lunes, 7 de marzo de 2022

Ser o no ser

 

¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS?, cantaba el grupo Polansky y El Ardor, que bien podría haberlo cantado otros como Objetivo Birmania, Los Ronaldos, La Polla Record o la Ladilla Rusa; los nombres no tenían desperdicio y a mí con el pelo negro y ganas de vivir a raudales me hacían sonreir aprendiendo sus letras.

En aquella época se hablaba de la guerra fría, del muro de Berlín, Alemania partida en dos por el susodicho engendro, de la Otan, de la liberación de la mujer, de...

Ahora que seguimos metidos en harina, Rusia ha invadido Ucrania con la consiguiente desgracia para los moradores de esta última y de la papeleta que tiene el resto de Europa frente a esta cuestión, que se veía venir. La debilidad de nuestro continente ha dado pie a dicha invasión por parte del ejército de Putin.

Mientras lejos del escenario bélico un hombre pasea a su perro muy de mañana, unos ancianos toman el sol en un parque, sobrevivientes de una famosa enfermedad que todos conocemos y que ha llevado a mejor vida a muchos de su generación; unos jóvenes descubren el amor detrás de un seto de ese mismo jardín, un matrimonio maduro cruza la calle de la mano camino de la iglesia como cada domingo, el conductor del autobús finaliza su turno, un padre espera a su hijo sanitario de profesión y trabajador en un hospital de Londres que regresa a casa en el vuelo de las diez de la mañana, hora británica, un hombre ajado se dispone a sembrar su huerto de tomates, otro llega a su destino, transporta mercancías procedentes de los campos del sur, otro ...

Así seguiríamos hasta completar el abanico laboral y social de este país como de cualquier otro. Por último una madre rusa se pone en contacto con su hijo que está de maniobras en Crimea, cuando consigue hablar con él, este de diecinueve años le dice: "Estoy en Ucrania, en la guerra, mamá nos han engañado y tengo miedo"; después resultó muerto. No es ni mucho menos el único caso.

Los Rusos se sienten hermanos de sus vecinos, los Ucranianos tampoco desean un enfrentamiento bélico, sencillamente quieren vivir.

Siempre pagan los mismos, los más indefensos: niños, madres, jóvenes, viejos..., comienza la huida por parte de unos, la defensa por los otros; mientras tanto hay quien se frota las manos con lo que van a ganar, de las guerras queda la miseria, la muerte campea a sus anchas para el pueblo llano.

Todos somos hermanos, no debemos excusarnos diciendo que están lejos, que a mi no me afecta y cosas por el estilo.

Se sabe que ante una invasión de una potencia extranjera a España, solamente el diecisiete por ciento de la población total estaría dispuesta a defenderla, ¿Qué está pasando? ¿Qué idea tenemos de país?

El otro día una señora que yo conozco perdió su móvil y se puso histérica, hará más o menos un mes un niño castigado por sus padres con no usar las llamadas nuevas tecnologías por mal comportamiento les asesinó, así suma y sigue, coleccionando barbaridades sin parar.

No sé qué podríamos hacer ante un ataque preventivo de la URSS sino seguir viviendo con esperanza sin dejar de dar la cara por nuestro vecino; si nos pasara a nosotros, yo creo que nos gustaría que nos ayudarán; de hecho me consta que muchas personas de a pie están ayudando pero de las que van en flamantes medios de locomoción para recorrer doscientos kilómetros pongo por caso, que toman decisiones para el supuesto bien común, de esas no tengo noticias de su ayuda, pudiéndose hacer. 

Sinceramente puede hacer más el que quiere que el que puede y no olvidemos que cuando veas las barbas de tu vecino para afeitar pon las tuyas a remojar.

"De punta en blanco"

En Aranjuez a 7 de marzo de 2022


domingo, 27 de febrero de 2022

Siempre

Aunque cortáramos todas las flores del campo, no lograríamos matar a la primavera, porque llega cada año irremediablemente a sentar sus reales.

Los almendros son los primeros en vestir sus mejores galas al igual que las mimosas, ellos de blanco o rosado, ellas de amarillos verdosos y reventones anuncían con sus fragancias frescas, la nueva estación.

