domingo, 10 de enero de 2016

San Sebastián


Bajó a la playa dando la espalda al Kursaal, dejando atrás la avenida Zurriola, poco le importaba la lluvia; lo mismo que a los escasos paseantes con sus perros, las olas rompían sobre el espigón indolente, salpicando a las gaviotas cantarinas.
Subió al monte Urgull, después de recorrer el barrio viejo, zigzagueando hasta los pies del Sagrado Corazón.
Desde lo alto, la ciudad parecía una maqueta, lamida por las olas perezosas de la Concha; el bosque de tanto en tanto se metía en ella, el río la atraviesa surcada de puentes decadentes y elegantes de otra época.
Recorrió la playa, aprovechó para mojarse los pies y disfrutó viendo a los aguerridos surfistas ante las imponentes olas.
Se tomó un café con el fondo multicolor de los reflejos náuticos varados del viejo puerto.
Parecía que el sol entre los nubarrones del cielo encapotado quería brillar sobre las calles señoriales cortadas con escuadra y cartabón, animadas ya a esas horas.
Le entraron ganas de llegar hasta Ondarreta, subir en el funicular a la cima del Igueldo, pues sabía que allí se conservaba un parque de atracciones de los de antes; inevitablemente recordaría las vueltas en el tío vivo cuando era pequeño.
Seguía cayendo el chirimiri sobre la multitud de paraguas que poblaban el bulevar, mientras él apoyado sobre la magnífica baranda de la playa miraba de frente al Cantábrico embravecido, con su presencia aplastante e inmensa, detrás de los ventanales impolutos de aquel hotel.
Gregorio Gigorro
En la playa de la Concha
San Sebastián
1  de enero de 2016

jueves, 31 de diciembre de 2015

Feliz 2016


Que todas las noches sean noches buenas.

Que todos los días sean días gozosos.

Que todos seamos capaces,

después de limar asperezas que no son pocas,

de llegar a entendernos para convivir mejor y más tiempo.

Y que cayendo en el intento, no perdamos ni un ápice la ilusión, la esperanza,

en un mundo más justo, sazonado,

todo ello con grandes dosis de amor y de humor.

Os deseo lo mejor para el año que acaba de comenzar.


Gregorio Gigorro
Bandeja Puerta del Sol
Material: Melanina
Medidas: 48 x 37 cm
Fabricadas en España



En  Aranjuez a 1 de enero de 2016




sábado, 5 de diciembre de 2015

Date un respiro


Mañana puede ser un buen día para variar, pues en la variedad está el gusto o el disgusto.

Aparca todos tus compromisos que parecen ineludibles, como por ejemplo, las reuniones con los abogados, la revisión de planes de estrategia, de merchandising, comidas con los clientes...

Porqué no decir a tus secretarias que no cuenten contigo en este día, levántate despacio, prepara tú el desayuno, tómalo saboreándolo, mirándola fijamente, ¡no dará crédito!; súbete al autobús, después de dar vacaciones a tu chófer, lleva al colegio a tu hijo, lo agradecerá, seguro.

Vete a dar una vuelta por el parque, el mercado, la iglesia, un gran almacén...

Siéntate a fumar un cigarrillo o tomar un café despacio.

Observa a los demás, sus prisas, sus ademanes, sus ojos, sus miradas...

Despójate de tanto oropel, de tanta importancia, de tanta autosuficiencia y tan poquísimo tiempo para percatarse del otro, de miles, cualesquiera que desembucha el metro, las autopistas, las fábricas, las oficinas...

No sé, si es demasiado para ti.

Qué pierdes, párate, verás que hay otros mundos muy distintos y lejanos al tuyo, muy cercanos, pero que sin embargo, casi nunca se tocan y mucho menos se mezclan.

No lo olvides.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Puerta del Sol"
Técnica mixta sobre lienzo
Firmado y fechado en 2015
Medidas 46 x 55 cm



En Aranjuez a 6 de diciembre de 2015

martes, 24 de noviembre de 2015

La pesadilla


Cierra los ojos irremediablemente por la negrura de sus noches, donde discurren los fantasmas sin parar de arrastrar sonoras cadenas, llamando una y otra vez sin descanso, gritando sin dar tregua. Ella se afana en agarrar al pequeño que inexplicablemente se escapa  desapareciendo de su vista.

Vuelve a aparecer de pronto, cuando menos le esperaba y vuelve a escaparse una vez más sin dejar  rastro. Así han transcurrido más de cuatro años y todas o casi todas las noches agotándose entre tanto llanto y tan poco consuelo.

Suena el teléfono, él lo descuelga, - Dígame- al otro lado una voz adusta le dice bruscamente, ¿Quién es?, a lo que él responde: "Tendría que ser usted quien me lo dijera"; de repente se da cuenta con quién está hablando, si ello se pudiera considerar así y le dice como si tal cosa, ¿Qué tal  estás?, y cosas por el estilo recogidas en un segundo no más. Nos vemos, se despide el otro.

Un sudor frío le sube hasta la cabeza, mira al granado del cual pende la única pieza, pues este año se ha portado como un fenómeno el arbolito, desgranando a mansalva sus frutos sabrosos; y recuerda: "Este año comeremos granadas, ¿A qué sí papá?. Continua el sudor en la cabeza y el rubor de las mejillas, mientras una lagrima se escapa de sus ojos.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La granada" (fragmento)
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2015
Medidas: 61 x 19 cm



En Aranjuez a 25 de noviembre de 2015



domingo, 15 de noviembre de 2015

l´ horreur


La muerte campó a sus anchas por las calles de París, o por las de Damasco pongo por caso, pero curiosamente no se cuentan de la misma manera, ¿es qué hay muertes de primera y de segunda clase?; ¡qué pena!, infeliz de mi, cual príncipe Segismundo en La vida es sueño, pues la vida es el bien precioso que poseemos y nada, ni nadie sobre todo, puede privarnos de ella de un tajo, y menos a manos de seres que ponen en peligro nuestro modo de vida, liberal y despreocupado por preservar unos valores que fueron consagrados desde la Revolución Francesa.

