Iba cargado de fruta, asustado pues era su primer trabajo, con ojos de 13 años miraba todo con extrañeza, tan alejado de los verdes montes, de la niebla que envolvía las aldeas, lo que veía le parecía hosco, inhóspito.
Gracias a que su tío se encontraba en la capital, él estaba cerrado en aquel ascensor esperando con nerviosismo llegar hasta su primera entrega, eran plátanos y naranjas dentro de un cesto de mimbre.
Ella lleva toda su utilería en otro cesto también de mimbre; va derecha aunque nerviosa al esperado examen.
Me haré un lío con tanta sábana, mira que si se me olvida el texto o se me traba la lengua o se me cae la trenza, qué se yo, se decía para sus adentros.
La nombran para entrar en la sala, de pronto sus dudas se disipan, pisa firme, va a por todas.
Y así fue, poco le importo que fueran muchos los que querían ingresar en aquella escuela.
Tanto el abuelo como la nieta cambiaron de cestos, de ascensores, de rivales en este circo que es la vida, como tantos otros payasitos.
Su hija le decía siempre, papá, yo quiero vivir en esta calle, porque se ve la sierra y las mejores puestas de sol.
Ahora pasados unos añitos el abuelo vuelve a tocar el timbre de aquella finca señorial, esperando a que se abra la puerta, los ojos de ella chispearon, los de él estaban enrojecidos, ya no lleva ningún cesto, el abrazo que se dieron fue interminable. Al despegarse supo que le había traído castañas, muchas castañas del bosque que su tío había dejado de cuidar, sus ojos derramaron una lágrima, no sabemos si la guardo en un cesto o en otro lugar.
El que hace un cesto hace ciento o no vuelve a hacer ninguno más, quizá los hace distintos cada uno y en ellos guarda diferentes cosas, recuerdos qué se yo; tienes un cesto para guardar tus asuntos miserables o felices, quizá los vacías de vez en cuando, más que nada para hacer sitio, tal vez los hayas perdido y no te quedan ganas de buscar otro o a lo mejor decides abrir una fábrica de cestos de mimbre aunque sepas que lo que de verdad se lleva es el plástico.
¿Tú tienes muchos cestos en tu vida?, son de mimbre o de otro material...
GREGORIO GIGORRO "La Caleta" Acrílico sobre papel Firmado y fechado en 2019 Medidas: 57,5 X 54,5 En Aranjuez a 22 de septiembre de 2019 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario