sábado, 19 de marzo de 2022

La paternidad

 

Aunque no te lo creas te hicimos con todas las ganas de este mundo y parte del extranjero, en un momento en que no teníamos sitio para caernos muertos y sin embargo estábamos tan vivitos y coleando. 

No disponíamos de libro de instrucciones como ningún padre corriente y moliente, pero queríamos que vinieses a este mundo, quizá porque sin saberlo lo necesitábamos; era como plantar una semilla en esta tierra, siempre hemos sido un poco cursis, lo peor es que continuamos siéndolo.

Un hijo es lo mejor que les puede pasar a dos personas que se entienden, se sobreentienden y no pueden remediar verse a todas horas; no sé si lo hemos hecho bien, mal o regular, pero si me consta que cuando pedias algo inmediatamente y sin darnos cuenta lo tenías sobre las manos.

Ser padre es eso y muchísimas cosas más; es lo mejor que me ha pasado después de conocer a tu madre que aunque la conocí valga la redundancia en una cena de amigos y no en la calle como dice el dicho, te aseguro que no es una persona cualquiera.

Sin ella la vida no sería igual para mi. También es darse sin condiciones, seguro que cometes fallos pero es que insisto, siempre venís sin ningún tipo de libro aclaratorio, no obstante esto se remedia con muy buena voluntad, o eso creo yo.

Nadie elige a sus padres, como tampoco se eligen a sus hijos, pero la vida debería estar por encima de los acontecimientos, sean cualesquiera que sean, porque son más importantes que éstos.

Por todo ello te digo que disfrutes, disfruta sin parar, solo se vive una vez; recuerda que siempre que uno quiera puede dar la vuelta a la tortilla, si no te gusta.

Tus padres mientras que existan estarán para echarte una mano, no lo dudes. Porque el amor de verdad, está por encima de cualquier consideración.



GREGORIO GIGORRO
Dibujo 2022

En Aranjuez a 19 de marzo de 2022


domingo, 13 de marzo de 2022

Boda real

 

En Sevilla el 11 de marzo de 1526 cuando la primavera apuntaba maneras y fragancias de azahar se casaron Isabel de Portugal y Carlos I de España, ambos primos carnales y nietos de los Reyes Católicos despertando la expectación y el júbilo de todo el pueblo llano que abarrotaba el recorrido por donde transcurría el cortejo; los dos jóvenes primero lo hicieron por poderes y más tarde se celebró la boda en los Reales Alcázares de la capital andaluza, a la sazón convertida en un centro de operaciones comerciales al más alto nivel, pues a ella llegaban todas las riquezas americanas por lo que floreció el comercio, la cultura y el arte merced a la mezcla de banqueros, hombres de negocios, destacando los genoveses, alemanes y españoles que fijaron muchos de ellos su residencia allí.

Isabel tenía veintitrés años, era conocida por su belleza y dulzura además por los retratos de Tiziano, que por cierto el más conocido lo pintó después de la muerte de la reina, no fue el único caso en este sentido. Tuvo una formación esmerada, estudió lenguas, arte y música, era buena amazona, hábil en el bordado y profundamente católica; su carácter recordaba al de su abuela Isabel de Castilla.

Él de veintiséis años había llegado a España en 1517, siendo educado en Gante; tuvo que enfrentarse a un reino que desconocía realmente, a un idioma que no hablaba y por último a una herencia gigantesca: España y América más todo el imperio germánico, casi nada.

Isabel por su parte pertenecía a un país que era una verdadera potencia marítima y por tanto no estaba manca, de hecho la dote aportada al matrimonio fue de 900.000 doblones de oro mientras Carlos aportó 300.000.

Hay que hacer notar que la política en la decisión del enlace regio pudo tener cierto peso ya que debido a la guerra de las comunidades acaecida antes, necesitó dinero para sufragar el ejército imperial y fue Portugal quien lo suministró, además se dio la circunstancia que el rey tenía que casarse y la princesa portuguesa era la idónea, aunque tambien se dice que dicha princesa ya había mostrado su interés hacia el príncipe.

