Estela de los Ángeles Reyes Magos, dio un susto de muerte cuando pasados dos meses largos regresó a casa de sus padres después de haber sido dada de alta en el Hospital general de Guayaquil. La familia se encontraba celebrando el cumpleaños de su padre con sus cuatro hermanos e hijos.
La madre al abrir la puerta se quedó estupefacta, porque la habían dado por muerta, tanto es así que le habían entregado sus cenizas.
Después del sobresalto cuando se presentó en el comedor se inundó de abrazos, lloros, gritos de alegría y un gran desconcierto; dirigiéndose a su padre le obsequió con una pipa, sabía que las adoraba.
- Ésta es mi Estelita- dijo emocionado con lágrimas en los ojos.
Se sentó a la mesa, repleta de manjares, saboreando lentamente todo, como si volviera a nacer, no era para menos; recorría cada detalle, cada rincón de la estancia; reparó en una copa plateada colocada sobre la chimenea.
¿Qué es eso? -preguntó intrigada- su madre le respondió gravemente.
-Son tus cenizas hijita, bueno eso nos dijeron.
GREGORIO GIGORRO Abanico Acrílico y tinta sobre madera Medidas: 19,5 x 39 cm Firmado y fechado en 2001 En Aranjuez a 1 de junio de 2020 |
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