domingo, 12 de noviembre de 2023

Retrato

 Aquella tarde apareció él, sin esperarlo, con su sonrisa de oreja a oreja, sincera, confiada; su cuerpo grandote con manos fuertes que me dieron a probar un plato recién cocinado, eran churros, dulces por cierto.

Me pareció un ángel en medio de un estercolero, a buen seguro que creció entre algodones, alguien asi, diferente como ahora se dice requiere mucho esmero y atención por parte de sus padres, porque es la bondad personificada, la maldad ni la malicia tienen cabida en él.

Con un abrazo me despedí de Rafael hasta la semana próxima aunque no pudo ser desgraciadamente.

Pocas veces he sentido un abrazo más fuerte y limpio, tampoco unos ojos brillantes y más transparentes que el agua clara en un alma sin manosear; como padre que soy pensé en los peligros que corre en un mundo en el cual el diablo siempre habla muy dulcemente, como dijo Stephen King.

GREGORIO GIGORRO
"Retrato"
Acrílico sobre papel
30 x 20 cm
Firmado y fechado en octubre de 2023



En Aranjuez a 12 de noviembre de 2023



domingo, 5 de noviembre de 2023

La bicicleta

 


"La muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja"

El aire fresco te inunda la cara, vas bajo un túnel frondoso repleto de verdes, ocres, anaranjados, un camino realmente majestuoso cuyo fin llega hasta donde alcanza tu vista; se siente la humedad que se eleva desde el suelo empapado pues ha llovido durante toda la noche.

Tus pulmones se llenan, se ensanchan de toda esa frescura, escuchas el ruido de la cadena, la bicicleta se desliza por el asfalto, todos los vehículos aunque son pocos te adelantan, tienes una sensación de liberación, de pureza inconmensurable, poco a poco aumenta la velocidad, te sientes confiado.

Además el paseo discurre a lo largo de la calle de La Reina, una de las vías más hermosas que existen según mi opinión; no obstante habiendo transcurrido un montón de años me sigue fascinando y piensas que hace más de treinta años que no monto en bicicleta,

¿Cómo me he podido perder esto tanto tiempo?, algo sencillo, tan simple, tan barato y gratificante, en definitiva delicioso.

Yo creo que la vida es como montar en bicicleta, no se te olvida nunca y eso sí para mantener el equilibrio no queda más remedio que avanzar, si te caes vuelves a levantarte porque el coraje no se mide tanto por las veces que vas al suelo sino por todas aquellas que eres capaz de volver a ponerte en pie con nuevos bríos.

Fotografía @gregorio.gigorro


En Aranjuez a 5 de noviembre de 2023


domingo, 22 de octubre de 2023

La sierra de Andújar

 Más cerca de lo que imaginamos existen lugares sorprendentes, solo hace falta dejarse llevar, estar bien despiertos ante cualquier sorpresa, siempre sin prejuicios; por eso después de dejar un mar de olivos de los que emergía el blanco de un pueblo que de lejos parecía un cuento tomaron una estrecha carretera que subía y bajaba retorciéndose hasta decir basta.

Los robustos pinos, las gráciles palmeras, las casitas entre la profusa vegetación contribuían a crear un paisaje dulce y delicioso, el sol pegaba de lo lindo pero a causa de la altura del camino el aire era más puro, mecía los árboles suavizando el ambiente.

Hicieron un alto en el viaje, desde el mirador al fondo plantado en lo alto se erguía orgulloso el Santuario de la virgen de la Cabeza, fue necesario dar 365 curvas para llegar hasta él situado sobre una meseta rocosa, el conjunto era sobrio construido en piedra, cobijando a la aldea  extendida en la parte más llana; recuerdo de lejos a la del Rocío, sin embargo de cerca les une la misma devoción que le profesan sus miles de devotos durante todo el año, particularmente durante la romería que se celebra el último domingo de abril, desde allí se divisa en su plenitud toda la sierra de Andújar perteneciente a la provincia de Jaén. Multitud de montes y barrancos cubiertos de tupida vegetación lo rodean, en el cual a pesar del gentío se sienten la paz y el silencio.

Desde 1227 dicho Santuario ha recibido la visita de multitud de peregrinos de toda índole y condición sin embargo ha sufrido los avatares de la historia tal es así que quedó destrozado durante la guerra civil, ni que decir tiene que renació de sus cenizas; un sitio donde ha habido y hay millones de bendiciones no te deja indiferente, cuando sales pareces lleno, más sosegado.

