Por mucho que quieras,
no podrás escapar de ti,
aunque te empeñes hasta la saciedad;
no conseguirás que la música sea escuchada por las fieras sordas,
hagas lo que hagas,
tu destino está escrito, eso si, no sé donde,
mientras haz planes o deshazlos pero con humor.
La verdad no tiene remedio,
sin embargo se puede llevar de muchas maneras.
Se levantó, abrió la nevera,
se puso agua en una copa y lentamente sintió, como el frescor llenaba su cuerpo,
sus ojos se clavaron en los de un gato,
pero éste veía algo en el interior, distinto de su dueño.
Placeres así, no hay quien te los quite.
GREGORIO GIGORRO Abanico Acrílico y tinta sobre madera Firmado y fechado en 2012 En Aranjuez a 14 de mayo de 2017 |