GIGORRO
Boceto 2010
Acrílico sobre papel canson

En Aranjuez a 31 de julio de 2024