Soy la reina, y como tal necesito un escenario acorde a mi rango, además mi presencia atraerá con toda seguridad a muchos visitantes de toda índole y condición, aparte de mi familia acudirán a la ciudad nobles, empresarios y curiosos en general.
Mi médico me aconsejó venir a tomar las aguas pues mi salud mejoraría, según su opinión y no digo nada en contrario.
Pero claro, lo que veo es una playa idílica tanto que hasta tiene una isla en medio, montes boscosos que la rodean y un caserío protegido por una muralla, por no hablar del río que zalameramente la atraviesa formando curvas que le hacen más bonito si cabe.
Así que se pusieron manos a la obra, las murallas que la encorsetaban se derribaron creando un amplio paseo que unía la playa con el río, todo el trazado se convirtió en una cuadrícula de inmuebles de la misma altura y además de construirse palacetes y casas de campo, es la época en la que se lleva a cabo el ensanche de Barcelona por Cerdá o la ampliación de París por Haussman bajo Napoleon III y no es de extrañar que la emperatriz Eugenia de Montijo, su mujer le aconsejara el nombre de un arquitecto francés para llevar a cabo la remodelación de la ciudad, por supuesto adecuándose a la orografía del lugar.
Y así aparecieron puentes suntuosos que atraviesan el Urumea, un casino grande y elegante para entretenimiento y solaz de los visitantes de alto nivel, un hotel a tono, una catedral neogótica siguiendo la moda del siglo XIX por resucitar estilos arquitectónicos ya pretéritos.
¡Ah, que no se me olvide porque no puede faltar un palacio que mire al bravío mar! como es natural los más pudientes se hicieron levantar suntuosas residencias, se rodeó la playa con una vistosa baranda que la cercaba totalmente, un balneario, un hipódromo; porque claro, yo soy la reina, por tanto no puedo contentarme con menos despliegue de medios.
Todo esto sucedió porque el médico de Isabel II le aconsejó que las aguas del Cantábrico en San Sebastián tenían un alto poder curativo, debido a la transformación de la urbe que se llevó a cabo en un periodo bastante limitado, toda ella tuvo una armonía tanto en el urbanismo como en la arquitectura y mobiliario urbano, reconocible hasta nuestros días a pesar el tiempo transcurrido y los avatares de la historia.
La opinión de alguien influyente no importa la función que este posea puede ser decisiva para el destino de un lugar o incluso de un país, de una persona o de cualquier cosa, si el galeno de la reina en vez de haberla recomendado esta ciudad hubiese sido otra, Mataró o Javea, pongo por caso, el enclave elegido habría cambiado de fisonomía totalmente.
El alma humana es caprichosa por demás, sin embargo gracias a esa elección esta ciudad no solo fue un reclamo en nuestro país sino que atravesó fronteras, dista poco más de veinte kilómetros de Francia y en su época dorada fue un verdadero foco a todos los niveles imaginables; ahora ella diría "Porque yo lo valgo y ya está" o donde manda patrón no manda marinero.
GREGORIO GIGORRO Modelo para bandeja 2016 Acrílico sobre cartón En Aranjuez a 27 de agosto de 2022 |