Se
trata de un lugar donde reina el silencio, la calma campea a sus anchas y el
alma encuentra sosiego. Allí llegaron a media tarde, habiendo recorrido una
carretera bordeada de naranjos, justo para darse un baño en la piscina, solos
los dos, bueno casi porque un perrillo juguetón salió a su encuentro.
Donde
el trato es discreto a la vez que cercano, donde todo conspira para encontrar
el descanso y quizá para asuntos más elevados.
Hablamos
del monasterio de San Francisco en Palma del Río (Córdoba), fundado en 1492 por
el VII Señor de dicho pueblo, transformado en hospedería; de arquitectura
sobria pero de elegante equilibrio, carente de adornos como lo atestiguan sus
tres claustros y demás dependencias, modesto pero confortable, se trata de
celdas convertidas en habitaciones; sus muros blancos alternan con el color
almagra para marcar el contraste, de huerto rico y frondoso, solados de tierra
cocida, muebles sencillos; todo conforme al espíritu de San Francisco, no es un
monasterio cualquiera pues desde allí partieron Fray Junípero Serra y sus
hermanos en la fe hasta la lejana California, llevando naranjas y de allí
trajeron melones y sandias y por supuesto comenzando la evangelización, la
fundación de los Ángeles, San Francisco y otras ciudades en la actual Estados
Unidos.
Por
allí pasaron los Reyes Católicos, el Gran Capitán, Cervantes, Colón y demás
personajes ilustres de nuestra historia; las cadenas que adornan un recodo del
jardín atestiguan la visita regia donde por cierto es muy agradable tomar el
fresco bajo la hermosa buganvilla o tomar un café por la mañana. El refectorio
ocupado por el restaurante tampoco hay que pasarlo de largo ni por su sobrio
empaque ni tampoco por su rica comida donde se puede degustar platos como el
bacalao con naranja y un rico dulce de café entre otros muchos, sin olvidar la
atención esmerada.
Todo
lo que disfrutamos se lo debemos al tesón de su propietario que lo encontró
abandonado, esto es una consecuencia de la desamortización en el siglo XIX y
que gracias a una restauración respetuosa ha recobrado el alma para el que fue
creado, una joya más en el camino, que prosiguieron después de unos días de
descanso, continuando por carreteras sembradas de naranjos a ambos lados, de
pueblos blancos con torres esbeltas bajo un sol amable, hasta llegar al mar, la
mar...
Convento de San Francisco En Aranjuez a 6 de noviembre de 2021 |
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