Isabel entró por la puerta de la Macarena en Sevilla, tuvo que esperar siete días a la llegada del que sería su marido; el encuentro fue un flechazo, la boda se llevó a cabo a las doce de la noche habilitando un altar en los aposentos de Isabel, el matrimonio se consumó esa misma noche, al parecer el recién casado no podía esperar.

El amor que se profesaron duró hasta la muerte de ésta, existen cartas custodiadas en Bruselas que lo atestiguan.

La ciudad se engalanó para la ocasión, los Reales Alcázares, antiguo palacio abadí de época medieval se vistió de estilo renaciente adecuándose parte del jardín asi como diversas estancias para la celebración, pero la muerte de Isabel, hermana del novio unido a la Semana Santa hicieron suspender los festejos que habían programado.

Lo que no fue obstáculo para disfrutar a continuación de seis meses de viaje de novios en Granada, concretamente en La Alhambra donde se adecuaron diversos aposentos para su disfrute, precisamente fue allí donde ella empezó a sentir el embarazo del que sería posteriormente Felipe II; más tarde nacerían María, Juan, Juana, sufrió algunos abortos, algún hijo nacido muerto; por todo ello su salud se fue debilitando, corriendo grave peligro su vida, lo que no impidió realizar su trabajo como reina consorte debido a las frecuentes ausencias de su marido, de hecho éste solo pudo asistir al primer parto, ya que pasaba la mayor parte del tiempo sofocando conflictos en Europa.

Como consecuencia del último parto la emperatriz murió en el Palacio de Fuensalida en Toledo en 1539, Carlos se sumió en una profunda tristeza y se refugió en un monasterio cerca de la ciudad imperial no queriendo ver el cadáver de su amada.

Estando de luna de miel, él le regaló una flor extraña, desconocida en Europa, era un clavel, traido de Oriente, tanto le gustó a Isabel que Carlos mandó plantar un jardín cuajado de claveles, ¡cosas del querer!

Ya hace mucho tiempo de ésto, ahora como antes los claveles adornan multitud de balcones sobre todo en Andalucía, no es difícil ver los moños de una mujer adornados por una flor asi o la solapa de una chaqueta de un señor, pero curiosamente en ambos casos asociados a una celebración, a un hecho importante de la vida.

GREGORIO GIGORRO
"El vuelo"
Óleo sobre lienzo, 2013
1,46 X 97 cm



En Aranjuez a 13 de marzo de 2022





lunes, 7 de marzo de 2022

Ser o no ser

 

¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS?, cantaba el grupo Polansky y El Ardor, que bien podría haberlo cantado otros como Objetivo Birmania, Los Ronaldos, La Polla Record o la Ladilla Rusa; los nombres no tenían desperdicio y a mí con el pelo negro y ganas de vivir a raudales me hacían sonreir aprendiendo sus letras.

En aquella época se hablaba de la guerra fría, del muro de Berlín, Alemania partida en dos por el susodicho engendro, de la Otan, de la liberación de la mujer, de...

Ahora que seguimos metidos en harina, Rusia ha invadido Ucrania con la consiguiente desgracia para los moradores de esta última y de la papeleta que tiene el resto de Europa frente a esta cuestión, que se veía venir. La debilidad de nuestro continente ha dado pie a dicha invasión por parte del ejército de Putin.

Mientras lejos del escenario bélico un hombre pasea a su perro muy de mañana, unos ancianos toman el sol en un parque, sobrevivientes de una famosa enfermedad que todos conocemos y que ha llevado a mejor vida a muchos de su generación; unos jóvenes descubren el amor detrás de un seto de ese mismo jardín, un matrimonio maduro cruza la calle de la mano camino de la iglesia como cada domingo, el conductor del autobús finaliza su turno, un padre espera a su hijo sanitario de profesión y trabajador en un hospital de Londres que regresa a casa en el vuelo de las diez de la mañana, hora británica, un hombre ajado se dispone a sembrar su huerto de tomates, otro llega a su destino, transporta mercancías procedentes de los campos del sur, otro ...

