Los
ojos siguen siendo vivaces, mantienen ese rescoldo contra viento y marea, a
pesar de los años teñidos de canas en un cuerpo orondo. Es un vendedor nato y
renato como su propio nombre, ha vendido de todo y en todas partes desde su
Argentina natal hasta cruzar un océano para instalarse en la madre patria, es
un superviviente de un naufragio que ahora continúa capeando en este lado del
charco.
Nos deleita con platos de su tierra que saben a Italia; Flora su mujer los prepara en casa y él en el local los ofrece con una gracia que engatusa. Flora y Renato son buenos, entrañables, cercanos; ellos saben escuchando a este señor que es el momento de echar una mano franca y comprar lo que se pueda, obras son amores y no buenos sermones porque hace mas el que quiere que el que puede. La situación actual no está para tonterías, el ser humano lo es por definición sin importar de donde venga ni adonde vaya, solo los tristes ponen fronteras y así nos va; a veces como es el caso, adquirir un producto, el que sea, no es una mera transacción comercial, es impedir que la esperanza desfallezca, sobre todo si tienes una tienda y muchos impuestos que pagar por trabajar; habida cuenta de la que está cayendo aquí, en nuestro país.
GREGORIO GIGORRO "Esperándote" Acrílico sobre cartón 10 x 20 cm Firmado y fechado en 2020 |
En Aranjuez a 26 de septiembre de 2020
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