domingo, 22 de octubre de 2017

Sombras


Jugaba moviendo la mano de un lado a otro, a medida que subía el brazo,
cuando de pronto, observó su sombra sobre el asfalto, se paró reconociéndose,
jugando con esa réplica plana que repetía sin cesar sus movimientos.
Disfrutaba como un niño haciendo esas y otras tantas tonterías, 
él no se asustó de su propia sombra, 
pensaba en Bucéfalo, bueno pero era solo un caballo aunque eso sí, famoso,
pues perteneció a Alejando Magno.

La sombra del viento, La sombra de los días, La sombra de lo que fuimos,
títulos recientemente leídos que le habían encantado;
sol y sombra, ah, no es un libro, es una combinación de anís y coñac,
que le llevaba hasta su infancia, acordándose de cuando su padre estaba en el bar.

Las luces y las sombras nos acompañan desde pequeños hasta el final,
siempre que hay luz, hay sombra proyectada por la persona a lo largo del día 
y de todos los días de nuestra existencia.

Es mejor estar a la sombra de un sombrilla donde cobijarse,
en vez de tener fantasmas pululando en la cabeza,
aunque puedes tener la suerte de que éstos se vayan mareados,
y te dejen tranquilo mirando al mar.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"Estamos preparados"
Acrílico sobre lienzo
Firmado y fechado en 1996
Medidas: 60 x 81 cm

Banco Imágenes Arte Contemporáneo Español
@Vegap


En Aranjuez a 22 de octubre de 2017

lunes, 9 de octubre de 2017

Sicilia


Las mejores fotos, las guardamos como oro en paño, sólo nos pertenecen a nosotros.

¿A quién le importan?, por ejemplo, el delicioso paseo, recorriendo los palacios de la Vía Maqueda, una de las calles principales de Palermo y de las más ruidosas, o  lo bien que nos encontrábamos a la sombra del claustro de la iglesia La Magione, de parecida factura que el de Monreale, pasear por La Vucciria, el popular mercado donde te compraste una pamela y compartimos platos sencillos que expendían los vendedores ambulantes.

Esa tierra, es el paraíso de los lechuzos, así que después nos tomamos una cassatta siciliana en Mazzara que nos quitó el sentio, más tarde nos enteramos que era la pastelería preferida de Lampedusa, autor del Gato Pardo.

La quietud de la noche, las lucecitas sobre la bahía de Palermo, las lejanas islas Eólicas, volcánicas todas ellas, el olor a jazmín y mirto del frondoso jardín, amén de otras cosas, no lo capta ninguna cámara; todo esto mientras te tomas un café en el Hotel Villa Iglea, establecimiento caro aunque bien merece una visita por todo lo anterior. Tampoco los platos suculentos a base de pescado, me gustan los nombres como scaloppino di pesce spada y polpette di sarde, en un restaurante que anteriormente fue un palacio barroco.

Ni mucho menos salen el gusto al sumergirte en las aguas  turquesas y cristalinas en la playa de Mondello. Pero sí, las fotografías en el Museo de Messina donde se guardan obras de Antonello que nos recuerdan al que custodia el Museo del Prado. O la vista del Teatro de Taormina detrás y abajo la bahía de Naxos, por cierto la primera fundación griega en el siglo VII a.c. y arriba siempre el Etna majestuoso; en el mencionado Teatro se celebra todos los veranos un festival clásico, como en el de Mérida en España.

¡Qué guapos salimos bajo la fuente del Elefante en la Catedral de Catania!, un trasunto de la que hizo Bernini en Roma.

Menudo espectáculo sobrecogedor ofrecía aquella mañana, el Valle de los Templos en Agrigento, salpicados entre olivos, almendros y con pocos turistas a esas horas.

A pesar de terremotos, bombardeos y expolios no han podido con el  de la Concordia, magnífico ejemplar del siglo V a.c., es uno de los mejores conservados de la antigüedad, entre otras cosas porque fue convertido en iglesia; estas excavaciones no son las únicas existentes, se gesta Selinunte, también merecen una detenida visita.