Así seguiríamos hasta completar el abanico laboral y social de este país como de cualquier otro. Por último una madre rusa se pone en contacto con su hijo que está de maniobras en Crimea, cuando consigue hablar con él, este de diecinueve años le dice: "Estoy en Ucrania, en la guerra, mamá nos han engañado y tengo miedo"; después resultó muerto. No es ni mucho menos el único caso.

Los Rusos se sienten hermanos de sus vecinos, los Ucranianos tampoco desean un enfrentamiento bélico, sencillamente quieren vivir.

Siempre pagan los mismos, los más indefensos: niños, madres, jóvenes, viejos..., comienza la huida por parte de unos, la defensa por los otros; mientras tanto hay quien se frota las manos con lo que van a ganar, de las guerras queda la miseria, la muerte campea a sus anchas para el pueblo llano.

Todos somos hermanos, no debemos excusarnos diciendo que están lejos, que a mi no me afecta y cosas por el estilo.

Se sabe que ante una invasión de una potencia extranjera a España, solamente el diecisiete por ciento de la población total estaría dispuesta a defenderla, ¿Qué está pasando? ¿Qué idea tenemos de país?

El otro día una señora que yo conozco perdió su móvil y se puso histérica, hará más o menos un mes un niño castigado por sus padres con no usar las llamadas nuevas tecnologías por mal comportamiento les asesinó, así suma y sigue, coleccionando barbaridades sin parar.

No sé qué podríamos hacer ante un ataque preventivo de la URSS sino seguir viviendo con esperanza sin dejar de dar la cara por nuestro vecino; si nos pasara a nosotros, yo creo que nos gustaría que nos ayudarán; de hecho me consta que muchas personas de a pie están ayudando pero de las que van en flamantes medios de locomoción para recorrer doscientos kilómetros pongo por caso, que toman decisiones para el supuesto bien común, de esas no tengo noticias de su ayuda, pudiéndose hacer. 

Sinceramente puede hacer más el que quiere que el que puede y no olvidemos que cuando veas las barbas de tu vecino para afeitar pon las tuyas a remojar.

"De punta en blanco"

En Aranjuez a 7 de marzo de 2022


domingo, 27 de febrero de 2022

Siempre

Aunque cortáramos todas las flores del campo, no lograríamos matar a la primavera, porque llega cada año irremediablemente a sentar sus reales.

Los almendros son los primeros en vestir sus mejores galas al igual que las mimosas, ellos de blanco o rosado, ellas de amarillos verdosos y reventones anuncían con sus fragancias frescas, la nueva estación.

Las cigüeñas regresan en bandadas perfectamente alineadas, con sus gritos agudos en lo alto de los cielos que se van tiñendo de azul intenso.

Las campiñas verdean en sus sembrados, las cunetas de las carreteras rebosan de flores amarillas, los ríos aumentan su caudal debido al deshielo de las montañas.

Los pajarillos muy de mañana, de rama en rama sobre los brotes que hacen acto de presencia por doquier, no cesan de cantar.

Los días se alargan, la gente corre, pasea, toma el aire mientras el sol se hace más amable.

A pesar de la pertinaz sequía hasta el último rincón del mundo vuelve a florecer y así siempre cada año todo conspira en aras de la belleza hasta el final de los tiempos.

Nada cambia realmente, el tiempo no lo cambiamos nosotros, es él quien produce esa transformación a lo largo de nuestra existencia; no hasta el punto de no reconocernos aunque hayamos vivido una y mil peripecias por el camino.

Recuerdo aquella princesa de Granada que para que no echara en falta la sierra nevada, el califa mandó plantar todas las colinas que rodeaban el palacio de almendros para que cuando florecieran cada primavera ella se encontrara como en casa, estando en Córdoba.

No olvides nunca que la primavera no es solo una estación, es una forma de vivir, parafraseando a Oscar Wilde.