El sol lucía desde arriba, decidieron continuar la carretera en vez de darse la vuelta y continuaron subiendo y bajando por la que de tanto en tanto cruzaba un ciervo o un gamo, desde la que se veían rebaños de vacas y toros y por la que circulaban contados vehículos.

Hasta que llegó un momento en que se encontraban completamente solos, ya en la provincia de Ciudad Real, el trayecto seguía siendo tortuoso pero no les importaba, de pronto bajo sus pies aparecieron colinas suaves, alguna casa desperdigada por aquella inmensidad, el verde impoluto del paisaje, los tonos rosados sobre la tierra y si todo eso era poco, ésta se reflejaba en un embalse de aguas quietas, Montoro era su nombre.

La tarde languidecía cuando divisaron las altas chimeneas humeantes de la parte industrial de Puertollano, que ni es puerto ni es llano.

Estaban fascinados por lo visto, por la calma sentida, por la sencillez y a la vez la grandeza de aquellos parajes que destilaban calma, todo por dejarse llevar sin más.

Es llamativo la cantidad de vivencias que cualquiera puede sentir en tan solo unas horas, un dia quizá, muy cerca de ti.


Foto tomada por Gregorio Gigorro



En Aranjuez a 22 de octubre de 2023



domingo, 17 de septiembre de 2023

¡Qué chévere!

Chari, Conchi, Braulio y el Chiti se enteraron de pura chiripa que un grupo muy chistoso iba a actuar en las fiestas de Chipiona donde ellos estaban pasando unos días; la explanada estaba abarrotada de gentes con chisteras, smokings, sombreros cordobeses, gorras de playa y demás, pues al parecer los primeros venían de una boda de alto copete que finalmente no se celebró porque el novio chiflado de remate dió plantón a la novia, lo que dió lugar a todo tipo de chismes, chascarrillos, chistes y muchos más comentarios que me callo. Entre el público además había mucho chusquero, chapero, chachas, en fín chusma venida de las cercanas aldeas.

Las chicharras ajenas al alborozo festivo hacían lo propio, la gente bailaba al són de la charanga, el aire húmedo olía a fritanga, a chocolate con churros, a choco también a tortilla de chopitos, bocadillos de chopped, changurro, chanquetes y un montón de comidas más, se bebía lo mismo chacolí, chatitos, champán, refrescos o agua clara como la de la fuente del avellano.

El cielo encapotado no lograba desterrar al sol ya cansado, por fin subieron al escenario estrellas de la talla de Chenoa, Chayanne y un familiar de Chiquetete cantante también del que no recuerdo su nombre; el espectáculo fue chachi por demás, tanto por los artistas mencionados como por el público entregado que rompió en miles y miles de aplausos. 

El broche fue para las teloneras, las esperadísimas y rutilantes Chichis coloaros, grupo formado por cuatro chinas que eran lo más parecido a unas chivas locas y un enano que desgranaron temas de mucha chicha, aderezados con chanzas llenas de chorradas y de mucho cuidado, para alternar con unas coreografías vertiginosas bajo una iluminación y un vestuario chapó o sea para quitarse el sombrero.

El cielo inmenso era como la noche, oscuro, al rato empezó a llover, nada unas gotitas distraídas, continuó con un chirimiri, más tarde se convirtió en un chaparrón de tres pares; el agua caía a chorros, los charcos del ferial hicieron que los que llevaban chanclas se sintieran como en la playa cercana, igual que los que no llevaban dicho calzado.

La fiesta acabó por parte de muchos con un chapuzón, total ya estaban calados y sobre todo habían cumplido el deseo de ver en vivo y en directo a el grupo tan esperado que dicho sea de paso venía con un buen cartel desde Chinchón y Chinchilla donde habían cosechado un clamoroso éxito en las fiestas patronales.

Es díficil elegir entre el público de lo más chistoso que uno pueda imaginar y entre los artistas, los más chungones de aquel verano.

Chao.

GREGORIO GIGORRO
Plato de postre 
Serie El circo
Elaborado en Centro Cerámico de Talavera
Serie firmada y numerada


En Aranjuez a 17 de septiembre de 2023


domingo, 10 de septiembre de 2023

La eternidad en un segundo

 

La luz radiante inunda la sala acristalada, el mar es un cristal quieto, inmenso, de un azul intenso, los montes lejanos están cubiertos de una gasa que les envuelve, el sol se la despojará dejando al descubierto los bosques, las casas, las gruas..., como cualquier mañana.

