domingo, 19 de marzo de 2017

Sonámbulo


Bajo este sol de justicia que ya huele a primavera.

Lleno de una comida copiosa que le ha sabido a gloria.

Gloria de verte tan oronda y satisfecha por encontrarte a tus anchas.

Ancha es Castilla, pero mucho más es esta Tierra a la que pertenecemos.

Pertenencia es lo que se tiene, y mucho más de lo que te han privado.

Privado es lo exclusivo, ese momento que compartes con quien sueñas.

Sueños imposibles no, posibles si tú quieres perseguirlos.

Perseguir lo que desees.

Si lo deseas a qué esperas para conseguirlos.

Conseguir...

GREGORIO GIGORRO
En Aranjuez a 19 de marzo de 2017



lunes, 6 de marzo de 2017

El rodaje


Rueda que te rueda por pasillos interminables, leyendo sin parar camerino de tal o  cual personaje, de esos que el telespectador aplaude en su casa con frenesí; continua con la sala de maquillaje, guionistas, sastra, realizadores, atrezzo..., un sinfín de nombres nuevos para él.

Desemboca finalmente en el plató, atiborrado de focos en el techo, cables por todos lados,  sillas vacías de público, colores chirriantes y resplandecientes como si fueran a ser estrenados, saludos al equipo, siguiendo atentamente las indicaciones sobre la historia que tendrá lugar allí. Ajuste de micrófono después de haber pasado por el vestuario, de haber sido maquillado, y aprendizaje a toda leche del guión; marcas de posición, ensayo y posterior rodaje.

De golpe y porrazo sin esperarlo, es un ser de mediana edad, corriente, moliente y decente; embutido en un traje gris que al final de su carrera en la empresa, recibe el cariño de todos su compañeros. Rueda que te rueda, una, dos, tres veces hasta dar por buena la escena. Poco más tarde aparece en la sala, atestada del gentío que le ovaciona como si le conociera desde siempre, lo mismo que sus supuestos compañeros que jamás ha visto.

Saluda sonriente y por dentro piensa -jugar por jugar, vivir jugando o jugando a vivir. No pierde ese rictus alegre, mientras no deja de sentirse ridículo.

Curioso, nadie lo nota. "En el reino de los ciegos el tuerto es el rey".

GREGORIO GIGORRO
En el puente de Alcántara
Toledo


En Aranjuez a 6 de marzo de 2017



lunes, 27 de febrero de 2017

Una puya


Como quien no quiere la cosa, acabamos de poner una pica en Flandes, mi Pilar y  yo, ¿porqué quien no necesita un pilar en la vida?

Un granito de arena ha sido esta vez, formando parte de un libro llamado, "Poetas y Narradores del 2016",

El único español, en una publicación repleta de escritores iberoamericanos; obviamente en nuestro idioma, expandido a través del mundo desde antaño. Disfrutamos de una lengua, gracias a la cual nos podemos entender millones de seres humanos, por la que tanto han hecho los literatos que nos precedieron, que sigue en auge debido a la difusión del teatro, el cine, la música, la poesía..., es decir a la verdadera bandera de un país que es la cultura.

Mi agradecimiento por contar con una colaboración aunque sea modesta y no se haya llevado a cabo en el frío país del norte europeo sino que ha sido presentado en Miami, ciudad bañada por el sol.

Los tiempos han cambiado y las fronteras del español no paran de agrandarse, esperemos que no cese la fuerza de nuestra de lengua.

Si por ejemplo, fuera la de Francia, ¡Oh, la la!, otro gallo cantaría.



En Aranjuez a 27 de febrero de 2017

lunes, 20 de febrero de 2017

La pista



Haciendo equilibrios se desliza segura sobre la cuerda floja,
él lanza al aire sin parar una y otra vez los bolos coloraos,
no permitiendo que uno solo toque el suelo;
como una bailarina grácil levanta una pierna,
mientras con el brazo contrario despliega una sombrilla azul y amarilla,
sortea diestro las evoluciones de los elefantes sobre la pista,
cimbreándose para no toparse con éstos, ni con los enanos
que tocan sin cesar sobre la arena.

Poco después entran los corceles blancos, relucientes de colas largas y rubias,
las cabras adiestradas, los cerdos saltarines, los...

Los dos se miran, dan un salto sin malla y se montan sobre ellos,
de pronto le dice -Cámbiate al mío, y pum, ya están juntos, 
y volando se van de ese disparate de circo que ya no aguantan más.

¡Qué se queden los payasos, haciendo lo propio!

GREGORIO GIGORRO
"Abanico"
Acrílico y tinta sobre madera
Firmado y fechado en 2017



En Aranjuez a 20 de febrero de 2017





domingo, 12 de febrero de 2017

El olvido


Le sirvió en un periquete el café con picatostes, ella se lo llevó a una mesita situada frente al ventanal, se sentó a degustarlo con parsimonia, veía el ajetreo de la pequeña ciudad: las personas que entraban y salían del mercado, el vendedor de lotería, algunos chicos que debían de haber hecho pellas, un grupo de señores mayores esperando el autobús...
 