Las cigüeñas regresan en bandadas perfectamente alineadas, con sus gritos agudos en lo alto de los cielos que se van tiñendo de azul intenso.

Las campiñas verdean en sus sembrados, las cunetas de las carreteras rebosan de flores amarillas, los ríos aumentan su caudal debido al deshielo de las montañas.

Los pajarillos muy de mañana, de rama en rama sobre los brotes que hacen acto de presencia por doquier, no cesan de cantar.

Los días se alargan, la gente corre, pasea, toma el aire mientras el sol se hace más amable.

A pesar de la pertinaz sequía hasta el último rincón del mundo vuelve a florecer y así siempre cada año todo conspira en aras de la belleza hasta el final de los tiempos.

Nada cambia realmente, el tiempo no lo cambiamos nosotros, es él quien produce esa transformación a lo largo de nuestra existencia; no hasta el punto de no reconocernos aunque hayamos vivido una y mil peripecias por el camino.

Recuerdo aquella princesa de Granada que para que no echara en falta la sierra nevada, el califa mandó plantar todas las colinas que rodeaban el palacio de almendros para que cuando florecieran cada primavera ella se encontrara como en casa, estando en Córdoba.

No olvides nunca que la primavera no es solo una estación, es una forma de vivir, parafraseando a Oscar Wilde.


GREGORIO GIGORRO
Dibujo 2022

En Aranjuez a 27 de febrero de 2022



domingo, 20 de febrero de 2022

Gustavo en su laberinto

 

Harto de estudiar jugueteaba con una pelota de ping pong sobre la mesa de la cocina, mirando abstraido a los pajarillos que saltaban de rama en rama, sintiendo como pasaban lentamente las horas; de pronto golpeó la pelota con fuerza, ésta botó un montón de veces hasta desaparecer bajo el frigorífico, se agachó para recuperarla y no había manera, la tocaba con las yemas de los dedos pero se le escurría una y otra vez.

Cuando parecía retenerla, subitamente se abrió un hueco redondo desapareciendo la pelota y él detrás empujado por no sé qué fuerza, en un segundo una boca grande se había abierto en el pavimento agrandándose; sintió que bajaba sin parar y el resto del mundo había desaparecido en un santiamén a sus espaldas.

Se encontró en otro sitio desconocido, a primera vista oscuro, poco a poco empezó a aclararse como si todo se iluminara mientras él flotaba suavemente. El lugar estaba repleto de peces de colores, donde caballitos de mar parecían sonreírle, los unicornios departían con mariposas gigantes nunca vistas por él, las plantas eran enormes, relucientes..., la sensación no podía ser más placentera.

Gustavo estaba atónito, un silencio de otro mundo invadía aquel espacio pero sin embargo él se encontraba encantado, moviéndose como pez en el agua pero sin ella; sentía su cuerpo como si fuese de goma, era capaz de hacer mil contorsiones y piruetas sin ningún esfuerzo mientras sonreía como si les conociera a todas aquellas criaturas, en una escenografía vasta, sin techos ni paredes ni suelos, todo parecía dar vueltas y vueltas y él se dejaba mecer en ese fantástico vaivén.

Entró en un embudo gigante que desembocó en una sala en forma de campana, grandísima y de luz rebosante; para su sorpresa encontró allí aquella palmera de plástico desaparecida o aquel balón, también el peine de su madre, las zapatillas de fútbol, aquel jarrón de la abuela. Pertenencias que había perdido muchos años atrás cuando era un niño.

¿Cómo habían llegado hasta allí?

En cualquier caso no le importaba el tiempo, simplemente porque para él había desaparecido, lo que le quedaba era una sensación intrauterina, vivida dentro de su madre que por nada del mundo hubiera querido perder en aquellos nueve meses y que desde luego intentó evitar sin conseguirlo. Por lo que estar en su laberinto era en ese momento su única razón de ser, tan placentera le parecía que no buscó la salida, el camino de regreso de donde había venido.