Las personas con sus equipajes esperan pacientemente para embarcar, van y vienen, hablan en diferentes lenguas, algunos subidos de tono, todos cargados de bultos, regresan a los paises donde viven después de haber disfrutado de las vacaciones en el suyo; él pasea más que nada para estirar las piernas, mientras el tiempo transcurre, de pronto unos bracitos se alargan hacía él, quien se agacha para subir a su dueña, una niña risueña con un vestido rosa a juego con la flor que adorna su cabecita llena de rizos, ella confiada se deja, él encantado la recoge, justo en ese instante el hombre se siente útil, contento, pleno, la niña cómoda, protegida, segura, enseguida encuentra a su madre quien le dice: "No para de corretear, mi hija es un torbellino".

Todo esto sucede en segundos, sin embargo la sensación es de calma y de sosiego, precisamente eso es lo que él ha sentido, cosa que no ocurre todas las mañanas, mucho menos esperando un barco.


GREGORIO GIGORRO
"El niño y el caballo"
Tinta y acrílico sobre papel kraft
Medidas: 1,18 x 30 cm
Firmado y fechado en 2023

En Aranjuez a 10 de septiembre de 2023.


"Siempre queda tiempo para la ternura"



martes, 1 de agosto de 2023

¿Quien soy yo?

 Mientras se miraba en el espejo veía la imagen de un hombre joven, atlético, de ojos azules, melena negra ensortijada, de piel siempre bronceada; tiempo tenía para hacerse esa pregunta y otras tantas en la soledad del camerino antes de cada actuación. Mariano hasta convertirse en lady Avis tenía entre manos una larga y ardua tarea.

Recordaba maquillándose a su mentor, aquella noche lluviosa de abril, dió un giro total a su vida, él observaba que de vez en cuando repostaba en la gasolinera donde trabajaba un Jaguar negro, impoluto, conducido por un chófer, atisbaba que a través de la ventanilla bajada se encontraba un señor que sin duda después de haberle examinado detenidamente en sucesivas ocasiones, esa noche le llamó por su nombre, se acercó al automóvil, se miraron escrutándose pero serenos, el ocupante del automóvil finalmente le entregó una tarjeta diciéndole con firmeza: -Si necesita algo, no importa lo que sea, no dude en ponerse en contacto conmigo, buenas noches- 

La vida para él y Raimunda su mujer junto a sus dos hijos había sufrido un serio revés, pues el trabajo empezó a escasear para ambos aunque bien es verdad que eran despiertos y con mucho arrojo, lo cierto es que la situación general del país no daba para alegrias. Sin consultar nada a ella, sin saber lo que le esperaba, se decidió a utilizar aquella tarjeta y surtió el efecto deseado: salir de las estrecheces económicas, un triunfo para aquellos tiempos.

Durante el día Mariano era gasolinero, por las noches lady Avis, un artista de sensualidad enigmática, con un toque andrógino que cantaba boleros con un buen acento francés, eso le venía de la època en que fue camionero y sus viajes al país galo al ser frecuentes los aprovechó para aprenderlo, además poseía un buen oido, voz y memoria para aprenderse lo que hiciera falta, lo cierto es que desde siempre había cantado en muchas ocasiones en público incluso le llegaron a proponer la grabación de un disco, cosa que al final declinó. Además de lo anterior en la actuación también se jugaba al son de las coreografías hechas por él, irse desprendiendo de alguna que otra prenda, supongo que para animar al personal.

La concurrencia era selecta en aquel lugar de las afueras que no figuraba en ninguna guía, alejado de cualquier itinerario y que solo lo que podía verse era un jardín enorme donde se encontraba el caserón. De hecho cada noche le recogía el chófer que una vez terminado el trabajo le devolvía al sitio de partida.

Evidentemente el cambio efectuado exigió un entrenamiento muy complicado pero dada la necesidad imperante fue rápido y fructífero, además de estar excelentemente bien pagado, en contrapartida lady Avis bajo contrato estaba obligada a guardar la más estricta confidencialidad aunque con todo y con eso hubo momentos embarazosos que supo sortear, para él su familia eran sagrados.

Su mentor a veces acudía al espectáculo al terminar, una noche todavía enfundado en su traje gris plateado melena al viento y maquillaje en ristre no pudo por menos de formularle la pregunta que le rondaba en la cabeza desde hacía tiempo.

-¿Porqué yo?, el señor le respondió secamente -Porqué eres clavadito a mi hijo pequeño y digamos que ya no está entre nosotros-. Se levantó de la mesa y se marchó con parsimonia.