GREGORIO GIGORRO
Dibujo 2022

En Aranjuez a 27 de febrero de 2022



domingo, 20 de febrero de 2022

Gustavo en su laberinto

 

Harto de estudiar jugueteaba con una pelota de ping pong sobre la mesa de la cocina, mirando abstraido a los pajarillos que saltaban de rama en rama, sintiendo como pasaban lentamente las horas; de pronto golpeó la pelota con fuerza, ésta botó un montón de veces hasta desaparecer bajo el frigorífico, se agachó para recuperarla y no había manera, la tocaba con las yemas de los dedos pero se le escurría una y otra vez.

Cuando parecía retenerla, subitamente se abrió un hueco redondo desapareciendo la pelota y él detrás empujado por no sé qué fuerza, en un segundo una boca grande se había abierto en el pavimento agrandándose; sintió que bajaba sin parar y el resto del mundo había desaparecido en un santiamén a sus espaldas.

Se encontró en otro sitio desconocido, a primera vista oscuro, poco a poco empezó a aclararse como si todo se iluminara mientras él flotaba suavemente. El lugar estaba repleto de peces de colores, donde caballitos de mar parecían sonreírle, los unicornios departían con mariposas gigantes nunca vistas por él, las plantas eran enormes, relucientes..., la sensación no podía ser más placentera.

Gustavo estaba atónito, un silencio de otro mundo invadía aquel espacio pero sin embargo él se encontraba encantado, moviéndose como pez en el agua pero sin ella; sentía su cuerpo como si fuese de goma, era capaz de hacer mil contorsiones y piruetas sin ningún esfuerzo mientras sonreía como si les conociera a todas aquellas criaturas, en una escenografía vasta, sin techos ni paredes ni suelos, todo parecía dar vueltas y vueltas y él se dejaba mecer en ese fantástico vaivén.

Entró en un embudo gigante que desembocó en una sala en forma de campana, grandísima y de luz rebosante; para su sorpresa encontró allí aquella palmera de plástico desaparecida o aquel balón, también el peine de su madre, las zapatillas de fútbol, aquel jarrón de la abuela. Pertenencias que había perdido muchos años atrás cuando era un niño.

¿Cómo habían llegado hasta allí?

En cualquier caso no le importaba el tiempo, simplemente porque para él había desaparecido, lo que le quedaba era una sensación intrauterina, vivida dentro de su madre que por nada del mundo hubiera querido perder en aquellos nueve meses y que desde luego intentó evitar sin conseguirlo. Por lo que estar en su laberinto era en ese momento su única razón de ser, tan placentera le parecía que no buscó la salida, el camino de regreso de donde había venido.

¿Para qué, porqué?, más placer no puede existir, pensaba en su interior.

Según la información recabada entre veinte hasta treinta mil personas desaparecen cada año solamente en España, imaginense en el resto de este mundo.

Cientos de casos quedan sin esclarecer, aunque sé de buena tinta que un señor un día le dijo a su mujer que se marchaba a comprar tabaco y que pasado cierto tiempo al abandonarse su búsqueda se le dió por desaparecido, otro buen día casualmente su señora vió con estupor en un programa de televisión como él se paseaba del brazo de una rubia tan campante por una playa de Miami. ¡Sorpresas te da la vida!, desgraciadamente no han corrido la misma suerte muchísimas personas de aqui y de otros lugares, que no han aparecido aún.

GREGORIO GIGORRO
Dibujo 



En Aranjuez a 20 de febrero de 2022





domingo, 6 de febrero de 2022

La frescura

 

Con un solo sorbo del vaso, sentía que su cuerpo se inundaba de agua, agua pura y refrescante, reavivando de golpe aquella tarde tan agradable.

Las horas bajo el sol pasaban lentas, se estiraban, los árboles desnudos se reflejaban desvalidos en el agua quieta de la laguna mientras los pinos salpicaban con su verdor las lomas de alrededor; algún grito de un niño jugando, la polvareda de un coche por el camino, quedaba el silencio sin más.