Mientras la nata se mezclaba en su boca con el azúcar y la canela de los picatostes, fundiéndose en el amargo café; se relamía de gusto, sus ojos chispeaban, mirando de reojo al patrón que atendía a sus parroquianos con familiaridad, se notaba que eran asiduos del establecimiento. Entretanto ella le miraba con discreción, parecía buena persona, campechana y a la vez educada, de cabeza noble, espalda ligeramente encorvada, más bien alto de apariencia enjuta, con una incipiente curva de la llamada infelicidad. Margarita era una observadora nata, quizás por tener que desmenuzar los cestos que se traía entre manos en su trabajo.
 
Aunque no era la única persona que escrutaba allí, Narciso también con cuidado hacía lo propio, esa chica no es de aquí, nunca la he visto; es muy joven para mi, qué digo, podría ser mi hija, qué bobadas pienso, el caso es que se siente bien, no  hay más que verla, lo mira todo con curiosidad, se le nota en los ojos.
 
Ella veía que no paraba de trabajar, hablando con los clientes, atendiendo al teléfono, colocando botellas, esta claro que está solo, sus ojos parecen cansados, ligeramente enrojecidos; él empezaba a hacer cábalas sobre que hacía allí una mujer con ese encanto, con ese desenfado, alrededor de ella, parecía que flotasen mariposas. Qué corto soy, no se me ocurre nada que decirle.
 
-Se ve que le gusta señorita. En ese momento estaba absorta viendo una bandada de cigüeñas sobre el cielo encapotado.

-¿Qué, cómo dice?

- Pues que le ha gustado mi sugerencia.

- Ah, si muy rica, me tomaría otro. Miró el reloj dando un respingo.

-Ay, va, qué tarde se me ha hecho, me voy. Pago corriendo y se marchó muy aprisa.

Narciso se quedó cortado, reaccionó con una voz que le pedía una café y una copa de coñac; distraídamente sirvió la consumición.

Al mirar donde había estado Margarita, como deseando que permaneciera en el mismo lugar se dio cuenta que había olvidado un paraguas sobre la silla.

- Ah, menos mal, regresará a por él cuando vuelva a llover.


GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Paseo en Vespa"
Acrílico y tinta sobre cartón
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 46 x 51 cm

En Aranjuez a 12 de febrero de 2017


 








martes, 7 de febrero de 2017

Pobre Majuelo



Ha muerto de pie como cualquier árbol aunque ya habían pasado varias primaveras sin regalarles las flores rosas que tanto alegraban su vista, las ramas vigorosas y jóvenes dejarán de vestirse de verde; a pesar de las tormentas rabiosas, se mantenía erguido como un centinela hermoso contra los vientos y los calores rigurosos que le azotaban.

Con todo y con eso ellos seguían abonándolo con agua y mimos, con la esperanza de que volviera a brotar la vida, igual que aquel revivido por la madre Maravillas en la Aldehuela, su última fundación; no pudo aguantar los embites de la otra noche en la que el cielo rompió aguas y rayos de forma brutal, cuando se derrumbó definitivamente. Entre todos le mataron  y el solito se murió, reza el dicho.

A veces regamos en terreno yermo, entonces recogemos solo astillas en lugar de los frutos esperados; contra todo pronóstico hay que continuar sembrando, nosotros nos vamos, las obras quedan.

GREGORIO GIGORRO
"Boceto de San Miguel para placa cerámica"
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 62 x 34 cm

En Aranjuez a 7 de febrero de 2017





domingo, 15 de enero de 2017

El manzano


Como un sonámbulo abría la ventana de la habitación, veía con consternación al enorme manzano, allí seguía cargado de fruta, después se encaminaba a ver a su hijito, tendido en la cama dormido, rodeado de guirnaldas de flores congeladas junto a él; siempre sería niño, sin crecer ni menguar.

"Ten cuidado al subirte al árbol hijo, es muy alto para ti, y te puedes caer". Y se cayó, al intentar agarrar a una mariposa sentada sobre una manzana.

Victoria, Paloma y Esperanza cuidaban con celo de su padre aunque éste ya estaba en su mundo. No desfallecieron hasta el nacimiento de Pedrito aún a sabiendas de poner en peligro la salud de Rosa su mujer, quien a esas alturas era una sombra de aquella chica que conoció en casa de unos amigos, fue languideciendo poco a poco hasta secarse del todo.

Desprovisto de su compañera, sintió el desagarro de la que creía era la razón de su existencia; se equivocó, pues el niño parecía colmarle la vida, quizá intentó suplir la muerte de la madre aferrándose al pequeño.

De pronto, el aire se había vuelto denso, olía a podrido; el motor se había parado, sonaba el zumbido de un moscardón incesantemente, taladrando sin descanso su cerebro, subiendo el volumen de una forma escandalosa, a punto de estallar de desesperación.

Abrió de golpe los ojos, el sol se colaba a rayas a través de la persiana; el olor a café llega hasta la nariz, siente cantar al pajarillo, se toca la frente sudorosa y respira hondo incorporándose a coger la bata.

Un frutero lleno de manzanas verdes, tostadas calientes, el humeante café y la sonrisa de Rosa le esperaban.

¡Qué alivio!

GREGORIO GIGORRO
"Cádiz"
´Tinta y acrílico sobre tabla entelada
Firmado margen inferior izquierdo y fechado en 2017
Medidas: 24 x 19 cm


En Aranjuez a 15 de enero de 2017