sábado, 14 de abril de 2012

París de noche

Lo mejor de aquel viaje, fue el paseo nocturno, los dos solos por las calles de París. Aquella noche del mes de Septiembre, tomaron un taxi hasta el Panteón, el metro ya había cerrado sus puertas. Después bordearon a pie el jardín del Luxemburgo, solitario de niños, de ponis donde pasearlos.

Se internaron en Saint Germain, encontraron un restaurante griego donde cenar a la luz de las velas, un hotel donde tomar un café después, "el Lutecia", parecido al Palace madrileño, el lugar no tenía desperdicio: esculturas, alfombras......belleza decadente de principios del siglo XX y sobre todo una orquestina, los músicos vestidos de etiqueta, tocaban música de jazz, deleitando a los únicos clientes: Ellos.

Pasaron por delante de la neoclásica Saint Sulplice, la rue de Rennes con el fondo de la tour Montparnasse, arteria más tranquila a esa hora que de costumbre; atravesaron el Sena por el espectacular puente Alejandro III y enderezaron los Campos Eliseos para recobrar fuerzas en un animado café del barrio. Continuaron por la avenida Klèber y llegaron al Trocadero, un inmenso balcón, allí casi sólos en una noche serena, llena de calma admiraron bajo la luna llena la Tour Eiffel, el Campo de Marte......después de un rato fueron descendiendo la pendiente mientras las fuentes dormían hasta llegar al rio.

Se dirijieron por la avenida de Nueva York hasta el palacio Garnier, en la estación de Saint Lazare, se acordaron de algún cuadro impresionista sobre este asunto; ya exhaustos desayunaron très bien en un bar, sobre una mesa de mantel blanco y un pequeño centro de flores, mirando a través de la ventana la fachada de  los Agustinos y a los pocos viandantes a esas horas. Se sentaron junto a la rue de Rivoli en el jardín de las Tullerias; el día empezaba a clarear y el paseo había acabado, cansados pero contentos se despidieron asi de una ciudad que bien vale una misa, como dijo Enrique IV, El Hugonote.

A su regreso a Madrid, asistieron estupefactos por televisión al derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York, era el 11 de septiembre de 2.001.

GREGORIO GIGORRO
"El salón"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2.005
Medidas: 100 x 81 cm


Aranjuez, 11 de abril de 2.012


martes, 10 de abril de 2012

Aranjuez

Un lugar para soñar


Cuando aún no se ha levantado el dia, la bruma envuelve el campo, las cúpulas del palacio flotan como por encanto, se entreveen las calles rectas y arboladas, las montañas lejanas  todavia con nieve. Uno piensa que Aranjuez es un lugar para soñar.

Cuando atraviesas el puente de barcas, ves el jardín con sus innumerables jarrones sobre el rio, donde los patos blancos salpican los verdosos reflejos del agua quieta; cuando atraviesas la calle adoquinada, te encuentras bajo el emparrado de la terraza llena de mesas esperando bajo el sol con sus jardineras donde florecen los pensamientos y la parra se enreda entre abánicos de hierro. Entras en un lugar transparente desde donde se disfruta de las mejores vistas sobre el rio; frecuentado desde hace más de ciento cincuenta años por artistas y otros personajes fascinados por el sitio.

El tiempo bien llevado es lo que da ese empaque, ese aire peculiar a las cosas; entonces te das cuenta que estas en el restaurante El Rana Verde donde te tratan como un rey, un lugar para comer estupendamente, os lo aseguro.


GREGORIO GIGORRO
"Fuente de Hércules"
Acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2.003
Medidas: 42 x 30 cm


Aranjuez, 9 de Abril de 2.012




sábado, 7 de abril de 2012

Roma






Y llegó en tren, una mañana sofocante del mes de Agosto de 1.980. La estación Termini se encontraba abarrotada de gente, cogió su mochila y enfiló la Via Nazionale, con su corazón acelerado, sus ganas de veinte años con el deseo irrefrenable de constatar todo lo aprendido.

¡Roma, la madre del cordero!


Se refrescó comiendo una rebanada de sandía que le supo a gloria.


Y después, el rosario de iglesias con sus cúpulas como senos de mujer a cual más interesante, los foros imperiales, los pinos, cipreses y adelfas fucsias salpicaban las columnas, las ruinas, los palacios..


De repente el Coliseo majestuoso y rotundo, era como lo había imaginado. El calor seguía apretando, aunque no había sombra sobre las aceras, abundaban las fuentes por doquier, él metía sus pies en ellas para aliviar el cansancio. 


Después de tanto trajín y tanta historia, tomó un autobús hasta San Pedro, cruzó el profundo Tiber, ante él, Sant'Angelo, la mole redonda para descubrir después la cúpula inmensa de la Basílica y casi de repente y sesgadamente entró en la columnata de Bernini, la magnificencia del conjunto se le vino encima, se quedó boquiabierto, atónito; el silencio lo rompió una de las hermosas fuentes de la plaza.


