acercándose al arroyo que discurría entre juncos y chopos,
los hombres labraban aquellos terrenos de cereales,
salpicados de lomas pobladas por encinas y pinos,
sin saber que terreno pisaban,
el silencio campaba a sus anchas por aquel pueblecito a las puertas de Cuenca.
Ahora los vestigios dormidos bajo tantas pisadas,
han despertado de un largo sueño,
nada menos que 1700 años después,
bajo aquel lugar olvidado,
podemos contemplar el magnífico pavimento,
que tapizaba una enorme superficie correspondiente al comedor,
de una técnica refinada, repleta de historias divinas,
de pasiones humanas pero exageradas,
mirándose, relacionándose,
quien sabe que cantidad de historias habrán presenciado a lo largo de tantos años,
pero queda mucho por descubrir,
pues lo encontrado al parecer corresponde al 7 por ciento,
de lo que un día pudo ser una villa romana con todas sus dependencias,
otro asunto bien distinto es que los trabajos avancen sin prisa,
pues el material es delicado, es necesario invertir mucho dinero y mucha paciencia.
En un país como el nuestro se corre el riesgo de caer en la dejadez,
ante tanto desbarajuste,
hay montones de tesoros escondidos en la tierra y más en España.
Con frecuencia buscamos respuestas a problemas cuya solución se encuentra muy cerca de nosotros,
pero la ceguera nos impide verlos y otras veces taparlos,
así no existen y nos ahorramos el compromiso que conlleva.
Noheda es un descubrimiento bellísimo correspondiente al Bajo Imperio Romano que se encuentra al ladito de la capital sin ir más lejos,
no se lo pierdan,
no todos los días puede verse un mosaico del siglo IV, cuya medida es 290 metros cuadrados.
En el Yacimiento romano de Noheda Cuenca 1 de agosto de 2019 En Aranjuez a 29 de agosto de 2019 |