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domingo, 1 de septiembre de 2019

Descanso


La piscina es un cristal quieto,
nadan lentamente por la superficie azul,
a su paso las ondulaciones sin fin del agua parada,
sin ruido les aporta un placer silencioso,
el sol les hiere los ojos,
los árboles frondosos rodean la piscina deshabitada,
algún pájaro revolotea de acá para allá,
las tumbonas con las toallas abandonadas por sus dueños,
que se han marchado a comer, parecen mirarles,
sienten el suelo húmedo del jardín,
el mantel blanco e impoluto,
la paella apetitosa,
la sangría refrescante les alivia la sed.

Todo es calma, una dejadez que te acerca al disfrute sin buscarlo,
y pensar que en esos momentos,
montones de personas llenan las playas, carreteras, monumentos...
qué se yo;
cuando justo a tu lado hay lugares que te invitan al descanso,
donde te escuchas, oyendo únicamente a tu corazón.

Gregorio Gigorro
Gregorio Gigorro
Bandeja en melanina
medidas 38 X 48 cm
Fabricadas en Valencia (España)


En Aranjuez a 1 de septiembre de 2019


jueves, 13 de julio de 2017

Una pareja particular (Segunda parte)



En otro orden de cosas estaba su trabajo, tampoco le proporcionaba la pretendida calma, ya que había mucha presión, excesiva preocupación por las ventas, obsesión por ser los primeros exportadores de atún, después de tres generaciones.
Su hastío iba en aumento, se mentía sin lograr engañarse ni con su trabajo ni con su situación amorosa, que se podría tachar de cualquier cosa,  excepto de aburrida.
En una de las trifulcas con Gonzalo mientras aparcaba el coche al dirigirse a una fiesta como tantas otras, golpeó al vehículo de atrás, se paró en seco y mirándole fijamente le gritó: -Bájate ahora mismo, largo de mí-
Él  boquiabierto, acertó a decir: -Querida, ¿qué te pasa…?-
-Yo no quiero ser solo tu querida, adiós- le respondió secamente.
Arrancó con furia sin mirar,  corrió  escoltada por las estrellas  dejando atrás el bullicio y las luces de la ciudad hasta sentarse frente  al mar, lloró con desconsuelo. Aquella noche no pegó ojo, estaba muy alterada, el resto de las vacaciones las pasó cabizbaja, habló poco, comía menos aún; al regresar al trabajo sus colaboradores la notaron distraída, poco concentrada, con la mirada perdida.

Todo aquello que había sido primordial para ella, empezó a perder importancia, el tiempo transcurría sin responder ni siquiera a las llamadas de Gonzalo, aunque quedaban rescoldos, no sentía el deseo de reavivar aquel fuego.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Desde lo alto"
Técnica mixta sobre tabla entelada
Firmado y fechado en 2017
Medidas: 24 x 19 cm


En Aranjuez a 13 de julio de 2017