Quién pudiera regresar a esa isla cuando llega la primavera y se celebra la fiesta del almendro en flor entre tan imponentes vestigios.

Mientras tanto nos tomamos una copa de vino de la bodega Tenuta Donna Fugata Di Contessa en Tellina, mientras que volvemos a recordar al autor del Gato Pardo, pues en dicha obra se describen los viñedos para elaborar dicho caldo en Marsala; los museos guardan el alma antigua y en las bodegas ya desde el siglo XVIII nos aguardan el poso del tiempo.

Sicilia, antigua hasta decir basta, habitada desde tiempos remotos por los elimios hasta llegar a los aragoneses, sin olvidar a fenicios, cartagineses, griegos, romanos, normandos, a través de una dilatada historia han dejado una impronta importante en este lugar del mediterráneo.

Sacudida por terremotos, por bombardeos, abandono de siglos, siempre casada con el mar azul, de aguas transparentes y vigilada desde lo alto por el Etna.

Fascinante lo mires como lo mires.

GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"La pareja"
Acrílico sobre cartón
Firmado y fechado en 2017
Medidas 35 x 50 cm

En Aranjuez a 9 de octubre de 2017




sábado, 30 de septiembre de 2017

Va por ustedes


Por mis venas corre la herencia romana, árabe, judía y cristiana. Soy Español, Católico, Padre de familia y Liberal a raudales, pertenezco y me siento ciudadano del mundo; la tierra si miras a las estrellas es un punto diminuto en el Universo.

Hemos conseguido grandes logros que se deben reforzar y mejorar, nadie lo duda; disfrutamos de una Carta Magna que se debe respetar y acatar sin paliativos.

Hablo un idioma que nos brinda oportunidades por doquier, no ya como español, sino como hispano parlante.

Unidos somos más fuertes, más creíbles frente al resto del mundo, divididos sería peor. "Divide y vencerás, decían los romanos".

Nuestro país es muy antiguo y rico, precisamente por su variopinta idiosincrasia y su historia. Vaya adonde vaya, lo que quieren los ciudadanos es vivir, es decir, llegar a fin de mes, tener un trabajo digno, una casa, irse de vacaciones, tener derecho a ser feliz, poco importa si vives en Mataró, Zahara de los Atunes, Llanes o Guadalajara.

Eso sí, todo partiendo del respeto, del sentido común, de la justicia, de la solidaridad y de las reglas de la Constitución.

Con todas las luces y las sombras de nuestro tiempo, gozamos del periodo de paz más largo de nuestra historia, será por algo, digo yo.

No olvidemos que otros que nos precedieron vivieron épocas realmente difíciles, mi abuelo pongo por caso estuvo tres años en el servicio militar, precisamente destinado en Barcelona, de esta misma ciudad es el marchante que creyó en mi trabajo, esto lo comento porque no se debe olvidar los avatares de la historia, la falta de memoria podría ayudar a repetirla.

Todos nosotros necesitamos creer en un sueño colectivo que nos ilusione, para abandonar el letargo que padecemos, para ello los sueños caseros son insuficientes.


En Aranjuez a 30 de septiembre de 2017

lunes, 25 de septiembre de 2017

El Salvador



La tarde seguía tendida al sol,
el aire estaba impregnado de incienso,
el templo abarrotado de gente,
siguiendo la liturgia en latín,
la prestancia de los capiteles,
los airosos arcos de herradura,
las tallas barrocas,
el retablo de Monegro,
todo era solemne.

La música del órgano cesaba,
para dar paso a la del violín,
las voces de ellos paraban,
para continuar con la de ella,
creando un diálogo sobrecogedor,
sublime.

Absolutamente todo te elevaba,
liviano, fuera del mundo,
una fiesta de los sentidos y del espíritu,
bajo el inmenso ojo de Dios.
Era el día de San Pío de Pietrelcina
en Toledo.

GREGORIO GIGORRO
"Hacia la Vega"
Óleo sobre lienzo
Firmado y fechado en 2005
Medidas: 35 x 65 cm
http://bi.vegap.es/ext/obra.aspx?id=12433
Vegap, Banco de imágenes del arte español.