¿Para qué, porqué?, más placer no puede existir, pensaba en su interior.

Según la información recabada entre veinte hasta treinta mil personas desaparecen cada año solamente en España, imaginense en el resto de este mundo.

Cientos de casos quedan sin esclarecer, aunque sé de buena tinta que un señor un día le dijo a su mujer que se marchaba a comprar tabaco y que pasado cierto tiempo al abandonarse su búsqueda se le dió por desaparecido, otro buen día casualmente su señora vió con estupor en un programa de televisión como él se paseaba del brazo de una rubia tan campante por una playa de Miami. ¡Sorpresas te da la vida!, desgraciadamente no han corrido la misma suerte muchísimas personas de aqui y de otros lugares, que no han aparecido aún.

GREGORIO GIGORRO
Dibujo 



En Aranjuez a 20 de febrero de 2022





domingo, 6 de febrero de 2022

La frescura

 

Con un solo sorbo del vaso, sentía que su cuerpo se inundaba de agua, agua pura y refrescante, reavivando de golpe aquella tarde tan agradable.

Las horas bajo el sol pasaban lentas, se estiraban, los árboles desnudos se reflejaban desvalidos en el agua quieta de la laguna mientras los pinos salpicaban con su verdor las lomas de alrededor; algún grito de un niño jugando, la polvareda de un coche por el camino, quedaba el silencio sin más.

Más tarde la carretera subía y bajaba retorciéndose, la luz de frente le cegaba, hasta aparecer el imponente monasterio y las murallas sobre el monte recortándose en el horizonte que con sus arreboles y violetas intensos poblaban el cielo, sembrando la llanura de sombras.

Los caños de cobre desembuchaban sin descanso aquel agua cristalina, con un sonido monótono y machacón sobre la pila de piedra centenaria.

Cualquier sentido, da igual el que sea: la vista, el olfato, el tacto; tiene tal poder evocador que nos lleva a rescatar de la memoria aquello que ha tenido verdadero sentido en nuestras vidas desde la más tierna infancia hasta este momento.

Monasterio de Uclés
Cuenca - España



En Aranjuez a 6 de febrero de 2022



domingo, 30 de enero de 2022

Restauración

 

El legado monumental de Carlos III en Aranjuez es importante porque se llevó a cabo la ampliación del palacio real, se construyó el teatro, se levantó el trazado urbanístico tal y como lo conocemos hoy a grandes rasgos por el arquitecto Juan de Villanueva, además de la construcción del puente largo, el cortijo de San Isidro entre otras muchas obras.

Insertado en la retícula urbana se encuentra el hospital de San Carlos, en honor al santo del mismo nombre, con apellido Borromeo, en armonía, altura, paramentos y estilo arquitectónico acorde con el resto del caserío, formando una manzana independiente, y ampliado en el siglo XIX bajo el reinado de Isabel II.

Funcionó como hospital hasta la segunda mitad del siglo XX, lo cuidaban las religiosas que allí vivían con primor tanto a los enfermos como a sus dependencias, el jardín que daba a la calle Capitán era agradable, sus árboles frondosos suavizaban los rigores del estio; doy fe de lo que cuento.

A todo esto siguió el abandono prolongado, la dejadez si es larga hace estragos. Con todo y con eso la estructura es sólida e incluso el tejado resistió esta situación.

Salvados todos los escollos que no debían de ser pocos por fin se acometió la restauración del edificio, lenta pero afortunada, si no fuera por una "intervención" acristalada de color azul escandalosamente llamativa, a todas luces va a ser la entrada en la parte trasera donde un día estuvo el jardín. Con un pavimento frio y gris.

Si había que hacer el ingreso, ¿no había otra manera menos fea para entrar en el noble edificio?, es evidente que el uso de dicho hospital cambiara, ¿pero hacía falta decirlo a voces?

La fachada principal guarda completamente sintonía con la plaza y con la fachada de la iglesia de San Pascual donde como sabéis se exhibían obras de Tiépolo, ahora custodiadas en un Museo de Washington; por cierto el plano de esta ciudad repite el de Aranjuez pero mucho más grande.

