domingo, 11 de marzo de 2012

Al sol


Mójate hasta calarte,

Corre sobre la arena de la playa desierta hasta agotarte, dejándote acariciar por el sol que desparrama toda su fuerza sobre el mundo; mientras el aire llena tus pulmones del intenso olor a yodo.

Siéntate al borde, mientras que las olas lamen tus pies.


GREGORIO GIGORRO
"AL SOL"
Óleo sobre lienzo
Fechado y firmado en 2.012
Medidas: 27,5 x 35 cm

Y sobre todo, y por encima de todo, nunca dejes de soñar, siente que sin duda hay mares inmensos de color turquesa que te están esperando para ser surcados por tus sueños.



miércoles, 7 de marzo de 2012

Mirame con otros ojos




GREGORIO GIGORRO
"Desde San Ildefonso"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.005
Medidas: 60 x 60 cm


Mirame de otra manera y me verás con otros ojos porque detrás de la aparente austeridad, adentrándote por el entresijo de mis callejuelas, en el interior de las iglesias, conventos y palacios descubrirás todo un mundo repleto de tesoros que he guardado para ti desde los tiempos más remotos hasta nuestros días.


Querrás volver y desearás quedarte. Atrapado por la magia  de una ciudad que fue imperio y que te conquistará tu corazón, Ven...




GREGORIO GIGORRO
"CACHITO DE CIELO"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.004
Medidas: 60 x 60 cm













Con motivo de mi exposición personal en el Restaurante El Palacete.
Callejón de la Soledad, Toledo. España
Del 1 de marzo al 15 de abril de 2012


martes, 6 de marzo de 2012

Autoretrato


En mi opinión, "crear" es un fenómeno extraño y excitante por el cual te das de alguna manera a los demás; si éstos se emocionan, has conseguido algo.

Porque pintar, como cualquier actividad creadora, es hablar de ti, contar cómo percibes el mundo circundante para regalárselo a los demás.

Para tí no hay domingos, como tampoco hay lunes, porque una pasión no se puede paralizar como otros trabajos lo hacen durante el fín de semana.

Celebras la llegada de cada día como una bendición del cielo, porque no habrá otro día igual que el anterior; para ello tú diriges tu vida y te empeñas en llenar esa página en blanco que ella te regala y tú mimas y luchas por protagonizar.

Porque tú no das nada, todo lo guardas en tu cabeza, esa casa donde hay interminables pasillos. habitantes odiosos que deseas olvidar, habitaciones en penumbra que casi nunca visitas....

Pero por encima de todo, la parte más visitada de esta casa, es el jardín... tu jardín.



GREGORIO GIGORRO
Autoretrato
Firmado y fechado en 1.992


jueves, 1 de marzo de 2012

Aún recuerdo aquella tarde






A la sombra de un sauce llorón...

Ellos sonreían a la vida en una tarde amable, bajo un sol perezoso por marcharse, al borde de un ancho rio que se deslizaba lento, rodeando un pueblo viejo y solitario, adonde se retiró el rey Wamba a descansar para siempre.

Sin prisa jugaba ella con su muñeca nueva.

Sin prisa observaban ellos a aquellos niños que sin prisa jugaban a pescar cangrejos en ese rio ancho y claro.

Sin prisa discurría aquella tarde sobre todo el mundo como todos los días, como todas las tardes.



GREGORIO GIGORRO
"Aún recuerdo aquella tarde"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.006
Medidas:  90 x 90 cm


martes, 28 de febrero de 2012

En Toledo había una playa

Las sombrillas multicolores desperdigadas en la orilla, hacían soñar con lugares lejanos y más luminosos.


Las personas se encontraban cobijadas a la sombra o tumbadas al sol.


Otras,  sobre mantas en el suelo o en sillas y mesas de plástico degustaban comidas traídas desde sus casas, era muy frecuente la tortilla, los filetes empanados, los pimientos fritos y se bebía vino tinto con gaseosa.


La familia entera (padres, abuelos, tíos y niños) se reunían para pasar un día particular,  juntos,  eso era la costumbre.


También, era la época de los seiscientos, los gordinis, las vespas, el ruido de las conversaciones, la música de los primeros transistores que amortiguaban el zumbido de las cigarras.


Los niños jugaban al fútbol o a correr ruedas de coches ya en desuso, que también les servían como flotadores cuando se daban un chapuzón .


Era todo más pobre, pero más sencillo y sin embargo la gente me parecía más contenta.


Os aseguro que en Toledo había una playa, más arriba del majestuoso puente de Alcántara, donde yo me bañé más de una vez con toda mi familia, sin miedo a envenenarme con aquel agua, para aliviarme del calor de aquellos meses de verano.


Porque lo corriente era bañarse en los ríos, y cuando se podía en el mar, el mar....






GREGORIO GIGORRO
"En Toledo había una playa"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.007
Medidas: 100 x 81 cm





sábado, 25 de febrero de 2012

Vaya vista


DESDE MI AZOTEA

 Se divisan los tejados, las cúpulas, el arbolado de los parques bajo la luz diáfana de cualquier mañana o de cualquier tarde.

También se divisan las gentes que parecen de juguete, afanándose en sus quehaceres cotidianos, como de juguete parecen los coches, con sus colores multicolores.


Desde mi azotea se divisan algunas personas que charlan mientras toman café, el humo de las chimeneas y más allá por detrás de los edificios, el campo con sus llanuras, montes, sembrados y caseríos, hasta llegar al mar, ¡El mar!.....


También se divisa el cielo, ese techo gigantesco, esa bóveda enorme que se abomba, que nos cubre y nos protege. Se me antoja un lugar habitado por una multitud de geniecillos que se pasan cada jornada mudándose de vestidos tenues y vaporosos hasta llegar a los más rabiosos y rutilantes al final de cada tarde.


Mi azotea es muy particular, su peculiaridad estriba en que desde ella uno puede disfrutar de todo, todo aquello que desee soñar.


El horizonte es tan amplio y lejano como tus sueños. Sueña siempre desde tu propia azotea.



GREGORIO GIGORRO
"Vaya Vista"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.004
Medidas: 46 x 65 cm





















martes, 21 de febrero de 2012

Retrato de mi hijo mayor

PARA TI:


 

Para ti, las caricias más largas e intensas, los abrazos más fuertes y frecuentes, los paseos interminables por el parque, donde siempre te duermes, los gorjeos de los pajaritos, los mil y un verde de los árboles que se mueven a tu paso saludándote, estoy seguro.

Para ti, la luna llena que llega sobre los fuegos artificiales que se ven desde la terraza, mientras el sol descansa.

Para ti, la mejor cucharada, el vaso más cristalino de agua, el zapatito más cómodo, el gorrito más coqueto que te proteja del sol.

Para ti a borbotones, toneladas, de todo el amor que somos capaces de regalarte, porque tú eres lo mejor que tenemos.

Ah, sigue durmiendo, no te preocupes de nada.

 



Retrato de Andrés
2.012