En Aranjuez  25 de septiembre de 2017

miércoles, 20 de septiembre de 2017

La parada

Se sentó a nuestro lado porque sí,
o porque quería fumar un cigarrillo,
no tenía y se lo dimos,
o porque nos vio parados bajo la marquesina,
esperando el autobús.

El caso es que se puso a hablar, sus ojos le relucían,
charlaba despacio, desgranando cada frase sencilla y concisamente,
"Los vestidos que yo coso te hacen soñar, están bien hechos,
resaltan lo mejor de ti, no pasan desapercibidos",
nos contaba ella.

Alrededor el ruido no cesaba, el sol pegaba fuerte,
ellos tres, tan campantes seguían esperando.

Soñar sigue siendo difícil, cuando ves que no se valora la excelencia,
curiosamente se manosea este concepto de forma abusiva.
El mundo sigue su camino idiotizando a la mayoría que por desidia se deja adocenar,
de esta manera lo excelente pierde valor en favor de lo vulgar,
por eso casi todo es banal en los humanos,
quizá influya la ausencia de un sueño colectivo:
Ser  un poco mejores, mejores personas por supuesto.

En Salamanca en Julio de 2016,

En Aranjuez a 20 de septiembre de 2017



sábado, 16 de septiembre de 2017

Plenitud


El murmullo de las fuentes mitigaba el  ruido impertinente de los coches sobre la cercana avenida,
desde la sombra de la glicinia gozaba de una vista inmejorable de todo el jardín,
a su olfato le llegaba el aroma del mirto, del laurel...,
a su vista el color de las alegrías, las begoñas, los geranios, el naranjo y el esbelto ciprés.

Entornó los ojos a la vez que aspiraba hondo el frescor que le rodeaba,
de esa manera se trasladó sin esfuerzo, muchos años atrás;
cuando abandonados bajo la caricia del sol,
impregnados de plantas olorosas y sugestivas, los pájaros revoloteaban a través del aire quieto,
de un cielo límpido, aquella tarde de verano con el run run de las chicharras,
sin nada mejor que hacer que perder el tiempo, tan a gusto, tan llenos de vida.



GREGORIO GIGORRO
GREGORIO GIGORRO
"De la serie Estaciones"
Óleo sobre lienzo
Medidas 65 x 81 cm
Firmado y fechado en 1987
En Aranjuez a 16 de septiembre de 2016

domingo, 3 de septiembre de 2017

Perder


La inocencia, la frescura, la curiosidad...

También se puede perder la cartera, la maleta que llevas, el tren que esperabas o el reloj que te regalaron.

No es lo mismo perder la vista que perderte de vista;

Perder tiempo que perder el tiempo,

o perder un plato pongo por caso o perder la vajilla de tu abuela.

Se puede perder de todo lo imaginable,

pero bajo ningún concepto se debe perder la dignidad, el amor propio, el respeto a sí mismo,

y desde luego tampoco la esperanza, sin ésta las ganas de vivir desaparecen y entonces se pierde la vida.

Puedes despojar de todo al otro, excepto de la esperanza, quizá sea lo único que le quede como decía Santa Teresa de Calcuta.

  
Ganar

Espontaneidad, firmeza, fortaleza, calma.

Los años te dan otra perspectiva de la existencia,

aprendes a saber esperar, 

adquieres destreza en mentirte, muy distinto a engañarte.

La verdad no tiene remedio, lo que es, es de verdad,

los humanos nos movemos en una ambivalencia continua, entre dos polos antagónicos,

por ello hay que conseguir el equilibrio aunque no sea fácil.

Se ganan algunas batallas, sin embargo la guerra, no es cuestión baladí,

aunque lo que anheles sea conseguir la paz,

de cualquier modo, "Más se perdió en Cuba y vinieron cantando".

Gregorio Gigorro
En Arroyo de la Luz (Cáceres)
De camino al Teatro Romano de Mérida
26 de agosto de 2017