Ya sé que dirán que ello obedece al diálogo entre lo antiguo y lo actual para justificar el endosar ese mamotreto a la fábrica del XVIII como sucede en tantos casos en la arquitectura de cualquier parte del mundo, sobre todo en Europa.

No es que no me guste la arquitectura actual, no es eso, es decir si el fondo y la forma van de la mano sin olvidar los materiales para llevar a cabo lo anterior porque no me ha de gustar si soy de este tiempo.

Pero da qué pensar que en demasiadas ocasiones se realizan construcciones digamos vistosas muy cerca de otras que como poco han resistido cientos de años, eso ya es un punto a su favor pues las nuestras en un corto plazo de tiempo empiezan a envejecer malamente.

En nuestro mundo demasiadas obras adolecen de una desafortunada espectacularidad que no tiene que existir necesariamente sea para uso público o privado, cuanto más si hablamos del primer caso.

De cualquier manera lo importante es que el edificio que nos ocupa sigue en pie para el disfrute de todo el que lo desee; otros monumentos del real sitio no han corrido la misma suerte.



 

Hospital de San Carlos
Aranjuez- Madrid


En Aranjuez a 30 de enero de 2022



lunes, 17 de enero de 2022

Aldonza Villalobos Manrique

 

Una señora entrada en años después de cruzar un océano llega por fin a Madrid acompañada de su hija, sus dos nietos y todo su séquito de acuerdo a su rango, corría el año 1565, ella fue la primera gobernadora de la isla Margarita, la mujer que ostentó dicho cargo frente a la actual Venezuela después de la muerte de su padre a quien sucedió para gestionar los recursos de aquel lugar cuando tan solo tenía cinco años debido a la obstinación de su madre Isabel. Ratificada en el cargo por el emperador Carlos V en 1520, debido a su temprana edad su madre ejerció de tutora y de hecho la gobernación de la isla se llevó a cabo por delegados designados por la familia; después al contraer matrimonio a los quince años con Pedro Ortiz de Sandoval el asunto empezó a cambiar y se iniciaron los trámites para realmente llevar a cabo la labor para la que había sido designada, lo consiguió después de cierto tiempo y fue gobernadora durante treinta y tres años.

La isla Margarita fue conocida desde la época de Colón por la riqueza que atesoraban sus fondos que eran perlas muy apreciadas por la clase alta de la Europa de aquel tiempo pero fue su padre quien inició la explotación económica de los mismos.

Aldonza dio un gran impulso a la isla  fomentando el cultivo de la caña de azúcar, de la vid, de los cereales amén de lo anteriormente comentado y aunque la isla estaba habitada por indígenas a estos se sumaron la llegada de españoles lo que conllevo en algunos momentos de nuestra historia serios problemas; sin ir más lejos el aventurero López de Aguirre armado de su codicia entró en liza con los dirigentes de dicho territorio asesinando al marido de Marcela, la única hija de la gobernadora. pero todo ello no fue menoscabo para que se fundaran la ciudad de Asunción además de otras.

Según algunos dicen, permaneció viviendo en Santo Domingo, lugar de su nacimiento pero según otros sí que se desplazó a la Isla Margarita para dirigir la gobernación, en cualquier caso es un hito en nuestra historia que una mujer consiguiera dicho cargo destinado hasta la fecha a los hombres.

Todo ello aconteció en el siglo XVI pero como todos sabemos durante el reinado de Isabel de Castilla ella dotó de la misma categoría a los aborígenes de aquellas tierras y el propio rey Fernando hacia 1514 promulgó la ley por la cual autorizaba los matrimonios entre españoles y los indígenas pero además hay que hacer notar que el dominico Francisco de Vitoria con motivo de los desmanes acaecidos durante la conquista del Perú que llevó a cabo Pizarro salió en defensa y defendió los derechos de los indios con lo que se fundamentó el derecho internacional, a la sazón dicho dominico era profesor de la Universidad de Salamanca y como colofón de la historia nuestra protagonista murió en 1575 en Madrid, lástima que esto sucedió dos meses antes de que su nieto obtuviera el cargo de gobernador de la isla, Juan Sarmiento de Villandrado, razón por la cual viajaron a Madrid; por cierto dicho cargo no era hereditario.