Pero se da el hecho que dichos valores están francamente a la baja y esto es utilizado con fines maléficos por aquellos poseedores de una ideología trufada de totalitarismo con mayúscula, anclado en el tiempo; nosotros a voz de pronto tenemos un adelanto con respecto a ellos de cinco siglos como poco. En este orden de ideas, no debemos olvidar sino defender y nunca obviar que el origen de este continente, fue la fé cristiana desde Carlo Magno en el siglo IX, por tanto no es de recibo retirar los símbolos católicos en favor de otros credos que se erigen en adalides de la "Verdad",  por supuesto que nada es blanco ni negro, pero esto me lleva a  pensar porqué las ayudas van a parar a personas que detentan una ideología que atenta en muchos casos contra un sistema creado hace más de trescientos años en detrimento de millones de hombres que forman parte de esa sociedad desde antaño.

No debe haber baños calientes cuando se trata de la vida, sembrar el desconcierto, el miedo y la desconfianza no pueden dar buen resultado y sino al tiempo...

Europa a pesar de sus muchas contradicciones es un lugar abierto, acoger a personas necesitadas es un acto humanitario por naturaleza, también adecuarse a las costumbres del país de acogida es cuando menos imprescindible para el recién llegado.

"A donde fueres, haz lo que vieres", del Quijote cuyo autor es Miguel de Cervantes Saavedra.




Gregorio Gigorro
En Aranjuez a 16 de noviembre de 2015

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Testigo excepcional



Cuantas personas de tantas caras distintas habrá visto, de diferentes atuendos habrá mirado, desde su alto trono tirado por leones; con sus ojos pétreos que ahora no dejan de ver cada tarde el ocaso bajo un  cielo límpido, otras nublado, a veces rabioso de tonos anaranjados...

Desde hace más de doscientos años largos, la Diosa Frigia, sentada en majestad, ha sido el centro de esa plaza hermosa del mismo nombre, asistiendo muda al multitudinario desfile de la historia, no solo de la ciudad sino del país, desde ese lugar privilegiado ha visto sentada pasar manifestaciones de toda condición, cabalgatas navideñas, bodas reales, sepelios muy llorados; ha sentido el pulso frenético de la capital, celebrado en sus propias carnes los triunfos del Real Madrid, ha puesto el fondo de millones de fotografías de turistas deseosos de constatar y grabar en papel ese instante de su paso por la ciudad.

Vecina de toda la vida de Neptuno, la otra fuente monumental del paseo del Prado, nunca se digno a mirarle; quizá porque ella representa la tierra, la fertilidad, opuesta al mar que encarna dicho Dios pagano. Nunca se le conoció marido o acompañante como ahora se dice, puede que por eso le colocaron a sus espaldas unos angelotes para que no olvidara que es la madre, la más grande.

Neptuno nunca gozó de tanto predicamento y popularidad, tanto que a ella la llaman frecuentemente "La Cibeles" como si de la vecina del cuarto se tratase, pero ambos comparten un espacio armonioso, poblado por insignes pinacotecas e importantes edificios públicos rodeados por la umbría de los plátanos del paseo proyectado bajo el reinado de Carlos III.

Es  importante saber la historia, porque si ésta se desconoce, estamos condenados a repetirla y de eso, si  las piedras hablaran y quedan muchas de pie en nuestro país nos dejarían mudos y boquiabiertos.

GREGORIO GIGORRO
"La novia en primavera"
Acrílico sobre papel
Firmado en margen inferior derecho y fechado en 2000
Medidas 54 x 42 cm



En Madrid a 4 noviembre de 2015



miércoles, 21 de octubre de 2015

Otra vez


A esas horas, las campanas tocan a misa en San Pascual, los niños se preparan para ir al colegio, el amor urgente entre una joven pareja inagura su jornada.

A esas horas, un viejo acaba de expirar, un ejecutivo firma un contrato suculento, un hombre muele a palos a su compañera, una mujer se despide de su marido antes de tomar el tren, unos ladrones desvalijan la casa desierta.

Un camión riega las calles, unos jardineros barren en los parques; los coches llenan las carreteras camino del trabajo hacia la ciudad.

A esas horas la ambulancia llega al hospital, se sienta en la silla de ruedas y otra vez, los pasillos interminables que  aparecen y desaparecen a su paso; el frío de las paredes,  los focos blancos que hieren sus ojos.

Otra vez más, las sonrisas desde arriba, las palabras tranquilizadoras, las batas, los guantes azules, los útiles impolutos dispuestos para la faena; vuelven a comenzar los taladros por así decirlo, escociéndole por dentro.

Las ganas imperiosas de salir corriendo, sin mirar atrás; pero no, no escapará, no puede ni debe huir de lo irremediable. Una vez más el mundo al revés y vuelta a empezar esa frase ya familiar para él: "Piense en algo bonito y cierre los ojos muy pero que  muy despacito".

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Las regatas"
Acrílico sobre papel
Firmado y fechado en 1997
Medidas: 31,5 x 43,5 cm
        En Aranjuez a 22 de octubre de 2015