Se dió la vuelta y a pie continuó bebiendo a sorbos tanta historia, placidamente, sin prisa, la ciudad se había quedado medio vacia huyendo de la canícula y esa soledad le encantaba.

A esa hora de la tarde el conjunto solemne de la Piazza Nabona con las iglesias y las fuentes aparecía iluminada en tonos rojizos, volvió sobre sus pasos hasta la estación, cerca de ésta extendió el saco de dormir y descansó del largo viaje por Europa  que había culminado en una ciudad para él inolvidable a la que siempre desearía volver.




GREGORIO GIGORRO
"En Roma"
Técnica mixta sobre cartón
Firmado y fechado en 2.012
Medidas: 50 x 36 cm




Aranjuez, 7 de Abril de 2.012



































miércoles, 4 de abril de 2012

Algunas cosas que me gustan




Me gusta el estallido silencioso de los árboles de la avenida cuando llega el mes de marzo y se visten de un verde reventón.

Me gusta el revoloteo ruidoso de los gorriones sobre la acera mientras comen sin parar de cantar.


Me gusta el paciente sueño del bebé paseando sobre un pomposo carrito de cuatro ruedas.


Me gusta el naranja de las naranjas sobre el frutero redondo, la risa de Isabel, el olor a  la hierba recien cortada, mancharme las manos de tierra mientras siembro una planta, el pérfume del azahar y de las flores de los almendros.

También el azul turquesa del mar, mojarme bajo la lluvia, pisar los charcos con botas de agua, correr descalzo sobre la arena, el sol en la cara y muchas cosas más.

Y sobre todo, me gustas tú, con tus altibajos, tus salidas de tono, con tus cambios de paso y con tus sueños que por supuesto son los mios.

GREGORIO GIGORRO
"Interior con Pilar"
Acrílico sobre cartón
Fechado y firmado en 1.998
Medidas: 64 X 40 cm



Aranjuez, 31 de marzo de 2.012

domingo, 1 de abril de 2012

Londres





El ruido de las ruedas sobre la pista, debió despertarle de un sueño intermitente como la lluvia que chorreaba por la ventanilla, mientras el avión se iba parando, él comenzaba a desperezarse como el resto de los viajeros.

La excursión había comenzado de facto, aunque su cabeza y sobre todo su corazón le decían lo contrario, pues desde el momento que decidió darse una vuelta por Londres empezó a viajar realmente.

Siempre que lo hacía, deseaba sentarse al lado de la ventanilla; desde las alturas todo era como en un cuento: las ciudades, los lagos, las montañas...Se acordaba de las maquetas que siendo niño había visto en la Casa de Campo en Madrid.

Todo era una interminable alfombra de algodón como los dulces que vendían en las ferias de los pueblos.

Después de las pertinentes explicaciones de la azafata, abandonó el aparato, enseguida compró un billete hasta London Victoria Station y en un pis pas llegó al centro de la ciudad.

Al llegar, el bullicio en otro idioma le alertó del lugar donde se encontraba al igual que la lluvia que sin descanso caía suavemente.

Y comenzó a pasear con su preciosa mercancía preservándola del líquido elemento. Pronto percibió que todo le era familiar, que todo estaba como lo recordaba y tuvo la sensación de sentirse como en casa.


Gregorio Gigorro. Vegap 2.012
GREGORIO GIGORRO
"Picadilly Circus"
Óleo sobre lienzo
Fechado y firmado en 2.010
Medidas: 81 X 65 cm



Londres 21 de marzo de 2.010



































jueves, 29 de marzo de 2012

Mi jardín


¡Claro que existe el paraiso!

Cuando la parra desparrama todo su verdor y su sombra sobre nosotros y el sol se tiñe de un naranja intenso inundando todos los rincones como si de un artificio se tratara; cuando las plantas en el tedio fogoso del final de un día se deciden a abrir sus pétalos y tú te desperezas sobre la hamaca medio adormilada.

¡El paraiso existe, no lo dudes!

Existe aquí, existió aquel día que abandonados a un baño de sol en aquel jardín  sonreiamos a la vida desnuda, cuando caía la tarde y el perfume del mirto, de los laureles, de los jazmines se unían al murmullo de las fuentes.

El paraiso existirá siempre mientras que la calma sacíe tu corazón y sientas que todo puede esperar bajo el sol, independientemente del lugar donde nos hallemos.



Gregorio Gigorro
 "Mi jardín"
2.012
 

martes, 27 de marzo de 2012

Mi homenaje/ My tribute





¡Qué viva siempre la magia del teatro!

That always live the magic of the theatre!



Gregorio Gigorro
GREGORIO GIGORRO



 Dia Internacional del Teatro/International Theatre day
27 de Marzo de 2.012/ 27th of March 2.012