Es curioso, después de relatar esto me viene a la memoria lo que me contó una amiga cuando para instalar una empresa tuvo que pedir permiso a su padre, como quien dice hace dos días o como cuando una mujer quería abrir una cuenta en un banco y tenía que pedir permiso a su marido, por citar dos ejemplos y todo esto y mucho más ocurría en pleno siglo XX.

Se ha conseguido bastante pero no ha sido ni gratis, ni gratuito, por ello el caso de Aldonza Villalobos Manrique no es el único desde luego pues para continuar con otro ejemplo podríamos citar a Sor Juana Inés de la Cruz, también muy reseñable.

Me gustaría que estas breves pinceladas les abrieran las ganas y la curiosidad para leer "De mucho más honor merecedora" porque es un libro cuyo autor es Daniel Arveras -Cenda Libros, basado en otro autor y personaje controvertido de la época cuyo nombre es Juan Castellanos y ni que decir tiene relata la historia de la primera gobernadora de la isla Margarita.


Gregorio Gigorro
2022



En Aranjuez a 17 de enero de 2022



sábado, 15 de enero de 2022

Aniversario

 Aquella mañana de enero era especialmente luminosa, él apoyado contra el cristal del autobús estaba un poco nervioso, al otro lado del móvil ella le dijo: He roto aguas, date prisa- y él le respondió:  tranquila, ya voy de camino-

Era el colofón de nueve meses de espera, la niña tenía prisa por nacer; al igual que la primera vez, esta también asistió al parto. Dar vida es lo más grande, se emocionó de alegría.

Abrió los ojos agazapada como un gato, con el pelo negro como el azabache, no cesaba de mirar alrededor.

Ser padre te hace más generoso, te das sin darte cuenta, tanto que puedes llegar a aparcar tus sueños si es que los tienes; pero no te importa.

Isabel la pusieron por nombre en honor a la reina de Castilla, después de disfrutar de su colección pictórica en la capilla real de Granada.

Se crió durmiendo como una piedra, no recuerdo que llorara, prefería reir.

Ya eran cuatro, aquellos años los recuerda como un tiempo feliz, eso si sin parar de un lado para otro, trasnochando y levantándose temprano todos los días, sin embargo tenían tiempo para todo; quizá los recuerdos sufren la telaraña del tiempo y la nostalgia, de esta manera parecen más dulces de lo que probablemente fueron.

Era una niña juguetona, muy desordenada e independiente, quería arreglarselas sola como un osito, le gustaba oir a los demás cuando decía que su padre era distinto porque hacía el pino, movía las orejas y partía en dos una manzana sin utilizar el cuchillo.

En una ocasión llegó a la cocina con un bolsito de su madre pintarrajeada como una puerta y les dijo que ella de mayor trabajaría en el teatro y claro aquellos barros han traído estos lodos. A los dos niños muchas tardes les encantaba subirse a un perro que no era otro que su padre el cual a gatas les mostraba que el salón por arte de magia se había convertido en una selva con temibles animales y árboles gigantescos, pero ese perro les defendía de todo ello, no tenía precio para el padre ver los ojos de sus hijos cuando este nunca se cansaba de mirarles.

A él se le caía la baba con ellos y a su madre no digamos, entre unas cosas y otras ya han pasado veintiún años, han transcurrido como un suspiro pero para él continua siendo la niña de sus ojos, cada vez que la mira no deja de ver aquel ser que un día fue y es curioso siempre la percibe como alguien pequeño, no lo puede remediar aunque cumpla años.

Mientras recuerdo revivo montones de vivencias, de situaciones distintas, diversas; hoy como ayer, la mañana también es resplandeciente, igual que aquel día de enero y lo más hermoso es que estoy aqui sentado para poder contarlo.

GREGORIO GIGORRO
Isabel 2002
Acrílico sobre papel





En Aranjuez a 15 de enero de 2022