Más tarde la carretera subía y bajaba retorciéndose, la luz de frente le cegaba, hasta aparecer el imponente monasterio y las murallas sobre el monte recortándose en el horizonte que con sus arreboles y violetas intensos poblaban el cielo, sembrando la llanura de sombras.

Los caños de cobre desembuchaban sin descanso aquel agua cristalina, con un sonido monótono y machacón sobre la pila de piedra centenaria.

Cualquier sentido, da igual el que sea: la vista, el olfato, el tacto; tiene tal poder evocador que nos lleva a rescatar de la memoria aquello que ha tenido verdadero sentido en nuestras vidas desde la más tierna infancia hasta este momento.

Monasterio de Uclés
Cuenca - España



En Aranjuez a 6 de febrero de 2022



domingo, 30 de enero de 2022

Restauración

 

El legado monumental de Carlos III en Aranjuez es importante porque se llevó a cabo la ampliación del palacio real, se construyó el teatro, se levantó el trazado urbanístico tal y como lo conocemos hoy a grandes rasgos por el arquitecto Juan de Villanueva, además de la construcción del puente largo, el cortijo de San Isidro entre otras muchas obras.

Insertado en la retícula urbana se encuentra el hospital de San Carlos, en honor al santo del mismo nombre, con apellido Borromeo, en armonía, altura, paramentos y estilo arquitectónico acorde con el resto del caserío, formando una manzana independiente, y ampliado en el siglo XIX bajo el reinado de Isabel II.

Funcionó como hospital hasta la segunda mitad del siglo XX, lo cuidaban las religiosas que allí vivían con primor tanto a los enfermos como a sus dependencias, el jardín que daba a la calle Capitán era agradable, sus árboles frondosos suavizaban los rigores del estio; doy fe de lo que cuento.

A todo esto siguió el abandono prolongado, la dejadez si es larga hace estragos. Con todo y con eso la estructura es sólida e incluso el tejado resistió esta situación.

Salvados todos los escollos que no debían de ser pocos por fin se acometió la restauración del edificio, lenta pero afortunada, si no fuera por una "intervención" acristalada de color azul escandalosamente llamativa, a todas luces va a ser la entrada en la parte trasera donde un día estuvo el jardín. Con un pavimento frio y gris.

Si había que hacer el ingreso, ¿no había otra manera menos fea para entrar en el noble edificio?, es evidente que el uso de dicho hospital cambiara, ¿pero hacía falta decirlo a voces?

La fachada principal guarda completamente sintonía con la plaza y con la fachada de la iglesia de San Pascual donde como sabéis se exhibían obras de Tiépolo, ahora custodiadas en un Museo de Washington; por cierto el plano de esta ciudad repite el de Aranjuez pero mucho más grande.

Ya sé que dirán que ello obedece al diálogo entre lo antiguo y lo actual para justificar el endosar ese mamotreto a la fábrica del XVIII como sucede en tantos casos en la arquitectura de cualquier parte del mundo, sobre todo en Europa.

No es que no me guste la arquitectura actual, no es eso, es decir si el fondo y la forma van de la mano sin olvidar los materiales para llevar a cabo lo anterior porque no me ha de gustar si soy de este tiempo.

Pero da qué pensar que en demasiadas ocasiones se realizan construcciones digamos vistosas muy cerca de otras que como poco han resistido cientos de años, eso ya es un punto a su favor pues las nuestras en un corto plazo de tiempo empiezan a envejecer malamente.

En nuestro mundo demasiadas obras adolecen de una desafortunada espectacularidad que no tiene que existir necesariamente sea para uso público o privado, cuanto más si hablamos del primer caso.

De cualquier manera lo importante es que el edificio que nos ocupa sigue en pie para el disfrute de todo el que lo desee; otros monumentos del real sitio no han corrido la misma suerte.



 

Hospital de San Carlos
Aranjuez- Madrid


En Aranjuez a 30 de enero de 2022