Cada noche la sala completamente a oscuras y en silencio tenía puestas todas sus miradas en aquel ser rutilante, como venido de otro mundo, intocable, cada espectáculo era inolvidable porque además improvisaba, cambiaba de repertorio, de vestuario, de luces, de músicos...

Nadie podía sospechar que aquella estrella por las mañanas podría haber llenado el depósito del coche de algún espectador, ni tampoco saber que era un padre de familia amante y cariñoso, absolutamente nadie.

Porque somos como nos ven los demás o cómo nos mostramos a éstos y  de este modo se forjan una idea de nosotros, quizá muy distinta de la que guardamos en nuestro interior, la mayor parte de las veces nada es lo que parece. Si un actor se cree que es el personaje que interpreta corre el riesgo de volverse loco al cabo del tiempo, tu labor se trata de hacer sentir al público dicho personaje, cuando acaba la función vuelves a ser otra vez tú.

GREGORIO GIGORRO
"La fiesta"
Acrílico sobre cartón
50 x 70 cm
Firmado y fechado en 1997

En Aranjuez a 1 de agosto de 2023


"Asi es si asi os parece" Luigi Pirandello

domingo, 23 de julio de 2023

Hacer mella

 Lo recuerdo como si fuera ahora mismo, el calor era sofocante, el color dominante el amarillo como la paja del trigo que se metía tan dentro que parecía una segunda piel, la tierra ardía, los incendios eran frecuentes, las campanas tocaban y el pueblo entero acudía a sofocarlo mientras las chicharras no cesaban de cantar, el olor a espliego impregnaba el monte de encinas.

La calle era el escenario de los juegos, las puertas de las casas permanecían abiertas todo el día, cuando el cielo se llenaba de estrellas se acostumbraba a sentarse al fresco cada noche.

La pandilla de niños después de bañarse en el pozón, se tumbaban a secarse sobre el asfalto caliente de la cercana carretera era lo contrario al agua helada que surtía al estanque que servía para regar el huerto de la casa del bosque, un poco más abajo entre cipreses, almendros y otros árboles más frondosos.

Pero lo que realmente les divertía era cuando bajaba un coche por la carretera entonces ellos salían corriendo descalzos a darse otro chapuzón.

Así entre otras aventuras como robar fruta, jugar a las diez y sereno por las calles del pueblo transcurrían aquellos veranos largos, sus andanzas parecían no agotarse. Otra afición era jugar al fútbol en las eras donde se trillaba, al lado de éstas había un terreno llano con dos porterías enfrentadas y poco más, a los niños les servía para llevar a cabo ese deporte, en otras ocasiones disputaban encuentros con equipos de pueblos vecinos, iban en bicicleta y si los contrincantes a los que visitaban resultaban vencidos a veces les despedían a pedradas, también y siempre en bicicleta solían llegar hasta un pinar hermoso donde las cortezas de estos árboles les servían para hacer barquitos que después navegaban por los arroyos del término municipal donde había peces.

Recuerdo que cuando se construyeron los primeros chalets a las afueras en sus jardines se sembraron pinos, los niños creyeron que cuando estos fueran grandes harían barquitas de madera, efectivamente los pinos crecieron pero no lo es menos que ellos también.

Todo cambió cuando al encontrar un manantial más arriba del bosque éste se quedó sin agua justamente para abastecer al pueblo de al lado, ni que decir tiene que todo empezó a secarse, los arroyos se quedaron sin peces, sin la frondosidad de sus olmos gigantescos o así los veían ellos cuando daban la vuelta al camino y aparecía un telón verde que resguardaba un mundo de carrascas, encinas, álamos abrazados por la hiedra, un sinfín de pájaros, de ranas, en fín un mundo que ha desaparecido.

El otro día estaba sentado esperando no sé a qué a ciencia cierta, se aproximó un señor fuerte, ajado por el sol, los años o todo junto, se paró y dijo: "Me conoces,", a lo que yo respondí : "Claro que si", hablamos un rato como lo que somos, adultos, padres de familia y vecinos del mismo pueblo.

Por mi cabeza como si fuera una fotografía de una película apareció aquella escena: tumbados al sol, risueños, despreocupados, como si la vida fuera eterna y tuviéramos todo el tiempo del mundo. No me atreví a decirle todo eso que acabo de relatar, curiosamente si lo había comentado días antes a mi familia sin saber que aquel encuentro se produciría.

Hay vivencias que hacen mella y permanecen dentro de ti mientras vivas, te guste o no te guste.

¿Y tú, que has perdido por el camino?

    En Aranjuez el día 23 de julio de 2023